Titulo:
La tierra de nuestros padres
Autor:
William Nicholson
Publicación:
Alianza editorial, noviembre de 2013
Páginas: 666
Alice
Dickinson, una joven inglesa que acaba de pasar una dolorosa ruptura
sentimental, viaja a Normandía para conocer a la abuela a la que nunca ha visto
y la que tampoco tenía noticias de su existencia. Esta le dice que, a pesar de
las dificultades a las que se ha enfrentado su familia, en su pasado hay una
historia de amor verdadera que ella debe conocer.
Corre el
verano de 1942, Kitty, cuyo encanto no deja indiferente a ningún hombre, es
reclutada junto a su amiga, la pragmática Louisa, como conductora del Servicio
Territorial Auxiliar en Sussex. Allí conoce a Ed, un comando de los Royal Marines,
y a Larry, oficial de enlace a las órdenes de lord Mountbatten. Kitty se
enamora rápidamente de Ed y de su melancólica tristeza tras ser rescatada por
éste del asedio de unos vocingleros soldados. Ed también se enamora de Kitty.
Al igual que Larry.
Kitty y Ed se
casan, pero apenas pueden disfrutar de la luna de miel. Ed y Larry deben
reunirse con sus unidades para participar en el desembarco en Dieppe, en la
parte norte de Francia, ocupada por los alemanes. Ed cae prisionero mientras
Larry logra escapar de esta sangrienta y fallida operación militar que les
cambia la vida. Ya no será igual para ninguno de ellos.
William
Nicholson recrea de forma sin igual el caos, el ruido, el terror paralizante y
los traumas personales de una guerra en “La tierra de nuestros padres”. Una
apasionante novela sobre las dudas y decepciones amorosas, el dolor de los
amores equivocados y no correspondidos; pero también, de los amores intensos y
de las lealtades que perduran en el tiempo y dan sentido a la vida.
Mi experiencia
con la novela
Al blog se asoma hoy un escritor muy versátil. A parte de su faceta
como novelista William Nicholson destaca por sus labores como dramaturgo, director
y guionista en el cine. Entre ellos se encuentran sus trabajos en las películas Gladiator y Tierras de
penumbra por las que fue nominado al Óscar.
En mi opinión esta faceta cinematográfica se refleja a la perfección en
esta obra y hace de La tierra de nuestros
padres una novela muy plástica donde su autor crea perfectamente imágenes
en el lector. Sin descuidar la historia ni sus personajes ha conseguido una novela ágil, entretenida y
de fácil lectura en la que el lector encontrará muchos puntos positivos.
La historia comienza cuando Alice Dickinson, una joven inglesa que
acaba de sufrir una ruptura sentimental, llega a Normandía para conocer a su
abuela paterna la cual hasta hace poco tiempo desconocida su existencia. Alice
había sido el fruto de una relación pasajera y su padre una figura demasiado
ausente durante su vida. Tan sólo se habían visto unas cuentas veces y su
progenitor siempre le había hablado de una maldición en la familia en
cuestiones amorosas. Y es que todas sus mujeres se han casado con el hombre
equivocado. Pero cuando conoce a Pamela, su abuela, esta está dispuesta a
convencerla de que también hubo grandes historias de amor entre sus antepasados
y para ello comienza a contarle la historia de la bisabuela de Alice.
Esta comienza en 1942, cuando Kitty Teale trabaja como conductora
oficial del ejército y se aloja en la mansión Edenfield Place, que ha sido
requisada por el estado durante la II Guerra Mundial. En Sussex (Inglaterra)
conoce a Ed, perteneciente a un comando de los Royal Marines, y a Larry, un
oficial de enlace. Ambos hombres se enamorarán irremediablemente de Kitty pero ella
sólo encuentra un lugar en su corazón para Ed con quien se casa de forma
inmediata.
Lo que parece el comienzo de una apasionante etapa en su vida pronto se
revela como una pesadilla. Después de participar en el desembarco de Dieppe, Ed
es capturado y traslado a un campo de trabajo por los alemanes y aunque
consigue ser liberado tres años después, nunca volverá a ser el mismo hombre al
que Kitty conoció pues sus vivencias pesan demasiado en su conciencia. Al menos
puede contar con la inestimable amistad de Larry, siempre dispuesto a
escucharla.
Aunque parece que esta novela se desarrolla en dos hilos temporales en
realidad la parte situada en la actualidad sólo sirve como introducción para
contar la historia que se desarrolla en los años 40 y para poner el broche
final. Nicholson ha creado una historia de amor basada en un triangulo amoroso
y situada en un tiempo donde lo que había tocado vivir dificultaba enormemente
sus vidas. Desilusiones, fracasos, miedos, dudas pero también lealtad,
esperanza, amor y amistad están muy presentes en ella.
Me gustaría resaltar el trasfondo histórico de la
historia que sin llegar a resultar el centro de atención en la novela está
tratado con rigor y le aporta un plus. La novela comienza en 1942 durante la II
Guerra Mundial y aunque no entra demasiado en ella si podemos ver como las
tropas y algunos voluntarios que se sumaron a la contienda vivieron aquellos
momentos de incertidumbre. El autor si hace un inciso para narrarnos al hilo de
la historia y porque será un hecho decisivo en el personaje de Ed el desembarco
de Dieppe. Una batalla considerada un tremendo fracaso por el alto número de
soldados aliados que murieron en ella a manos de los alemanes.
Otro momento histórico que ocupa un hueco en la historia
en la Independencia de la India que tuvo lugar en 1947 después de un periodo de
gran inestabilidad. Para desarrollarla Nicholson recupera algunos personajes
históricos interesantes como Mahatma Gandhi, Nerhu o Luis Mountbatten, un
oficial de la Marina Real inglesa que fue nombrado el último virrey británico
de la India.
También nos acerca, gracias a las vivencias de Larry,
al pintor realista británico William Codlstream y la escuela de bellas artes de
Camberwell en los tiempos de la posguerra.
Os decía al principio que en cierto modo se notan en
esta novela los trabajos como guionista de William Nicholson que a través de un
prosa cuidada pero muy precisa va construyendo las imágenes perfectamente en la
cabeza del lector. Esta forma de prescindir de largas descripciones junto a la
amplia presencia de diálogos hacen de esta una lectura ágil y agradable que
prácticamente no da respiro al lector al sucederse tantas cosas. La novela se
desarrolla entre los años 1942 y 1950 un periodo de tiempo no muy extenso pero
que el autor aprovecha de forma concienzuda. Además me ha resultado muy
dinámica por la cantidad de emplazamientos en que se mueven sus personajes como
la India, Francia o Jamaica.
La novela se estructura en un prólogo, cuatro partes
divididas en cuarenta y un capítulos y un epílogo que cierra la novela. Respeto
al final, William Nicholson es capaz de resolver la novela de forma coherente y
lógica aunque es el mismo que ya había imaginado el lector.
La economía en el lenguaje también se refleja en los
personajes. Lo que no quiere decir que queden desdibujados o desatendidos. Es
cierto que no vamos a encontrarnos sus definiciones ni descripciones pero a los
pocos capítulos ya los conocemos porque son ellos mismos los que se van
definiendo según su forma de actuar y sus palabras.
Kitty es un personaje al que coger cariño. Una chica
desenfadada, alegre, moderna y hermosa que enamora a todos los hombres y no
duda en incorporarse como voluntaria y poner su granito de arena cuando se
declara la guerra. Ed es un hombre
carismático, atractivo pero también melancólico a quien veremos destrozado tras
la guerra después de pasar tres años sufriendo maltratos por parte de los
alemanes. Incapaz de encontrar un sentido a su vida e incapaz de olvidar lo que
vivió lleva un atormentada existencia que le impide darle a Kitty lo que él
cree que ella merece. Larry es un hombre
leal, bondadoso, con sentido del deber y una conciencia que le marca las pautas
a seguir. Esta enamorado de Kitty desde que la conoció pero sabe que sólo debe
estar cerca de ella como amigo.
“Nuestros
padres se amaron antes de llegar nosotros y antes de ellos, lo hicieron sus
padres. No sabemos si heredamos nuestra forma de amar junto con el color de los
ojos. Las alegrías que sentimos, otros las han sentido antes; los errores que
cometemos, otros los han cometido antes. Esta es la desconocida tierra de nuestros
padres, de la que siempre intentamos escapar y a la que siempre, sin poder
evitarlo, seremos fieles. “
Aunque el alma de la novela podría considerarse la
conmovedora historia de amor que viven su personajes también hay otros muchos
temas se nos plantean en ella como el valor de la lealtad y la amistad, la
carnalidad de las relaciones sexuales, el
sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad, la religión como un método
para responder a grandes interrogantes. Además con La tierra de nuestros padres
su autor aprovecha para reivindicar la figura de aquellos hombres que sufrieron
en su propia carne el horror de la guerra y tras ella nunca pudieron llevar una
existencia normal.
Conclusión
No puedo hacer otra cosa que recomendaros La tierra de nuestros padres, una novela
que nos habla de amores equivocados, de oportunidades perdidas y del horror de
la guerra. Narrada de forma ágil e intensa, con personajes que definen a sí
mismos y una pequeña dosis de historia.