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martes, 4 de junio de 2013

Todo lo que cabe en los bolsillos - Eva Weaver



Título: Todo lo que cabe en los bolsillos
Autora: Eva Weaver
Publicación: Espasa, marzo de 2013
Páginas: 348


Esta novela es la historia de Mika, un joven titiritero que entretiene a niños y mayores del gueto de Varsovia logrando que olviden sus miserias. Cuando se descubre su talento, se ve obligado a actuar ante las tropas alemanas de ocupación.

Y esta novela es también la historia de Max, un soldado alemán destinado en Varsovia cuyas experiencias en Polonia  y más tarde en el gulag de Siberia muestran una perspectiva diferente de la Segunda Guerra Mundial.

Cuando una de las marionetas de Mika llega a manos de Max, ésta acabará siendo un legado que pasará de generación en generación.

Mi experiencia con la novela

La temática del antisemitismo o la segunda guerra mundial me atrae con un imán y no puedo hacer nada por evitarlo. Cuando vi esta novela publicada entre las novedades de Espasa se me fueron los ojos tras ellas. Hay multitud de publicaciones sobre esta época y aunque este no es uno de los mejores libros que he leído me han sorprendido diversos puntos que os comentaré de forma más detallada a continuación.

Todo lo que cabe en los bolsillos nos narra la historia de dos personajes que viven un mismo hecho histórico desde circunstancias muy distintas. Serán un niño judío y un solado alemán de la wehrmacht que se sitúan en Varsovia en los años cuarenta cuando Hitler comenzó su guerra particular contra los judíos. Uno de los actos más crueles que la historia nos ha dejado y que aún sigue muy presente en nuestras retinas. En el Holocausto murieron seis millones de personas en condiciones infrahumanas, una cifra que da escalofríos.

La historia comienza presentándonos a Mika, ya anciano que un día paseando por las calles de Nueva York junto a su nieto descubre un cartel que anuncia una obra de teatro de marionetas cuyo nombre le produce una sensación vertiginosa. “El titiritero de Varsovia”, que así es como se llama, le trae muchos recuerdos y le provoca la necesidad de contar una historia que lleva guardándose durante años  mientras saca del armario una caja que contiene lo poco que le queda de una época que le dejó marcado para siempre: un viejo abrigo lleno de bolsillos.

Una historia que comienza en Varsovia en el año 1938, el último año de libertad que pudieron disfrutar sus habitantes, cuando Mika tenía sólo 12 años y su abuelo se hizo confeccionar un abrigo a medida para celebrar un ascenso en su trabajo como profesor de matemáticas. Poco después comenzaron los bombardeos y ante el feroz ataque la ciudad cayó irremediablemente en manos del ejército alemán.

Gueto de Varsovia
Poco a poco se fueron vetando los derechos de los judíos en favor de la raza aria. Al igual que miles de judíos Mika, su madre y su abuelo tuvieron que abandonar su hogar y fueron encerrados y hacinados en el gueto de Varsovia junto a 400.000 judíos. Un lugar gris y desolador donde la vida casi se detuvo, donde vivían en unas condiciones paupérrimas y donde a diario morían cientos de personas. El desconsuelo y la tristeza invaden casi rincón pero Mika encuentra la manera de regalar un poco de alegría a quienes están a su alrededor. Sus marionetas consiguen infundir un poco de optimismo en los oprimidos corazones.

Pero un día se cruza en el camino de Mika un soldado alemán, y el joven humillado y avergonzado, se ve obligado a actuar para el enemigo.

Y también es la historia de Max, un soldado alemán que destinado en Polonia se encuentra en el bando contrario. Ha dejado atrás a su familia y su hogar y cumple las ordenes de Fürher. Tras la guerra y la derrota del ejército alemán es trasladado al gulag de Siberia, en donde tendrá que sobrevivir a las condiciones de un campo de trabajo situado en uno de los parajes más inhóspitos que pudiese imaginar.

Los protagonistas, lógicamente son Mika y Max, personajes diametralmente opuestos. Mika es sólo un niño cuando comienza la guerra. No se convierte en ningún héroe y su lucha siempre se centra en sobrevivir aunque está dispuesto a jugarse la vida por inundar de sonrisas a los niños del hospital. Max, es un soldado que cumple ordenes sin cuestionar demasiado los métodos aunque su vivencia en el gulag le hace recapacitar sobre todo lo ocurrido.

A parte de los personajes principales, su autora dota a las marionetas de cierta identidad. En ciertos momentos hay una de ellas, que representa a un príncipe, que casi como si tomara vida es capaz de salir del bolsillo y hablar con su propia voz. Momentos en que los protagonistas necesitan un apoyo moral.

Ya os decía al principio que el tema del Holocausto está ampliamente tratado como la literatura como en el cine. Es común que nos hablen de guetos, de campos de exterminio pero en este caso Eva Weaver nos sorprende incluyendo además la experiencia de un soldado alemán en el gulag de Siberia tras la derrota ejecutada por el ejército rojo, lugar en el que fueron encerrados muchos de los militares que participaron en la matanza judía (Si os interesa mucho el tema os recomiendo el título Archipiélago Gulag de Aleksandr Solzhenitsyn). El verdugo pasa a ser prisionero, de humillar a ser humillado, condenado a trabajos forzados, a pasar hambre, frío, enfermedades y a vivir algunas de las cosas que había observado desde lejos.
Gulag de Siberia

Se trata de una historia de ficción ambientada en un escenario que fue real y aunque esta más orientada a la emotividad la autora es rigurosa en cuanto a fechas y sucesos de la historia, aunque no introduce detalles del conflicto bélico ni movimientos militares.

Tampoco la literatura se explayado demasiado en narrarnos lo que sucedió en el llamado Levantamiento de Varsovia sucedido dentro de la Operación tempestad cuyo objetivo primordial fue liberar Polonia.  Siempre me he preguntado porque los judíos no opusieron resistencia y si que hubo algunas iniciativas para hacerle frente al ataque. Existió una organización judía de combate que ofrecía información a los aliados, que trataba el contrabando de material de guerra y organizaba movimientos contra Hitler. Atacaron al ejercito mediante el lanzamiento de cócteles Molotov y aunque no consiguieron una victoria lograron resistir algún tiempo.

La novela está narrada haciendo uso de un estilo directo, funcional pero agradable  y cómoda a la par.  Consigue una buena ambientación, fija muy bien los detalles de forma que es muy fácil construir las imágenes en nuestra mente. La novela se desarrolla en dos épocas distintas, en el año 2009 donde Mika es ya anciano y entorno a los años 40 con el inicio y los años posteriores al comienzo de la segunda guerra mundial. Esta última se encuentra a su vez divida en dos hilos narrativos diferentes que aunque tienen puntos en común desarrollan dos historias distintas. La primera de ellas nos narra la historia de Mika en primera persona describiéndonos las terribles condiciones del gueto y la segunda nos cuenta la historia de Max en su periplo por escapar del gulag y en este caso con un narrador en tercera persona. Ambas vivencias se encuentran enlazadas a través de una marioneta. El punto de inflexión en el que se cambian las historias es el Levantamiento de Varsovia.

Todo lo que cabe en los bolsillos es una historia dura y amarga en algunos momentos que nos muestra algunas de las escenas más crueles que se vivieron durante esa barbarie también dibuja algunas escenas emotivas y amables.

Para desenlazar toda la historia, Eva Weaver, introduce en los últimos capítulos el personaje de Mara, que hasta ahora no había citado. Aunque el final me parece adecuado, quizás peca de ser un tanto previsible y un poco edulcorado.

Conclusión

Hay muchas formas de conocer la historia y Todo lo que cabe en los bolsillos puede ser una obra que nos emocione pero a la vez nos lleve por uno de los episodios más conocidos y crueles de la historia. Un libro entretenido y fácil de leer.