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martes, 16 de octubre de 2012

Violetas para Olivia - Julia Montejo


La familia Martínez-Durango es la más poderoso en San Gabriel. No solo poseen una casa-palacio desde hace siglos sino que poseen la mayor parte de las tierras de la comarca y muchos negocios sumamente prósperos que arrojan mucho dinero a la gran fortuna familiar y que les hace tener el control casi absoluto sobre todo el pueblo.

Debido a la muerte de su tía Rosario, Madelaine, la última descendiente del clan, debe regresar al hogar familiar para solucionar junto a su otra tía, Clara, ciertos asuntos familiares. Se trata de una inspección que hacienda realiza sobre las cuentas de la familia y puede acabar de forma trágica no solo con la ruina económica sino también con pena de cárcel.

Madelaine llevaba varios años manteniendo cierta distancia con todos los asuntos familiares y cuando llega de nuevo a la casa-palacio los recuerdos de un pasado trágico acechan escondidos en cada rincón de la casa.

Además tiene que lidiar con su otra tía Clara, el único familiar que queda con vida después de que la desgracia cayera sobre la familia. Una mujer malhumorada, amargada y dominante que ha contratado un fiscalista para poner en orden las cuentas y documentos familiares que llevan años sin ser controlados.

Pero en esta búsqueda de la verdad saldrán a la luz secretos que llevan años sin ver la luz. Madeleine comenzará a preguntarse si realmente conoce todos los hechos que sucedieron en la familia y provocaron la desgracia a sus miembros.

Mi experiencia con la novela

He disfrutado mucho con la lectura de esta novela aunque le he encontrado ciertas pegas, por llamarlo de alguna manera. Tiene todos los ingredientes que me gustan en las historias. Se trata de una saga familiar donde hay misterio, amor, celos, odio, envidia, redecillas, violencia y que está protagonizado por distintas mujeres muy fuertes y con mucho carácter.

La protagonista de la novela se llama Madeleine, un nombre que aunque queda perfectamente justificado su origen no me pegaba en una historia ambientada en España y poblada de nombres españoles. Me parece que en una historia tiene mucha importancia la elección de los nombres para los personajes porque de entrada ya te ofrecen mucha información sobre los mismos.

Madeleine tiene 36 años y se dedica a ejercer la medicina en un pueblo navarro. Pertenece a una familia muy opulenta y poderosa, los Martínez-Durango, aunque siempre ha renegado de su pasado y nunca le ha interesado ni el dinero ni el poder.

Después de que su madre se marchara y su padre y su abuela murieran trágicamente en un accidente de tráfico cuando ella contaba con tan solo cuatro años fue criada por las dos tías que quedaban con vida, Clara y Rosario quienes además despidieron a todo el servicio que trabajaba en la casa. Dos mujeres muy distintas que llegaron a negarse la palabra entre ellas. Clara era una mujer autoritaria y rígida y Rosario afectuosa y cercana. Fue esta última con quien Madeleine pudo establecer un vínculo maternal.

Madeleine vivió su niñez y adolescencia prácticamente aislada en la casa-palacio, con escasas relaciones sociales y sin saber prácticamente como era el mundo exterior. Con los años se fue alejando de este pasado doloroso que solo trajo infelicidad a todos los miembros de la familia y creó una vida muy distinta en la cual es incapaz de asumir compromisos, ni siquiera comprar una casa y pagar regularmente las facturas. Quiere vivir de forma independiente y sin ataduras sin implicaciones emocionales con otras personas.

Cuando hacienda pone el ojo sobre los bienes de los Martínez-Durango Madeleine, única y exclusiva heredera de la fortuna familiar, se ve obligada a contratar un fiscalista, Jose Luis, para poner en orden y aclarar las cuentas y documentos que no han tenido un registro certero durante años y que nadie se ha preocupado en controlar.

Con la llegada de Madeleine a la casa-palacio el pasado vuelve a estar más presente que nunca. No solo tiene que lidiar con su tía Clara, una mujer que no tiene nada que ver con ella y de quien no guarda muy buenos recuerdos, sino que los recuerdos comienzan a agobiarla y a acecharla tras los muros de la casa.

Los sentimientos, sueños y presentimientos se agolpan en su cabeza. Las figuras de su madre, Inmaculada, su abuela Olivia y su tía Rosario acechan sus pensamientos y comienza a cuestionarse muchas cosas que hasta ese momento había dado por hechas.

A pesar de que la protagonista en esta novela hay otras mujeres que cuya aparición es imprescindible para entender toda la historia. Son mujeres con un carácter muy marcado, fuertes y decidas que no tienen miedo a imponer su criterio. Pero que en el fondo se sienten encorsetadas y con el deber de cumplir con la moral de una sociedad que no se ajusta a ellas o dar explicaciones a un marido que no entiende mas allá de lo poco que ve.

Todo comienza con la bella Olivia, abuela de Madeleine, una mujer que enamorada de un hombre se ve obligada por las circunstancias a casarse con otro. Y fruto de esta unión infeliz nacerá una desgracia que arrastra a toda la familia. Olivia es aparentemente una mujer promiscua, superficial y aparentemente egoísta.

Sus dos hijas son Clara y Rosario, dos mujeres muy distintas entre sí. Mientras clara es autoritaria, recta y dominante, Rosario es una persona amable, dulce y comprensiva. Dos caracteres que llevaran a enfrentar a las hermanas e incluso a llevarse años sin dirigirse la palabra.

Inmaculada es la madre de Madeleine y casada con Rodrigo, el otro hijo de Olivia. Una mujer que no encuentra su sitio en la familia porque no acaba de encajar. Es soñadora y le gusta evadirse entre sus libros para evitar sentirse aislada junto a su familia política.

Para remontarse en el tiempo la autora intercala fragmentos en distintas épocas y lugares por donde los personajes se mueven y van fraguando sus destinos a lo largo de muchos años. Tres generaciones marcadas por la desgracia y que cada uno de ellas guardan sus peores secretos celosamente.

El estilo de Julia Montejo es elaborado y denso en muchas ocasiones. Los primeros capítulos envían muchísima información y a un ritmo bastante rápido y hay que cogerle el compás a la novela para no despistarse. Yo creo que la novela merece una lectura lenta y exige mucha concentración, sobre todo al principio. La prosa es rica en descripciones que destacan sobre los diálogos. Me ha gustado mucho el toque espiritual, místico y onírico que tiene la novela y que le otorga un puntito de magia y fantasía.

Los personajes son en su mayoría, como he dicho, mujeres. Pero mujeres muy complejas con carácter muy marcado. La autora las define perfectamente a lo largo de la novela de forma que es muy fácil ponerles cara a cada una de ellas e imaginar perfectamente su comportamiento.

Es una novela plagada de secretos, amor, redecillas de familia, rencores, rivalidad pero sobre hay un tema que inunda completamente las páginas de este libro. Y es el amor. El amor visto de diferentes maneras y en muchos de sus ámbitos, el amor pasional que siente Olivia, el amor imposible, el amor prohibido, el amor por interés entretejido entre los distintos personajes y ocupando un lugar muy importante en la historia que determina el comportamiento de muchos de ellos.

Conclusión

Me parece muy recomendable para todos aquellos a quienes les apasione la literatura tipo saga familiar y aquellos a los que les guste cotillear entre los secretos de familia.

Es una novela cargada de enigmas por descubrir, protagonizada por personajes atractivos y bien perfilados  y una trama adictiva.