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sábado, 28 de julio de 2018

La sonrisa de los cerezos en flor - Kate Connelly





Título: La sonrisa de los cerezos en flor
Autora: Kate Connelly
Publicación: Ediciones B, octubre de 2014
Páginas: 496

Londres, 1890. Después de verse sometida a la estricta voluntad de su familia y de descubrir la extraña desaparición de su amado Thomas, la joven Emily Watson emprenderá un viaje hacia Japón para encargarse de la fábrica de seda y las plantaciones de té que su familia posee en una villa cercana a Tokio.

Emily conocerá la realidad de un pueblo que ha permanecido cerrado al mundo durante siglos, y deberá introducirse en la magia y el misticismo de una tierra remota en la que la tradición feudal y el progreso van de la mano. Un delicado paisaje muy alejado de su Inglaterra natal en el que viejos fantasmas del pasado guiarán misteriosamente a Emily en su búsqueda de la esencia de la felicidad. 

Mis impresiones

La sonrisa de los cerezos en flor sigue los patrones habituales dentro del género de la novela de paisaje. Nos encontraremos con unos personajes de origen europeo que viajan a tierras lejanas y se adentran en otra cultura. Allí vivirán una serie de aventuras de índole personal que irán cambiando el curso de sus vidas. Este es el tipo de historia que busco cuando necesito una lectura que me haga evadirme, me entretenga y me relaje y esta novela cumple la función a la perfección.

Ediciones B está creando un fondo editorial con muchos títulos donde elegir dentro de este subgénero, llamado landscape novels, y aunque a priori unas historias nos puedan recordar a otras (por el diseño de sus cubiertas o el punto de partida de sus sinopsis) voy descubriendo que cada historia tiene un atractivo particular.  

La novela comienza en Londres en 1890 donde nos encontramos con Emily Watson, una joven  perteneciente a una acaudalada familia que vive en una gran mansión victoriana en Myfair. Su padre es un duro y frío comerciante de seda y té lo que le ha permitido hacerse con una gran fortuna en los últimos años. A la joven la han educado en un ambiente disciplinado y asfixiante en el que resulta fundamental seguir lar normas sociales de comportamiento.

Pero Emily se ha enamorado de Thomas, un marinero y hombre de confianza del padre de la joven, y aunque es consciente de que su familia nunca aprobará esta relación gracias a la complicidad de un profesor la pareja puede disfrutar de encuentros furtivos. Cuando el padre de la joven se entera de que ambos se ven a escondidas decide poner cartas en el asunto y mientras para Thomas elije un duro castigo como trabajador en la ruta de la seda, su hija se verá obligada a casarse con un hombre acorde con su posición social pero de escasa delicadeza a quien por supuesto no ama. Poco después el enlace la pareja se traslada a Tokio, en donde controlarán las fábricas que la familia posee allí abriéndose todo un mundo de posibilidades para Emily que se encontrará cara a cara con un pueblo misterioso y completamente diferente a la sociedad en que ha crecido.

La sonrisa de los cerezos en flor tiene una trama muy entretenida en la que acompañaremos a su protagonista en sus aventuras y desventuras tanto personales como sus esfuerzos por comprender la cultura japonesa y mejorar las condiciones laborales que se dan en las fabricas propiedad de la familia situadas en tierras niponas. A lo largo de su recorrido la historia cuesta además con varios giros argumentales que te hacen disfrutar de su historia.

Bajo las condiciones de su nueva vida a Emily, la protagonista de esta historia, no le queda más remedio que madurar y enfrentarse no solo a la pérdida del hombre del que está enamorada sino también a verse involucrada en las más diversas situaciones que le irán deparando todo un mundo de sentimientos y emociones. Aunque ella es el centro de la historia iremos conociendo en menor medida a un elenco de secundarios también construidos con rasgos sencillos y generalmente en una línea muy marcada que les caracteriza.

De sobra es conocida mi afición a las novelas que se desarrollan es escenarios orientales y en cuanto a ambientación La sonrisa de los cerezos en flor ha cumplido con creces mis expectativas. Del trabajo de la autora se desprende claramente el amplio conocimiento que tiene de la cultura japonesa (no solo porque es especialista en el periodo Meji sino también porque ha vivido allí). Me ha resultado fascinante conocer tal cantidad de detalles sobre la cultura, las costumbres, el modo de vida o la concepción de la sociedad del periodo en que se desarrolla la historia. Un pueblo que a finales del siglo XIX deseaba abrirse el mundo y evolucionar, por ello permitió que los europeos abrieran allí sus fábricas, que deseaba progresar pero que a la vez tenía un cultura tan arraigada que era inevitable que la transición se hiciera de forma algo torpe a pesar de la velocidad con que conseguían sus objetivos.

Para los europeos fue un país clave en la económica del comercio por sus materias primas y trataban de sacar el máximo rendimiento a sus fábricas se sericultura allí, explotando y prácticamente esclavizando a sus trabajadores. No solo no tenían reparos a la hora de establecer horarios de trabajo extremos, de obviar la baja seguridad en sus puestos de trabajo si no que con frecuencia utilizaban mano de obra infantil. He disfrutado muchísimo esta capacidad de la autora para transportarnos a finales del siglo XIX en tierras niponas y sobre todo de mostrarnos la mentalidad de esa cultura y como se contrapone a la forma occidental de entender la vida.

El estilo narrativo es sencillo, directo, fluido y con mucha presencia de diálogos lo que imprime cierta agilidad y dinamismo a su lectura. El ritmo de La sonrisa de los cerezos en flor va in crescendo de forma que si al principio su autora va dosificando comedidamente la acción a medida que avanzamos en la novela los acontecimientos se intensifican. Se estructura en tres partes diferentes que dividen la trama y treinta y tres capítulos en total.

Conclusión

Creo que a estas alturas ya os podréis imaginar que he disfrutado mucho con La sonrisa de los cerezos en flor. Una novela muy entretenida con una trama en la que no simplemente se hacen alusiones a las desventuras de la protagonista en el plano personal sino que además me ha sorprendido con una ambientación muy especial, muy rica en detalles y que describe con exactitud y precisión tanto la mentalidad como la cultura japonesa a finales del siglo XIX.