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jueves, 21 de diciembre de 2017

Los calzoncillos maléficos - Aaron Reynolds / Peter Brown



Título: Los calzoncillos maléficos
Autor: Aaron Reynolds
Ilustrador: Peter Brown
Publicación: Picarona, noviembre de 2017
Páginas: 40
Tamaño: 22,5 x 30,5 cm
Edad: + 4 años

El conejo Jasper ya no es un conejito. No tiene miedo de la oscuridad, y definitivamente no tiene miedo de algo tan tonto como la ropa interior. Pero cuando las luces se apagan, de repente sus calzoncillos brillan en la oscuridad. Un brillo verdoso y espantoso.

Si Jasper fuera miedoso diría que su ropa interior es un poco, bueno, espeluznante. Pero Jasper, obviamente, no tiene miedo y acaba con los espeluznantes calzoncillos. Pero después de intentarlo todo para deshacerse de ellos, ¡siguen volviendo!

Mis impresiones

No os podéis imaginar la ilusión que me hizo ver este título entre las novedades de Picarona. Y la razón es muy clara. Hace ya un par de años leímos otro título de estos dos autores, Las zanahorias maléficas, que tanto a mi hija como a mí nos gustó muchísimo y nos divirtió tanto que las hemos leído y releído infinidad de veces con una sonrisa en los labios. Si tenéis algún niño cerca os la recomiendo de forma especial.

En ella el conejito Jasper pasaba un miedo atroz con unas zanahorias que le perseguían por todos lados. Pero al final encontró la mejor solución posible demostrándonos que solo hay que pensar las cosas para ponerles remedio.

En Los calzoncillos maléficos Jasper necesita ropa interior y ha ido con su madre a la tienda a comprarlos. Siempre los compraban de la marca Requeteblancos pero en esta ocasión al conejito le llamaron la atención unos calzoncillos maléficos, que eran demasiado terroríficos pero también demasiado cómodos. Mamá no estaba muy segura, pero al final cedió a los deseos de su hijo.

Esa misma noche, antes de irse a dormir, Jasper se los puso y como ya es mayor no necesita la luz encendida ni la puerta abierta. Y fue entonces cuando se dio cuenta de que un resplandor brillante, verdoso y macabro emanaba de su ropa interior. Así Jasper, asustado, no podría dormir. Durante los siguientes días trató de deshacerse de los calzoncillos pero estos siempre regresaban a su cuarto…

De nuevo Aaron Reynols nos seduce con una historia terrorífica y divertidísima. Unos calzoncillos con vida propia que asustan al conejito Jasper y le hacen pasar unos días infernales. Ese verdor brillante de los calzoncillos le crea un miedo atroz y decide deshacerse de ellos por todos los medios. Los tirará a la basura, los cortará, los enviará a China… pero siempre volvían a su habitación. ¿Cómo terminará la historia?

Narrada con un lenguaje directo y claro y breves frases yo creo que es muy accesible a cualquier niño que ya identifique las letras y sea capaz de leer. Y si no pues siempre estamos los padres para contárselos y que ellos se deleiten en las ilustraciones.

Además de ser una historia muy divertida también nos deja una enseñanza y es que el miedo está dentro de nosotros mismos. Nos sugestionamos a nosotros mismos dejándonos llevar por etiquetas cuando en realidad las cosas son mucho más sencillas de lo que pensamos. Tenemos que tener determinación propia y mirar las cosas con nuestro propio criterio y buscarles una utilidad.

Y seguramente sin las ilustraciones de Peter Brown y ese sentido del humor que imprime la historia no se disfrutaría igual. Algunas páginas están divididas en diferentes escenas y otras de ellas ocupan la doble página. Son muy visuales y acompañan perfectamente al texto. Dándole un toque siniestro están coloreadas en una gran variedad de tonos de gris y negros salvo los calzoncillos maléficos que presentan un llamativo color verde resaltando mucho dentro de la historia. Además, en ellas se hace un guiño al anterior álbum ilustrado. El personaje del conejito además es muy expresivo y podemos sentir perfectamente sus emociones como ese miedo y agobio que sufre durante gran parte de la historia.

En definitiva, no puedo hacer otra cosa que recomendaros Los calzoncillos maléficos. Un álbum ilustrado divertidísimo, terrorífico y con un mensaje que hay que atender.