Páginas

sábado, 29 de octubre de 2016

Esmeraldina, la pequeña fantasma - Ledicia Costas



Título: Esmeraldina, la pequeña fantasma
Autor: Ledicia Costas
Ilustraciones: Víctor Rivas
Publicación: Anaya, octubre de 2016
Páginas: 176
Edad: +10 años

Si crees que la muerte es el final, es porque no conoces a los fantasmas.
La pequeña Esmeraldina vive feliz junto a su familia en el Hotel Fantastique, el lugar más elegante del Salvaje Oeste. Pero todo cambia cuando muere de fiebre escarlatina... y se convierte en fantasma.

Huéspedes del Más Allá, espiritistas del Más Acá... y un montón de personajes hilarantes que le complicarán las cosas a Esmeraldina... y la ayudarán a sobrellevar su muerte con mucho humor.

La divertida precuela de 'Escarlatina, la cocinera cadáver'.

Mis impresiones

De Ledicia Costas leí el año pasado Escarlatina, la cocinera cadáver, un libro que me encantó por su simpatía, por el toque de humor y su aspecto de terror. La historia ganó el premio Nacional de Literatura Infantil en 2015. Un galardón muy merecido en mi opinión por su creatividad.

En ella se nos contaba la historia del pequeño Román, un niño al que sus padres le regalan por su cumpleaños un curso de cocina que adquirieron por internet. Gracias a este curso conoció a Escarlatina, una cocinera cadáver que pertenece al Inframundo. Juntos vivieron muchas aventuras.

“El día de mi muerte, el Hotel Fantastique se llenó de gente. Se organizó un gran desfile e personas vestidas de negro y con las caras muy tristes, que acudían a velar mi cuerpo. Nunca en mi vida había visto el hotel así de repleto ni con tantas flores frescas.”

Esmeraldina, la pequeña fantasma es la precuela de Escarlatina, la cocinera cadáver. En ella se nos presenta a una niña que en 1863 vive en el lujoso Hotel Fantastique situado en el lejano y salvaje oeste. Su madre y abuela son las jefas de cocina en el hotel. Cuando la niña tenía diez años enfermó gravemente de algo conocido como la fiebre escarlatina y aunque el medico la visitó en varias ocasiones no pudo salvarla. Tras varios día en cama Esmeraldina pasó del mundo de los vivos al de los muertos convirtiéndose a la vez en Escarlatina (en el Más allá nadie conserva el nombre que le pusieron sus padres sino que adopta el de la causa de la propia muerte).


Pero Esmeraldina no está preparada para abandonar el mundo de los vivos a pesar de Nicotiana, la hermana de Búfalo Bill, pretenda llevarla al más allá. Así comenzará a vivir una serie de aventuras en las que irá conociendo diferentes seres como mesas fantasmales, ectoplasmas, espantafantasmas y a una irreverente y descarada araña con acento francés llamada Lady Horreur. Pero ¿Seguirá Esmeraldina empeñada en continuar en el mundo de los vivos o lograrán que finalmente vaya al Más Allá y acepte su muerte? Desde luego antes tiene algunas cosas que resolver…


Esmeraldina, la pequeña fantasma tiene los mismos ingredientes que ya me encantaron en la novela anterior. Un toque gótico y terrorífico, unos personajes hilarantes y divertidos y mucho, muchísimo humor. En esta ocasión conoceremos los orígenes de Escarlatina antes de convertirse en la cocinera oficial del Inframundo y eso que ya lo llevaba en los genes. Para este simpático personaje será un trance muy duro el despedirse de la vida propiamente dicha. Ella no sabe lo que ocurre en el de los muertos y su compañera Lady Horreur tendrá que enseñarla a moverse en él. La comida ya no es la misma, por la noche puede ver perfectamente sin necesidad de una luz artificial, además tendrá que aprender a atravesar puertas y muros.


Ledicia Costas ha vuelto a creer una historia genial. Narrada con muchísimo desparpajo que estoy segura que conquistará a los niños de aproximadamente diez años, la edad a la que va dirigida la historia. En la historia no paran de suceder cosas y hay muchísimas aventuras que les resultarán muy entretenidas. De nuevo la narración cercana, fluida y muy fresca.


Como tándem perfecto volvemos a encontrar como ilustrador a Víctor Rivas que ha hecho un trabajo magnifico encontrando el equilibrio perfecto entre comicidad y ese punto de terror gótico que presentan los personajes. En esta ocasión los fantasmas pertenecen al lejano oeste encarnado a vaqueros, indios, forajidos o grandes damas.


Como un extra en la historia al final de la misma encontraremos el Libro de Recetas de la Tremenda que casi se va al más allá con las suculentas recetas que coleccionó en vida. A los niños les suele gustar mucho la cocina y aquí encontraremos unas cuantas recetas para entretenerles y ayudarles a que se familiaricen con los ingredientes.

En conclusión, Ledicia Costas me ha vuelto a encandilar con una historia divertida, llena de humor y con un toque terrorífico. Un libro perfecto para tenerlo en casa o para regalar.