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martes, 19 de abril de 2016

Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta - MInna Lindgren



Título: Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta
Autora: Minna Lindgren
Publicación: Suma de letras, noviembre de 2015
Páginas: 384

Tienen más de noventa años. Pero no van a dejar que los criminales se salgan con la suya.

Siiri, Irma y Anna-Liisa creen haber recuperado la tranquilidad de su rutina diaria en El Bosque del Crepúsculo, el centro para la tercera edad de Helsinki en el que viven. Pero pronto las tres abuelas ven cómo su vida pasa a convertirse en un infierno por unas obras de reforma interminables. Los trabajos se inician escandalosamente temprano, el ruido es ensordecedor, en las paredes surgen agujeros, los residentes tienen que usar inodoros portátiles... y el joyero de Anna-Liisa desaparece misteriosamente.

A las ancianas no les queda más remedio que mudarse a un piso compartido, donde sus costumbres y manías no harán la convivencia nada fácil. Siiri, Irma y Anna-Liisa comienzan además a darse cuenta de que las obras de su residencia son bastante sospechosas y pueden encubrir otras actividades criminales. Cuando los secretos empiecen a desvelarse las tres amigas descubrirán que en esta vida poca gente está tan libre de culpa como parece.

Mis impresiones

Tras leer Tres abuelas y un cocinero muerto (título que da comienzo a la Trilogía de Helsinki) que me resultó una novela entretenida y de fácil lectura, me embarqué en esta segunda parte con una idea ya clara de lo que iba a encontrar. Y la lectura ha resultado más o menos como esperaba. La autora sigue en la misma línea sin aportar ninguna sorpresa ni nada nuevo pero manteniendo el mismo nivel de forma que no sabría decir que novela me ha gustado más de las dos.

“Un horrible escándalo la despertó y Siiri Kettunen creyó que había entrado en el infierno. Oyó un estruendo procedente de los pisos de arriba, martillazos al otro lado de la pared y un estrépito que llegaba desde algún lugar lejano, y recordó que hacía algún tiempo habían amenazado a los habitantes del Centro Residencial Geriátrico El Bosque del Crepúsculo con una reforma integral de la fontanería.”

Si en Tres abuelas y un cocinero muerto conocimos a Siiri, Irma y Anna-Liisa en una situación complicada en esta ocasión tampoco encontraran la tranquilidad en El Bosque del Crepúsculo, el complejo residencial para la tercera edad donde viven las tres nonagenarias (una de ellas ya ha dejado de ser viuda al casarse de nuevo). El centro está de reformas y el ruido, el polvo y el trasiego de operarios de la construcción desde primera hora de la mañana hace insufrible su día a día. Para colmo el joyero de Anna-Lissa, con todo lo que tiene de valor dentro, ha desparecido misteriosamente.

Mientras desconfían del propósito de las obras no les queda otra opción que mudarse a un peculiar piso compartido que hará que las tres protagonistas tengan que amoldarse a nueva vida donde la rutina de la convivencia, sus propias costumbres y la aparición de nuevas personas  les llevará a vivir todo tipo de situaciones, muchas de ellas surrealistas y disparatadas.

Como ya he comentado Minna Lindgren sigue la misma línea que en su novela anterior. El sentido del humor destaca en la novela al igual que la crítica social con algo de misterio aunque como ya le pasaba al título precedente en mi opinión le falta intriga a la historia. Quiero decir que resulta una novela que entretiene, cuya lectura es fácil y ágil pero que deja los misterios en un segundo plano resaltando más la forma de vida de sus personajes. La desaparición del joyero, que da título a la novela como ya lo hizo el cocinero, es un tema que aparece y desaparece sin tener demasiado peso en la trama.
A las protagonistas, Siiri, Irma y Anna-Lissa ya las conocemos con su sentido del humor, sus despistes, sus achaques y su particular forma de ver la vida pero sobre todo con ese afán justiciero que tienen las tres amigas y su ansia de encontrar la verdad. Siguen resultándome personajes simpáticos que nos muestran cómo se vive y siente en esa etapa de la vida y cómo aún quedan muchas emociones por experimentar conservando aún la capacidad de tomar la iniciativa de su propia vida a pesar de sus limitaciones, los olvidos,  las dificultades para comprender los nuevos inventos y adaptarse. Margit, una mujer obsesionada con la muerte de sus marido, y el embajador, con quien se ha uno de los personajes protagonistas toman más protagonismo en esta a pesar de que ya aparecían en la anterior al compartir todos el mismo piso aportando nuevas tramas a la novela.
De nuevo la autora aprovecha la historia para denunciar la lamentable situación en la que viven algunos ancianos en residencias, olvidados por todo el mundo. La despreocupación por su bienestar en favor de un negocio con el que solo se pretende ganar dinero. Pero en esta ocasión nuevos temas se incorporan a su crítica social. Nos habla del trabajo inestable, los contratos relámpagos que impiden a los trabajadores una seguridad y una continuidad laboral que realmente les permita desempeñar su labor con eficiencia así como la dificultad de los inmigrantes para acceder a ellos o las condiciones en que viven. También nos enseña los decadentes servicios sociales que el gobierno finlandés facilita a las personas que los necesitan. Así como el trato poco respetuoso y poco sensible con el proceso que se lleva a cabo con los fallecidos a pesar del momento tan duro que supone para las familias.
En Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta también tiene más presencia la muerte que en el libro anterior. Si los personajes contaban con ella como parte de su vida ahora es la eutanasia el tema que sale a colación. En Finlandia es legal la eutanasia pasiva y la autora nos plantea la idea de las condiciones en que viven los enfermos terminales cuya vida se alarga sin sentido porque ya no existe la vuelta atrás. Todo esto te va haciendo reflexionar.
Aun así la novela intercala estos momentos de reflexión o más serios con el humor que la caracteriza. El sarcasmo, la ironía, con diálogos chispeantes hacen que la novela se lea con muchísima agilidad.
Conclusión
En Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta he encontrado una novela que mezcla el humor y la denuncia social que te hace reflexionar. Una novela entretenida, que se lee con facilidad pero en la cual, como me ocurrió en el título anterior, echo en falta que se potencie el misterio. Ya veremos que depara la lectura del título que cierra la trilogía Tres abuelas y un plan de sabotaje.