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miércoles, 30 de diciembre de 2015

LO MEJOR DE 2015


Hay libros que tras su lectura te dejan unas sensaciones determinadas y conforme va pasando el tiempo cambia de alguna manera la perspectiva que tienes sobre ellos. A veces el entusiasmo se va diluyendo y lo que en ese momento fue una lectura estupenda se convierte en una novela más que no ha resistido el paso de las semanas o los meses. Por eso me gusta hacer este balance anual en que destacaré las lecturas que desde el mes de enero y con fecha de diciembre se han quedado dentro de mí por distintos motivos, que al final yo creo que es lo que importa. No tienen por qué ser novelas redondas o simplemente excepcionales sino aquellas que a día de hoy persisten dentro de mí.

Ha habido muy buenas lecturas pero quizás también ha sido el año que más libros he abandonado siendo al final al menos diez títulos los que no he conseguido ni terminar. No voy a hacerme eco de ellos porque creo que no merece la pena dedicarles más tiempo. Pero algunos echáis en falta algunas veces reseñas de libros que no nos han gustado y yo personalmente si no soy capaz de terminar un libro me parece injusto hablar de él. 

Dos novelas que me han conquistado son Tierra de brumas de Cristina López Barrio y El murmullo de las abejas de Sofía Segovia que tienen ese realismo mágico que tanto me gusta desde que conocí al genial Gabriel García Márquez.


También lo ha hecho El amante japonés, la última novela de Isabel Allende aunque en este caso ha dejado atrás los espíritus para presentar una historia de amor donde hay mucho realismo pero no del mágico. Es un autora en la que vemos como se reinventa en sus últimas publicaciones a pesar de que esto no convenza a muchos de sus seguidores.


De historias familiares me que quedo con Cuando estabamos vivos de Mercedes de Vega, una novela impresionante que además tiene un contexto histórico muy cuidado. También El latido del tiempo de Cari Ariño que a principios de año me gustó mucho. Destacar también El hilo azul , una historia sencilla y muy emotiva, Diamante azul de Care Santos que me gustó mucho. No puedo dejar atrás El último adiós de Kate Morton, una de las novedades que esperaba con más ganas y que me entusiasmó.





Dentro de la ficción histórica destaco La ley de los justos. Siempre he tenido mis reticencias con este autor y me embarque con Chufo Llorens en una historia que a pesar de sus más de mil páginas se me hizo corta. De este género también descubrí La luz que no puedes ver de Anthony Doerr que fue toda una sorpresa narrada con mucha sensibilidad y originalidad. Y muy distinta a ellos es Las puertas del paraíso de Nerea Riesco, novela que hizo que me quedara prendada de sus personajes, sobre todo de Boabdil, un personaje que nunca me había llamado la atención de forma especial.



Los clásicos nunca faltan entre mis lecturas y Matar a un ruiseñor, Valancy Stirling o El castillo azul o Reencuentro entre muchas otras han supuesto lecturas absolutamente deliciosas. Aunquepodría señalar otras muchas.

También ha habido novela de suspense psicológico entre las que os recomiendo El bueno de Oliver, Los perros siempre ladran al anochecer o  Perdida de Gillian Flynn. Una extraña en la playa fue una lectura algo extraña pero que disfruté mucho.


La joven que no podía leer de John Harding no sabría del todo colocarla dentro de una categoría. Lo que si se es que me encantó. Una novela con tintes góticos y una historia con mucho suspense.

Hay otra serie de novelas que a mí me han causado muchas emociones y no me gustaría dejar atrás como El patio inglés, El nadador en el mar secreto o Y tú no regresaste . Sin olvidarme de Un hijo de Alejandro Palomas. Novelas muy emocionales que no te dejan indiferente.