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lunes, 16 de marzo de 2015

El tren de los huérfanos - Christina Baker Kline



Título: El tren de los huérfanos
Autora: Christina Baker Kline
Publicación: Ediciones B, enero de 2015
Páginas: 360

Entre 1854 y 1929, los llamados trenes de huérfanos partieron regularmente de las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar. ¿Serían adoptados por una familia amable y afectuosa, o se enfrentarían a una adolescencia de trabajo duro y servidumbre?

La inmigrante irlandesa Vivian Daly fue uno de esos niños, enviada por ferrocarril desde Nueva York hacia un futuro incierto a un mundo de distancia. Ahora, muchas décadas más tarde, Vivian es una anciana que lleva una vida tranquila y apacible en la costa de Maine, y los acontecimientos de su infancia se han convertido en un recuerdo vago. Sin embargo, en arcones de su desván se ocultan vestigios de un pasado turbulento.

Molly Ayer, una joven de diecisiete años, sabe que cumplir con un servicio a la comunidad ayudando a una anciana viuda a ordenar sus trastos es lo único que puede salvarla de terminar en un centro de menores. Pero a medida que Molly ayuda a Vivian a revisar sus recuerdos y posesiones, descubre que ambas tienen mucho en común. Molly, una india Penobscot que ha pasado su adolescencia entrando y saliendo de casas de acogida, también ha sido educada por desconocidos y tiene preguntas sobre su pasado de las que aún no ha obtenido respuesta.

Mis impresiones

Me gusta el hecho de leer una novela de ficción y que esta me descubra episodios históricos reales. Hay muchísimos sucesos que el mundo desconoce y aunadas con entretenimiento dan lugar a resultados tan interesantes como reveladores. Es el caso de El tren de los huérfanos, que  en poco tiempo se ha convertido en un best seller consiguiendo vender más de un millón y medio de ejemplares en Estados Unidos y ha sido traducida a varios idiomas.

“Creo en fantasmas. Son los que nos acechan, los que nos han dejado atrás. A lo largo de mi vida los he sentido muchas veces a mi alrededor, observando, siendo testigos cuando nadie del mundo de los vivos sabía lo que ocurría, cuando a nadie le importaba.
Tengo noventa y un años, y casi todos los que alguna vez formaron parte de mi vida son ahora fantasmas.” (Prólogo)

La historia transcurre a través de dos líneas argumentales desarrolladas en dos hilos temporales diferentes. La primera de ellas nos sitúa en 2011 y nos presenta a Molly Ayer, una joven que a sus diecisiete años que ha pasado gran parte de su vida en hogares de acogida en los cuales siempre ha tenido la sensación de no encajar sintiéndose desplazada y rechazada. Lo mismo que le ocurre con Ralph y Dina, las dos personas que ahora la tutelan. Pero la situación se desborda cuando descubren a Molly robando un ejemplar de Jane Eyre en la biblioteca. Lo único que puede hacer para evitar volver al centro de menores es cumplir un servicio comunitario. Gracias a la intervención de su novio entra en contacto con Vivian, una anciana de más de noventa años que necesita ayuda para acondicionar el desván de su casa.

La otra línea argumental comienza en Nueva York en el año 1929, el lugar a donde la familia de la pequeña Niamh Power, que aún no ha cumplido los diez años, ha emigrado huyendo de la pobreza que vivía en Irlanda, su país natal. Tras ver como toda su familia desaparece en un incendio, Niamh termina en un tren de largo recorrido por tierras estadounidenses donde otros muchos huérfanos como ella son embarcados en busca de nuevas familias que deseen proporcionarles un hogar. Pero las personas que los adoptan no siempre buscan ampliar la familia sino que tienen como objetivo encontrar mano de obra barata. Así comienza su historia en diferentes lugares y con distintas familias que no siempre cumplirán con lo pactado con la agencia de adopción.

El tren de los huérfanos es una historia conmovedora que nos habla del desarraigo, el sentimiento de no pertenecer a ningún lugar y la necesidad de tener una identidad propia y una familia en la que sentirse confortable. En ella encontramos dos historias que confluyen en una con momentos durísimos, aunque sin recargar el dramatismo, que también nos hablan de supervivencia, de la capacidad de reinvención de uno mismo y de la fe en los demás.

Los dos personajes principales de la novela son Molly y Niamh. Dos generaciones separadas por ochenta años de historia y dos actitudes completamente diferentes. Ambas son huérfanas, han perdido a su familia y comparten ese sentimiento de soledad y desolación que les produce el no pertenecer a ningún lugar. Ninguna de ellas encuentra amor en sus nuevas familias. Pero sus actitudes son completamente diferentes. De Niamh destaca la voluntad de amoldarse  a las familias con las que le toca vivir a pesar de las duras condiciones que ha de soportar. El trabajo duro, la alimentación precaria, el frío, el trato vejatorio son los principales escollos en su camino.  En cambio, Molly, que parece tenerlo todo más fácil,  es una adolescente rebelde que se siente diferente a los demás y se encarga de que todo el mundo lo sepa. Además ha establecido una especie de coraza a su alrededor que la protege de los demás.

Como os decía al inicio, El tren de los huérfanos es una obra ficticia que se inspira en un hecho histórico real. Entre 1854 y 1929 Estados Unidos era recorrido desde la Costa Este al Medio Oeste por unos trenes en los que viajaban huérfanos y niños abandonados. Durante estos años más de doscientos mil niños fueron embarcados con el objetivo de encontrarles un nuevo hogar.  Los bebés y niños más pequeños eran los primeros seleccionados por las familias que acudían a las estaciones a inspeccionarlos y elegir. A menudo estas personas no buscaban un hijo en el que volcarse sino que pretendían obtener mano de obra barata para trabajar sus granjas, casas o negocios. De esta forma escogían entre los mayores y de aspecto más sano. Muchas veces estos niños arrastraban sus propios traumas y fantasmas y eran expuestos a correr distinta suerte como el hecho de sufrir maltratos, la obligación de desempeñar trabajos duros para los que no estaban preparados o la total ausencia de cariño.  Puede que la historia de Niamh no diste tanto de la que vivieron muchos de estos niños.

La novela cuenta con explicaciones no muy extensas pero si muy concretas de forma que nos podemos imaginar fácilmente los escenarios que transitan sus personajes. Está narrada con un estilo muy sobrio, directo y fluido que además está marcado con un ritmo generoso gracias a la velocidad en que se desarrollan los acontecimientos y la amplia presencia de diálogos. Son dos las voces narrativas que se van alternando en los distintos capítulos para construirla. Una primera persona que se ocupa de la trama del pasado, siendo la tercera persona la que narre el hilo más actual. Aunque las dos tramas han captado mi interés ha sido la primera la que me ha causado más emociones a la vez que me ha resulto más atractiva ya que a esta le podremos sacar más jugo. En el último tercio de la novela llega a un punto en que parece que la historia está más o menos resuelta y aunque en cierto modo en así aún nos depara alguna que otra sorpresa.

Conclusión

El tren de los huérfanos me ha hecho disfrutar con su historia y me ha dejado un buen sabor de boca. Una novela dura y conmovedora que nos habla de la importancia de saber quién es uno mismo y donde se encuentran sus raíces.