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miércoles, 6 de agosto de 2014

Pasaje a Tahití - Eva García Saénz



Título: Pasaje a Tahití
Autora: Eva García Sáenz
Publicación: Espasa, junio de 2014
Páginas: 480

1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.

Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas

Mis impresiones

Hasta hace algunos meses el nombre de Eva García Sáenz estaba relacionado únicamente con La saga de los longevos (novela auto publicada en 2012), la cual a pesar de haber contado con cierto éxito en la red yo no he leído (espero hacerlo en los próximos meses). Tras la publicación de Pasaje a Tahití el pasado mes de junio parece que su carrera como escritora se asienta al convencer de nuevo a muchos de los lectores que disfrutaron con su primer trabajo.

Personalmente Pasaje a Tahití me ha parecido una novela muy completa que resulta muy entretenida por su trama basada en intrigas familiares como un escenario sumamente evocador como es la isla de Tahití y la propuesta de un tema que me ha resultado interesante en cierto modo y es el negocio de las perlas.

La trama se desarrolla a través de dos líneas argumentales que aunque interrelacionadas entre sí avanzan de forma paralela al comienzo de la novela para ir entrecruzándose a media que la misma va evolucionando.  

La primera de ellas comienza en el municipio mallorquín de Manacor en el año 1929 cuando Denis Fortuny, heredero de una de las más importantes fábricas de perlas de imitación de la isla, es requerido por sus tres hermanos menores para que se reúna con ellos. En dicha reunión los hermanos dejan patente su deseo de hacerse con el control de la fábrica aludiendo a el dudoso origen de Denis, que podría no ser hijo legítimo del fallecido Hugo Fortuny, el fundador de la empresa. Para hacerles frente y tras la repentina desaparición de su madre, la única persona que podría arrojar luz, en extrañas circunstancias Denis tendrá que indagar en su pasado…

La segunda trama nos traslada al año 1889 cuando los hermanos Hugo y Bastian Fortuny se ven obligados a abandonar la isla de Mallorca ante la crisis que vive el sector del vidrio al que siempre se ha dedicado la familia. Los hermanos viajan a Tahití sin ser conscientes de que han sido estafados y la promesa de un permiso para explotar una plantación en la isla se esfuma de forma inmediata al poner los pies en aquellas tierras que no resultarán el paraíso imaginado. Los hermanos tendrán que encontrar otra forma de buscarse la vida pero una mujer se interpone entre ambos, Laia Kane la hija de un cónsul desterrado a las isla por corrupción.

Con esta trama Eva García Sáenz consigue atrapar la atención del lector y mantenerla intacta durante toda la novela. Gracias también a que va dosificando la acción e intriga para luego ir desvelando ciertos acontecimientos en algunos momentos claves  y a medida que la historia requiere. El juego que se establece entre pasado y presente nos habla de historias de amor, de celos, de rencores y rivalidades fraternales, ambición, la lucha por la supervivencia y el alto precio que se ha de pagar a veces por elegir erróneamente.

Un gran acierto me ha parecido la construcción de personajes, muy diferentes unos de otros entre sí pero complementarios al fin y al cabo, y sobre todo el triángulo de sentimientos y emociones que establece entre Hugo, Bastian y Laia. Junto al resto de los personajes los vemos luchar, caer muchas veces en sus propios errores y asumirlos, otras veces son víctimas de las circunstancias y de quienes les rodean y otras veces son ellos mismos quienes hacen daño a los demás. Sus comportamientos me han resultado muy reales siendo además personaje muy humanos con los que no cuesta demasiado empatizar y comprender.

A pesar de que Bastian y Hugo son hermanos, sus caracteres (al igual que su apariencia) son antagónicos. Uno representa la libertad, la ausencia de ataduras, la búsqueda de lo esencial mientras que el otro representa la necesidad de cierto orden, de dinero y un bienestar social. Y entre ambos una mujer a la que cada uno de ellos podrá ofrecer algo distinto. Pero ¿Cuáles serán sus necesidades? ¿Aventuras o seguridad?. En el presente la figura destacable es Denis, con la que la autora refleja la capacidad de influir en nuestros hijos y la capacidad de modelaje de sus caracteres que tenemos los padres en nuestras manos.

La novela se desarrolla en escenarios tan pintorescos y diferentes entre sí como son la isla de Mallorca, París o Japón aunque estos resultan claramente ensombrecidos por la isla de Tahití, que parece convertirse en un personaje más de la novela. A finales del siglo XIX, momento en que se desarrolla la novela, la isla estaba controlada por Francia. La autora nos ofrece unas imágenes inigualables tanto de los escenarios que los personajes van recorriendo en la isla como del estilo de vida de los colonos europeos establecidos allí o los maoríes, la tribu nativa que fue europeizándose de la mano del hombre blanco.

Como complemento encontramos el tema de las perlas abordado de una forma que resulta interesante. Eva García Sáenz nos da la información en su justa medida de forma que nos ilustra en algunos conceptos pero sin llegar a introducir datos con los que aburrirnos. Por un lado nos habla de como de como se obtienen y crecen de forma natural en el mar y por otro nos ofrece algunas nociones tanto de su cultivo como de la elaboración de perlas de imitación. La verdad es que no sabía demasiado sobre este tema y algunas cosas me han resultado muy curiosas.

La novela está narrada con un estilo ágil, sencillo, directo y accesible al lector. No es una novela muy enérgica sino que más bien se desarrolla de forma tranquila pero sin perder la fluidez en ningún momento. Su autora consigue una novela muy plástica y a la vez muy emocional existiendo un buen equilibrio entre ambos aspectos. 

Su estructura se construye a través de cuatro partes (que van marcando distintas etapas en el relato) constituidas por sesenta y cuatro capítulos de corta extensión  más un epílogo que facilitan su lectura. En estos capítulos se van alternando pasado y presente, enlazando diferentes saltos en el tiempo y las voces de tres personajes que van hilando la historia a través de sus relatos. Son Laila y Bastian en el pasado y en primera persona y una voz en tercera persona se ocupa de la parte centrada en Denis.

Quizás en el final algo me ha parecido un poco extraño. Para justificar ciertas cosas la autora crea unas condiciones algo forzadas que a mí no han acabado de convencerme pero aún así no le resta mérito alguno a la novela.

Conclusión

Si buscáis una lectura que entretenga y que a la vez resulte interesante Pasaje a Tahití puede ser una buena opción. Una novela de intrigas y secretos familiares que cuenta con una ambientación muy especial y una narración muy cercana y evocadora.