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martes, 29 de julio de 2014

El jardín a la luz de la luna - Corina Bomann



Título: El jardín a la luz de la luna
Autora: Corina Bomann
Publicación: Maeva, junio de 2014
Páginas: 440

Desde que Lilly Kaiser, una mujer que regenta una tienda de antigüedades en Berlín, perdió a su marido, no ha tenido muchas ganas de emprender nuevos proyectos. Pero un extraño anciano que le deja un misterioso violín antiguo, acompañado de una partitura titulada El jardín a la luz de la luna, despierta su curiosidad. Lilly se pone en contacto con una amiga musicóloga y, juntas, con la ayuda de un experto en instrumentos antiguos, buscarán el origen del enigmático instrumento. Su investigación las llevará a la Sumatra de principios del siglo xx, la exótica isla donde Rose Gallway, una joven violinista de gran talento, vivió una desdichada historia de amor ligada al misterioso violín y también a la historia de Lilly.

Mis impresiones

El año pasado, por estas fechas más o menos, disfruté mucho con La isla de las mariposas, la novela que dio a conocer a la alemana Corina Bomann en nuestro país. Si en principio me enamoró por completo su preciosa portada también me hizo disfrutar mucho con una historia de intrigas familiares, una ambientación exótica y una narración muy amena. Es por ello que cuando descubrí entre las novedades de junio una nueva publicación de la autora me llamó la atención de nuevo y sabía que acabaría en mis manos.

Tanto la anterior como El jardín a la luz de la luna, que también se nos presenta con una sugerente portada tras la que se van los ojos, son novelas ideales para el verano. Sus historias son tremendamente amenas y entretenidas, te atrapan desde el principio y además de estar bien construidas tienen la capacidad de dejar la mente relajada y tranquila.

Un elemento que hace esta historia aún más atractiva es su desarrollo a través de dos líneas argumentales que discurren de forma paralela y aunque intuimos que tienen una íntima relación no será hasta el final cuando desvelemos por completo el nexo que las une.

La trama que da comienzo a la novela se sitúa en Berlín en el año 2011 cuando Lilly Kaiser, una mujer joven que regenta una tienda de antigüedades, recibe la inesperada visita de un desconocido que le entrega un antiguo violín con una rosa grabada. En su interior se esconde una misteriosa partitura. A pesar de que Lilly nunca ha visto ese objeto el hombre asegura que es de su propiedad y antes de que  pueda reaccionar el visitante desparece sin más explicaciones. Este hecho despierta mucha curiosidad en Lilly, una mujer de vida sencilla y algo solitaria, quien emprende una investigación para desvelar el origen del enigmático descubrimiento.

La otra línea argumental se remonta a una noche del año 1902 en la ciudad indonesia de Padang (isla de Sumatra) cuando Rose Gallway, una portentosa y joven violinista acude como invitada de honor a una cena organizada por el gobernador de la isla.  Esa noche Rose conocerá al hombre que cambiará su destino y con el que vivirá una intensa historia de amor.

El jardín a la luz de la luna nos propone un delicioso rompecabezas en el que para unir sus piezas tendremos que ir viajando entre el pasado y presente componiendo la historia de un protagonista muy singular: un misterioso violín fabricado en el siglo XVIII que cuenta con una extraña particularidad entre los instrumentos de este tipo. Alguien grabó una rosa en la madera dejándolo marcado para siempre.

Esta novela, en mi opinión,  se encuentra entre dos de los géneros que más disfruto en la literatura. Tiene algunos componentes de la novela de paisaje (como unos escenarios muy exóticos y evocadores) y otros de las sagas familiares como trágicas historias de amor, traiciones, secretos…

Son dos los personajes que más destacan en la historia. Lilly protagoniza el presente y Rose Gallway será la estrella en el pasado. Esto no quiere decir que no existan otros personajes que con menor peso resulten imprescindibles en la historia y estén también muy bien definidos como Helen Carter, Ellen, Gabriel, Paul Havenden, etc.

 A pesar de su juventud a Lilly le ha dado tiempo a experimentar ciertos acontecimientos muy dramáticos en su vida. Poco después de casarse perdió a su esposo por lo que su vida se desarrolla de forma algo solitaria y con excesiva tranquilidad. Prácticamente solo se dedica a trabajar en la tienda de antigüedades que tiene en Berlín por lo que se ha convertido en una mujer muy practica y realista pero con muchas ganas aún de vivir. En cambio Rose a pesar de su corta edad es una de las mejores violinistas de Indonesia. Nacida en la ciudad de Padang es hija de un británico y una nativa por lo que ha absorbido una parte de cada una de las culturas. Se trata de una mujer fuerte, convencida y pasional. Dos mujeres que tienen muchos puntos en común a pesar de pertenecer a dos generaciones y dos mundos completamente distintos.

Os decía antes que la novela se desarrolla en un contexto muy exótico y del que hasta ahora creo que no había leído nada como es la isla de Sumatra en Indonesia que en aquel momento era una colonia holandesa donde se explotaban las plantaciones de tabaco y azúcar. Un lugar, que aunque no es descrito de forma exhaustiva, se nos construye con pinceladas básicas pero de forma que resultan muy visuales, por lo que son muy fáciles de adivinar. Sus paisajes, su forma de vida, algunas costumbres de sus nativos son detalles que al lector le gusta conocer.  Además en la actualidad a parte de la isla viajaremos desde Alemania a Londres e Italia siguiendo el rastro del violín.

De nuevo Corina Bomann nos ofrece un estilo sencillo, ameno y fluido. No solo resulta muy asequible al lector sino que además, como os he dicho antes, relaja al contar con una prosa envolvente, cargada detalles exquisitos que cuentan lo justo para ilustrar. La voz narrativa corre a cargo de una tercera persona omnisciente que avanza con un ritmo medio y regular en toda su extensión.

La novela se estructura a través de treinta y tres capítulos de extensión media más un epílogo que van alternando las dos líneas argumentales entremezclando presente y pasado hasta llegar a un final que conecta ambas historias. Aunque este final quizás no sea de esos que te dejan la boca abierta sino más bien de esos que al lector no le cuesta demasiado imaginar (algo que tampoco tiene porque ser negativo) he disfrutado tanto la historia así como su forma de contarlo que a pesar de todo me ha dejado un buen sabor de boca. Y sobre todo con la sensación de que la autora ha construido algo creíble, razonable y consecuente con el resto de la novela. Lo cierto es que no me gustan demasiado los finales que con tal de sorprender al lector llegan a desvirtuar la historia.

Conclusión

El jardín a la luz de la luna es una novela muy refrescante y entretenida, de esas que se leen de forma muy gustosa y son ideales para el verano. Escenarios exóticos, secretos familiares, historias de amor, segundas oportunidades son algunas de las cosas que vais a encontrar en ella.