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martes, 28 de enero de 2014

Hembra - Maranta Rubiera



Título: Hembra
Autora: Maranta Rubiera
Publicación: Editorial XPLORA, noviembre de 2013
Páginas: 352

Nasha lleva una vida centrífuga y precaria. Quizás por eso celebra sus cuarenta años en la cama de un hindú en Mumbai, bajo el efecto de las piruetas circenses de sus hormonas, o de una hipermetropía emocional que viene desarrollando desde la infancia. Pero poco importan las razones cuando una hembra florece desde adentro mientras explora un lugar extraordinario y casi imposible.

Atravesando castas, tabúes y rituales durante su periplo por un país inagotable, Nasha deja en la superficie el imaginario romántico de la India para sumergirse en las entrañas de un territorio esencial y primigenio poblado por pieles oscuras, deidades sinuosas y entrepiernas sin fronteras. La “India Ahora” de Nasha es aquel paisaje íntimo que se espacia entre lo alucinado y lo real, lo deseado y lo prohibido, su sexo y el de los demás.

Una aventura de sensualidad nómada y de intoxicaciones espirituales vivida con la libertad y la irreverencia de quien no tiene nada que perder, la historia que llevará a Nasha hacia un inesperado encuentro frontal con una de las formas más primordiales de ese sentimiento que algunos llaman amor.

Mi experiencia con la novela

La novela que hoy presento, ópera prima de Maranta Rubiera, es la ganadora del I Concurso literario promocionado por la editorial XPLORA, un sello independiente cuyo objetivo es fomentar la creación literaria centrándose en la temática de los viajes, la exploración y la aventura. 

Hembra es un libro un poco diferente porque aparte de contarnos una historia su objetivo también es que el lector realice un viaje por la India, un destino exótico con una cultura muy diferente a la nuestra que a mí, personalmente, siempre me ha resultado atractivo e interesante. Quizás por el título, que no me acaba de gustar aunque comprendo su objetivo, nunca hubiese elegido esta novela entre mis lecturas pero el simple hecho de conocer su ambientación ya captó mi interés.

“Cumplir cuarenta años con un hindú entre las piernas es reconquistar mi cuerpo en otra geografía y en otro color. Es encontrar tersuras secretas justo a tiempo, antes del resto de la vida. Es saborear esta sensación tibia de lujuria que siempre me hace sentir en casa aun estando en un país totalmente desconocido como este”

Así comienza Nasha a relatarnos su esperado viaje a la India. Nasha es una viajera incansable o como ella misma se llama “una nómada del siglo XXI”. Ha recorrido cientos de lugares y conocido muchas culturas. Llegó a su primer destino tras un vuelo que transcurrió mientras ella cumplía su primer año de vida dentro del avión después de que su madre abandonara a su padre y dejará atrás su matrimonio para mudarse a Londres. A partir de ese momento nunca pudo parar de moverse. Entre sus destinos de ensueño siempre se ha encontrado la India pero por distintas cuestiones nunca llegó a ser.

Ahora ha encontrado el modo y el momento de viajar y está dispuesta a dejarse llevar por todo lo que este país le ofrezca, incluso a convertirse en una mujer nueva…

El lector que se acerque a Hembra no debe buscar un gran argumento repleto de acción y giros inesperados sino una novela de corte más bien intimista y centrada en las emociones que surgen en su protagonista mientras se desarrolla el viaje, un viaje exterior conociendo la India y uno interior conociéndose a sí misma.

Nasha es un mujer de cuarenta años a la que hace tiempo abandonó su marido porque sus metas en las vida eran distintas y ella no conseguía deshacerse de ese instinto y ansia de libertad. La ruptura fue dolorosa pero no tardó en superarla y reconstruir de nuevo su vida a su manera. Aunque no me he sentido en ningún momento identificada con su protagonista, si que he llegado a comprenderla gracias a que la autora abre completamente sus emociones y sentimientos al lector haciéndonos saber exactamente el estado anímico y emocional de la protagonista en cada momento. Quizás sea una novela que las mujeres podemos llegar a comprender mayor facilidad que se le ocurre a su protagonista . Su viaje a la India, que va a vivir intensamente, le lleva a impregnarse de toda la espiritualidad y contradicciones de ese país, conocer otras formas de pensar y actuar, y sobre todo lo más importante, conocerse a sí misma y descubrir su propia capacidad de amar.

La sensualidad y el erotismo son un punto fundamental en la novela a través del cual la autora quiere transmitirnos que más allá de la cultura, las creencias o la localización todos los seres humanos compartimos un instinto común. Paradójicamente en un país donde el sexo es muy poco visible, donde las muestras de afecto en público no están bien vistas e incluso hay vagones especiales reservados a mujeres, la protagonista va a conseguir descubrir algunos aspectos nuevos de su sexualidad desarrollándola por completo. Al final Maranta Rubiera tiene la intención de que comprendamos que el lenguaje sexual es universal.  Nasha, exploradora y aventurera, compartirá distintas experiencias con distintos hombres e incluso conocerá de forma más profunda a las mujeres que le harán ahondar en su alma y comenzar un nuevo camino en su vida. 

Grutas de Ellora
Sin lugar a duda en esta novela uno de los puntos destacables es la excelente ambientación que su autora consigue de la India. Estamos acostumbrados a que se nos ofrezca una imagen muy concreta de este país (quizás más pobre e injusta) y a través de este relato  Maranta Rubiera nos aporta una visión mucho más actual y moderna, presentándonos como viven las nuevas generaciones sus vidas, sin atender a ciertos tabúes ni restricciones que aunque siguen existiendo algunos van dejando atrás.

En su viaje Nasha descubre los saris, los templos, las deidades hindúes, las ofrendas, los hijras (que son hombres castrados considerados un tercer sexo en la cultura hindú)  pero también nos da  a conocer algunas de las normas o costumbres que rigen el país e incluso detallándonos algunos de los alimentos que se consumen. Gracias a sus precisas descripciones somos nosotros mismos los que nos encontramos junto a Nasha en las grutas de Ellora, la playa Juhu Beach, un ashram (comunidad espiritual que se basa en la convivencia), celebrando las fiestas de Mah Shivarathi todo ello bajo un ambiente de inmensa espiritualidad.

La novela está narrada en primera persona por su protagonista que con un estilo envolvente, cuidado y sensual nos narra su peculiar viaje. Tiene un alto componente onírico y sentimental que se completa con el aspecto erótico de la novela. Pero este último ha sido cuidado al máximo rozando más la sensualidad a través de los deseos y sensaciones de su protagonista, muchas veces convertidas en metáforas, que materializado en simples escenas de alto voltaje. Quizás la novela peca de tener un ritmo un tanto lento y en ocasiones algunas escenas me han dejado la sensación de estar demasiado detalladas  y alargarse excesivamente.  Es un relato lineal estructura en veintitrés capítulos que agrupan distintas partes de su desarrollo.

Conclusión

En esta ocasión recomiendo Hembra para un tipo de lector muy concreto que disfrute con un libro de viajes, de narración lenta y detallista y que además se interese por el universo femenino. Un buen libro para descubrir la India si uno tiene claro lo que va a encontrar en él.