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viernes, 31 de enero de 2014

Intemperie - Jesús Carrasco


Título: Intemperie
Autor: Jesús Carrasco
Publicación: Seix Barral,  enero de 2013
Páginas: 224

 Un niño escapado de casa, escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que le buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos. Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.


Mi experiencia con la novela



Intemperie, la primera novela publicada del extremeño Jesús Carrasco  levantó tras su publicación cierto revuelo en el mundo literario. Generosamente promocionada por la editorial fue obsequiada con el título de la mejor novela del año y a su vez generó cierto debate en torno a sus características.  También ha sido comparada con otros autores como Miguel Delibes o Cormac McCarthy. Yo no puedo hacer una valoración sobre este punto pues con el primero no he conectado nunca y del segundo sólo he leído La carretera.

Se trata de una de esas novelas austeras en argumento, en personajes pero que consiguen oprimir al lector y generar distintas sensaciones. Tan sobria como su portada (en la que simplemente vemos la foto de una oveja) o su título. Me da la impresión de que es una de esas novelas que o gustan mucho o no se terminan de asimilar. Yo, sin embargo, no creo que sea una mala novela pero hay ciertos aspectos que no me llegan a convencer plenamente y considero son susceptibles de ser mejorados.

El argumento y planteamiento me parecen originales y diferentes. Aunque he de reconocer que me ha recordado demasiado a La carretera. No en estilismo ni mucho menos pero sus tramas tienen un fondo en común demasiado evidente. Dos personajes que se encuentran en distintas circunstancias pero aislados del resto del mundo y que deben luchar por sobrevivir ante las inhóspitas condiciones que les rodean.

Un niño se ha escapado de casa. Se esconde en una agujero en la tierra mientras escucha las voces de los hombres que le buscan. Siente miedo de que le descubran y espera el momento oportuno para huir del mundo en el que ha vivido hasta entonces. Sólo será con la llegada de la noche cuando se disponga a alejarse de la aldea en donde se encuentra su hogar. El niño no tiene un lugar a donde ir ni ningún plan tan solo pretende dirigirse hacia el norte. Poco tiempo después se encuentra con un cabrero, viejo y huesudo, en quien el niño encuentra un cómplice y de alguna manera un amigo. Ambos tendrán que sobrevivir en un paraje hostil y abandonado a través del cual son perseguidos.

Los personajes son parcos en palabras y en número pero se definen por sus actos. Esta ausencia de diálogo intensifica la sensación de soledad y desamparo en la que se encuentran los protagonistas. El silencio crea un sensación de vacío que a veces llega a incomodar al lector. A parte del niño y el cabrero nos encontramos con un tullido, un alguacil y su ayudante, imprescindibles en el desarrollo de la historia pero de los cuales no quiero desvelar nada.

Durante gran parte de la  novela el lector se preguntará qué cosa tan horrible puede haberle pasado a un niño para huir de su casa y cuál será el futuro de estos dos personajes. Dos cuestiones que tardaremos en descubrir porque la novela tarda un pelín en meterse en acción. Esto no molesta especialmente pero genera expectativas y quizás el autor podía haber aprovechado más esas páginas iniciales para provocar al lector o planearle cuestiones interesantes. A pesar de ello la novela no llega a aburrir en ningún momento y su lectura resulta entretenida.

Quizás no hubiese historia si no fuera por el desolador panorama que rodean al niño y al cabrero. En pleno verano con un sol abrasador haciendo mella sobre sus cuerpos, la tierra seca, árida y yerma sólo ofrece resistencia a su lento avance. La necesidad de encontrar agua se convierte en algo prioritario y de ello dependen sus vidas. Hay que reconocer que la autor sabe crear ambientes y transmitirle la sensación de asfixia y sofoco que pretendía.

Jesús Carrasco no ofrece ningún nombre, edad, ni dato temporal así como tampoco nos delimita la situación exacta de donde se desarrolla la acción y aunque podría ser en cualquier parte del mundo que cuente con una paisaje seco y agreste en mi mente la novela no puede salir de la parte sur de nuestro país y situada en el siglo anterior. Los olivares, rastrojos y barbechos que tantas veces he visto son elementos que aparecen continuamente en la novela y que de alguna manera concretan el paisaje.
Dice el autor en una entrevista que estos datos no existen porque desea eliminar lo superfluo resaltando lo verdaderamente sustancial y en mi opinión se echa en falta cierta información como la edad del niño, por ejemplo, pues a veces sus razonamientos o actos son demasiados maduros pero en otras ocasiones sus reacciones nos hacen pensar que es más pequeño. No estoy de acuerdo con su afirmación.

Jesús Carrasco nos habla en tercera persona y hace gala de un prosa con un alto contenido descriptivo y casi nula en diálogos, marcada por un vocabulario selecto y extenso donde los adjetivos y los detalles cobran importancia definitiva a la hora de marcarnos el entorno rural en el que transcurre la historia así como las pautas de comportamiento de los personajes. Quizás en ocasiones se torna algo forzada y artificiosa e incluso algo redundante utilizando muchas palabras para decir muy poco. Su capacidad para utilizar distintos y variados sinónimos queda patente pero al lector tanta repetición llega a resultarle excesiva y pastosa. En ella el autor recupera palabras casi olvidadas y que hacen referencia a objetos de otro tiempo que muchos de nosotros ni siquiera conoceremos. A pesar de ello no es una novela difícil de seguir o en la cual se haga uso de una sintaxis o estructura complicada, sino que es una novela amena y entretenida, clara y lineal. Es la minuciosidad a la hora de describir estados, acciones, sensaciones y sobre todo el paisaje lo que crea momentos de especial tensión y crudeza.

 
A la hora de dar explicaciones el autor se muestra demasiado templado y ciertos aspectos habrá que intuirlos de forma que me ha quedado la sensación de que no he llegado a completar la historia como me hubiese gustado y que queda en el aire.
 

Conclusiones

Intemperie es una novela distinta, original aunque en ocasiones cuenta con una prosa excesiva. Se trata de una propuesta interesante, entretenida y agradable en su lectura pero le falta mucho para cumplir todas las bondades que se han contado de ella.
Nos habla de una lucha por la supervivencia, de personajes que viven al límite, de un mundo azotado por la violencia en un entorno desolador y que lleva una reflexión ética.




jueves, 30 de enero de 2014

¡Muuu! - David Safier



Título: ¡Muuu!
Autor: David Safier
Publicación: Seix Barral, octubre de 2013
Páginas: 317

Lolle, una vaca del norte de Alemania, pasa por una etapa bastante mala: no sólo ha descubierto que su queridísimo toro Champion la engaña con esa vaca idiota de Susi. No, además se ha enterado de que el ganadero quiere vender la finca y tanto ella como sus compañeros acabarán entre dos rebanadas de pan.

Un encuentro accidental con un gato trotamundos devuelve la esperanza a Lolle. Por lo visto, existe un lugar donde las vacas no acaban convertidas en hamburguesas: ¡la India! Lolle decide poner pies en polvorosa esa misma noche y, acompañada de sus dos mejores amigas, emprender el peligroso viaje hacia la tierra prometida.

Mi experiencia con la novela

Cuando uno busca una lectura entretenida, amena y original no hay nada mejor que acercarse al escritor alemán David Safier, que ha definido su trabajo en una línea bastante concreta con la que ha ganado lectores muy fieles. Sus anteriores novelas me depararon distintas sensaciones. Maldito Karma me pareció un soplo de aire fresco en el panorama literario actual y aunque Jesús me quiere también me gustó en gran medida no me impactó tanto como su predecesora. Su anterior trabajo, Una familia feliz, no consiguió convencerme y me costó un poco más encontrar el humor en ella. Pero aún así me apetecía leer la novela que hoy os traigo.

Con ¡Muuu! he vuelto a disfrutar de una historia divertida, original, cargada de humor e ironía que destaca por el optimismo que impregnan sus páginas y que como siempre, lleva un mensaje como trasfondo, una característica que siempre cumplen las novelas de Safier.

Lolle es un vaca frisona alemana que acaba de descubrir el lado más amargo de la vida. No sólo ha descubierto que su querido toro Champion, del cual está muy enamorada, la engaña con otra vaca llamada Susi, que es un poco pendón, sino que además ha llegado a sus oídos que todas las vidas de la vacada están en peligro puesto que el ganadero ha decidido vender la granja y sacrificar a todos los animales. 

Preocupada y agobiada Lolle intenta buscar una salida a dicha situación cuando conoce a Giacomo, un gato con un acento muy raro, que dice ser italiano y que le asegura que existe un lugar llamado la India donde las vacas son respetadas y admiradas, el lugar perfecto para buscar una nueva vida para ella y sus amigas.Decidida a escapar Lolle no es capaz de convencer a todos los miembros de la vacada. Tan sólo sus amigas Rabanito, una vaca un poco torpe, la irónica Hilde y la estúpida Susi serán sus compañeras de viaje. 
 
A partir de ese momento las vacas comienzan un viaje con destino la India en el que tendrán que enfrentarse a todo tipo de situaciones en las que tendrán algunas experiencias no muy agradables más aún cuando tienen que probar inventos tales como el avión, el tren o el barco y verse las caras con algunos humanos que pretenden comérselas.

Una de las cosas que me ha gustado de esta novela es como nos presenta a los personajes. Son animales con personalidades muy definidas y acertadas que se diferencian claramente unas de otras, con sus peculiaridades y manías. Lolle es la vaca protagonista de la historia, cuya máxima aspiración es ser feliz. Es un personaje muy optimista, con mucha vitalidad y mucha fuerza que a pesar de la desilusión que se ha llevado con su toro está dispuesta a todo por salvar la vida de sus amigas. Una de ella es Rabanito, una vaca un poco atontada desde que se dio un golpe siendo ternera que no se entera de nada o Hilde, mordaz y aguda que vive acomplejada por ser la única vaca que en vez de manchas negras como toda la manada las tiene marrones, motivo por el cual siempre ha sido rechazada. Pero también tiene que cargar con Susi, la vaca que se ha liado con su novio y que no le cae. Uno de mis favoritos ha sido Giacomo, el gato italiano, un personaje muy simpático que ha viajado por todo el mundo y que conoce muy bien a los humanos.

Aunque todos estos personajes se corresponden con figuras animales, bien sean vacas, gatos, perros e incluso lombrices ciertas de sus actitudes están humanizadas y representan sentimientos muy comunes como el amor, la amistad, los celos o la rivalidad de forma que al lector le resulta más fácil sentirse identificado aunque se pierde cierta naturalidad en ello. Ciertos aspectos de la vida de los animales no pueden equiparse a condicionantes de la vida humana con lo que ciertas situaciones quedan algo forzadas.

La historia está narrada a través de su protagonista, la vaca Lolle.  Como en sus anteriores obras Safier nos sorprende con una idea original demostrándonos que su imaginación no tiene límites. De ninguna de sus historias hay que esperar un realismo evidente. Además Safier sigue fiel al estilo que le caracteriza narrando en tono de humor, con ligereza pero con diálogos cargados de intención y dobles sentidos donde la ironía, e incluso a veces la mala leche, es un ingrediente imprescindible. La novela plagada de situaciones disparatadas, extravagantes o incluso momentos de mucha ternura se lee sin ningún esfuerzo y en ocasiones con una sonrisa en los labios (sin peligro de desencajarse la mandíbula, aunque el humor es algo muy subjetivo) porque también hay en ella bormas que pueden llegar a no resultar tan cómicas como su autor tenía previsto. Además su estructura en sesenta y seis capítulos de corta extensión imprimen cierta agilidad adicional a la historia.

Al margen de la diversión David Safier siempre plantea algún tema que da para reflexionar. Si en anteriores ocasiones tocó el tema de la religión o la familia en esta ocasión, de forma muy sutil y través de las vacas, nos habla de la tolerancia, el racismo, la homofobia y las diversas formas en que cada uno puede encontrar la felicidad. Además aprovecha para introducir unas pinceladas críticas a algunos comportamientos humanos que visto desde otro punto de vista pueden resultar un tanto ridículos como el consumo excesivo de alcohol o las pautas alimenticias entre otras. 

De similar forma a los humanos estas vacas tiene una creencia religiosa determinada. Se trata de Naia, la vaca creadora, de la que el autor va intercalando algunas de las leyendas que explican el origen de su concepción del mundo y que en esta ocasión constituyen el plus que el autor suele introducir en sus novelas.

Conclusión

Por si aún no os habéis dado cuenta he disfrutado mucho con la lectura de ¡Muuu!, una novela fresca, divertida e impredecible que conquista por su simpatía pero sobre todo por sus entrañables personajes a los que es imposible no cogerles cariño.

miércoles, 29 de enero de 2014

El corazón del bambú - Pablo Tobías



Título: El corazón del bambú
Autor: Pablo Tobías
Publicación: Planeta, enero de 2014
Páginas: 254

Cuando Laura gana el campeonato nacional de kendo en 2011, piensa que por fin todo va a ponerse en su sitio: se demostrará a sí misma lo que vale, sus padres empezarán por fin a comprenderla y, sobre todo, podrá ir a Japón a estar con Isamu, el amor de su vida.

Sin embargo, lo que en principio iba a ser el más feliz de los viajes pronto se convertirá en una pesadilla cuando Laura aterrice en Tokio el 11 de marzo, el día del tsunami de Fukushima. Desesperada por saber si Isamu sigue vivo o no, Laura emprenderá otro viaje aún más complejo por el interior de Japón en el que, con la ayuda de Carlos, otro español en una situación parecida a la suya, descubrirá que también está viajando por el interior de sí misma.
 

Solo atreviéndose a llegar hasta el foco del terremoto descubrirá su destino; solo llegando a su propio corazón alcanzará a conocer la verdad.

Mi experiencia con la novela

Una de las novedades por las que ha apostado la editorial Planeta para comienzos de año es la primera novela de Pablo Tobías que después de dedicarse al mundo de los guiones televisivos ha decido indagar en el mundo literario. El hecho de que hasta ahora su trabajo se haya proyectado en el mundo del cine y la televisión es un aspecto se hace muy patente en esta novela que a ojos del lector resulta muy visual.

El corazón del bambú me ha parecido una lectura muy entretenida y dinámica que a la vez, y de forma muy equilibrada, que tiene un poco de acción también cuenta con una parte mucho más emotiva y reflexiva. Sin llegar a ser una lectura del tipo que trascienden en el tiempo su lectura es muy agradable y tiene puntos muy interesantes que más adelante os comentaré.

Ki Ken Tai. Energía, golpe, movimiento. El alma, la espada y el cuerpo se hacen uno y el golpe se produce. El árbitro levanta la mano y me da el punto, pero yo antes ya me he dado la vuelta en zanshin y mantengo las distancias con una mujer que, si no fuera por la armadura y porque las armas son de bambú, estaría muerta.”

La historia comienza justo en el momento en que Laura se proclama ganadora del campeonato nacional de Kendo (una disciplina de lucha japonesa) en 2011. La inmensa alegría inicial y la sensación de euforia pronto se convierten en amargura cuando al llegar a casa sus padres reciben la noticia con cierta indiferencia pero además queda claro que no van a cumplir la promesa que habían acordado. Y es que se niegan a pagarle el viaje a Japón que le permitirá reencontrarse con Isamu, el joven del que está profundamente enamorada.

Pero Laura, casi desesperada y tras una fuerte discusión en casa, decide salir con lo puesto y con la ayuda de un amigo huir a Japón. Sin embargo, lo que prometía ser un viaje colmado de felicidad pronto se convierte en una pesadilla. Cuando Laura aterriza en Tokio el día 11 de marzo y mientras espera otro vuelo de enlace se produce un terrible terremoto que asola el país y que pone en peligro la central nuclear de Fukushima. Con el país sumido en un caos total Laura intentará de cualquier forma posible encontrar a Isamu. Y para ello cuenta con la ayuda de Carlos, otro español que está pasando por algo similar.

Tal y como os comentado la novela tiene una parte muy activa en la que los personajes se embarcan en la búsqueda de dos personas que se encuentran en la zona que ha sido azotada de forma más severa, enfrentándose a los problemas que sufre un país que ha sido devastado por un tsunami, el cual ha arrasado con pueblos enteros y sobre el que se cierne una amenaza de fuga en una de sus centrales nucleares. En estos momentos tan delicados nada funciona, no hay  medios de transporte regulares, comunicación posible, ciertos servicios e incluso se enfrentan con la dificultad de encontrar un alojamiento.

Mientras Carlos y Laura comienzan el desesperado viaje también hay lugar para el desarrollo de una parte mucho más emotiva que refleja sus pensamientos y emociones así como el choque cultural que existe entre el mundo oriental y el occidental. Su búsqueda, la sensación de urgencia y el peligro amenazante así como el miedo de perder a una persona querida les lleva a plantearse diversas cuestiones sobre el respeto a la familia, el perdón, la importancia de la toma de decisiones, los principios morales e incluso sobre el amor.  En esta situación tan brutal sus personajes comenzarán a concretar qué es lo realmente importante en su vida desde una nueva perspectiva que les hará percibir la realidad de otra forma.

Son dos los personajes en los que básicamente se sustenta la historia, dibujados sin complicaciones y anclados a la normalidad y los problemas que ello conlleva. Laura es una joven decida e impetuosa a la que la mala relación con sus padres le lleva a tomar una medida desesperada. Escapar de ellos pero también concederse la oportunidad de ver si su vida funcionaría con la persona a la que ama a pesar de las barreras que se interponen entre ellos. Quizás la única pega que podría ponerle a esta historia es que me ha faltado intensidad en la relación entre Laura e Isamu, para que realmente funcione como detonante para embarcarse en tal aventura.

A Carlos, lo conoce en el aeropuerto, justo después de producirse el tsunami. Ambos jóvenes sienten de forma inmediata que se necesitan el uno al otro y que solo ellos pueden comprenderse en esos momentos ya que Carlos se encuentra en una situación parecida y está desesperado por tener noticias de su novia. Entre Carlos y Laura la relación está marcada por un tira y afloja, por todo aquello son capaces de decir pero sobre todo por los secretos que ambos callan. Apuntes dolorosos de dos vidas que aún están tratando de encontrar sus caminos. Con las vivencias que van sufriendo su relación va evolucionando al mismo tiempo que ellos se van convirtiendo en personas distintas.

El corazón del bambú está narrado usando el tiempo verbal en presente y una voz en primera persona que se corresponde con Laura, la protagonista indiscutible de esta historia. Pablo Tobías hace gala de un estilo ligero, ameno y muy visual en el que va creando imágenes en el lector. La novela se estructura en capítulos de corta extensión donde hay una amplia presencia de diálogos y en la que su ritmo se mantiene constante de principio a fin de forma que mantiene el interés del lector en todo momento.

“Los vivos van en el coche fúnebre mientras los muertos siguen el cortejo. ¿Por qué vas de camino en camino?” (Página 115)

En El corazón del bambú se nos ofrece frece una imagen muy concreta de la idiosincrasia japonesa, una cultura milenaria regida por muchas normas no escritas pero respetadas con rigor. Los japoneses tienen una cultura y unos valores muy diferentes a los nuestros. Son mucho más medidos, con frecuencia se callan sus opiniones para no molestar, respetan profundamente a los demás y le otorgan mucha importancia a sus raíces. En esta novela vemos la manera en que sus habitantes se enfrentan a esta situación de máxima emergencia que se vive en el país, cuando muchos lo han perdido todo. Y este es el aspecto que más interesante me ha parecido en la novela. Aunque quizás me hubiese gustado que profundizara un poco más en el tema he de reconocer que lo toca en el punto justo para crear interés y que la novela siga siendo ágil.

Conclusión

El corazón del bambú es una novela muy plástica, entretenida y dinámica que se lee prácticamente del tirón y que además de ello tiene un espacio reservado para hacernos reflexionar sobre ciertas cuestiones que pasan desapercibidas en nuestra vida diaria.

martes, 28 de enero de 2014

Hembra - Maranta Rubiera



Título: Hembra
Autora: Maranta Rubiera
Publicación: Editorial XPLORA, noviembre de 2013
Páginas: 352

Nasha lleva una vida centrífuga y precaria. Quizás por eso celebra sus cuarenta años en la cama de un hindú en Mumbai, bajo el efecto de las piruetas circenses de sus hormonas, o de una hipermetropía emocional que viene desarrollando desde la infancia. Pero poco importan las razones cuando una hembra florece desde adentro mientras explora un lugar extraordinario y casi imposible.

Atravesando castas, tabúes y rituales durante su periplo por un país inagotable, Nasha deja en la superficie el imaginario romántico de la India para sumergirse en las entrañas de un territorio esencial y primigenio poblado por pieles oscuras, deidades sinuosas y entrepiernas sin fronteras. La “India Ahora” de Nasha es aquel paisaje íntimo que se espacia entre lo alucinado y lo real, lo deseado y lo prohibido, su sexo y el de los demás.

Una aventura de sensualidad nómada y de intoxicaciones espirituales vivida con la libertad y la irreverencia de quien no tiene nada que perder, la historia que llevará a Nasha hacia un inesperado encuentro frontal con una de las formas más primordiales de ese sentimiento que algunos llaman amor.

Mi experiencia con la novela

La novela que hoy presento, ópera prima de Maranta Rubiera, es la ganadora del I Concurso literario promocionado por la editorial XPLORA, un sello independiente cuyo objetivo es fomentar la creación literaria centrándose en la temática de los viajes, la exploración y la aventura. 

Hembra es un libro un poco diferente porque aparte de contarnos una historia su objetivo también es que el lector realice un viaje por la India, un destino exótico con una cultura muy diferente a la nuestra que a mí, personalmente, siempre me ha resultado atractivo e interesante. Quizás por el título, que no me acaba de gustar aunque comprendo su objetivo, nunca hubiese elegido esta novela entre mis lecturas pero el simple hecho de conocer su ambientación ya captó mi interés.

“Cumplir cuarenta años con un hindú entre las piernas es reconquistar mi cuerpo en otra geografía y en otro color. Es encontrar tersuras secretas justo a tiempo, antes del resto de la vida. Es saborear esta sensación tibia de lujuria que siempre me hace sentir en casa aun estando en un país totalmente desconocido como este”

Así comienza Nasha a relatarnos su esperado viaje a la India. Nasha es una viajera incansable o como ella misma se llama “una nómada del siglo XXI”. Ha recorrido cientos de lugares y conocido muchas culturas. Llegó a su primer destino tras un vuelo que transcurrió mientras ella cumplía su primer año de vida dentro del avión después de que su madre abandonara a su padre y dejará atrás su matrimonio para mudarse a Londres. A partir de ese momento nunca pudo parar de moverse. Entre sus destinos de ensueño siempre se ha encontrado la India pero por distintas cuestiones nunca llegó a ser.

Ahora ha encontrado el modo y el momento de viajar y está dispuesta a dejarse llevar por todo lo que este país le ofrezca, incluso a convertirse en una mujer nueva…

El lector que se acerque a Hembra no debe buscar un gran argumento repleto de acción y giros inesperados sino una novela de corte más bien intimista y centrada en las emociones que surgen en su protagonista mientras se desarrolla el viaje, un viaje exterior conociendo la India y uno interior conociéndose a sí misma.

Nasha es un mujer de cuarenta años a la que hace tiempo abandonó su marido porque sus metas en las vida eran distintas y ella no conseguía deshacerse de ese instinto y ansia de libertad. La ruptura fue dolorosa pero no tardó en superarla y reconstruir de nuevo su vida a su manera. Aunque no me he sentido en ningún momento identificada con su protagonista, si que he llegado a comprenderla gracias a que la autora abre completamente sus emociones y sentimientos al lector haciéndonos saber exactamente el estado anímico y emocional de la protagonista en cada momento. Quizás sea una novela que las mujeres podemos llegar a comprender mayor facilidad que se le ocurre a su protagonista . Su viaje a la India, que va a vivir intensamente, le lleva a impregnarse de toda la espiritualidad y contradicciones de ese país, conocer otras formas de pensar y actuar, y sobre todo lo más importante, conocerse a sí misma y descubrir su propia capacidad de amar.

La sensualidad y el erotismo son un punto fundamental en la novela a través del cual la autora quiere transmitirnos que más allá de la cultura, las creencias o la localización todos los seres humanos compartimos un instinto común. Paradójicamente en un país donde el sexo es muy poco visible, donde las muestras de afecto en público no están bien vistas e incluso hay vagones especiales reservados a mujeres, la protagonista va a conseguir descubrir algunos aspectos nuevos de su sexualidad desarrollándola por completo. Al final Maranta Rubiera tiene la intención de que comprendamos que el lenguaje sexual es universal.  Nasha, exploradora y aventurera, compartirá distintas experiencias con distintos hombres e incluso conocerá de forma más profunda a las mujeres que le harán ahondar en su alma y comenzar un nuevo camino en su vida. 

Grutas de Ellora
Sin lugar a duda en esta novela uno de los puntos destacables es la excelente ambientación que su autora consigue de la India. Estamos acostumbrados a que se nos ofrezca una imagen muy concreta de este país (quizás más pobre e injusta) y a través de este relato  Maranta Rubiera nos aporta una visión mucho más actual y moderna, presentándonos como viven las nuevas generaciones sus vidas, sin atender a ciertos tabúes ni restricciones que aunque siguen existiendo algunos van dejando atrás.

En su viaje Nasha descubre los saris, los templos, las deidades hindúes, las ofrendas, los hijras (que son hombres castrados considerados un tercer sexo en la cultura hindú)  pero también nos da  a conocer algunas de las normas o costumbres que rigen el país e incluso detallándonos algunos de los alimentos que se consumen. Gracias a sus precisas descripciones somos nosotros mismos los que nos encontramos junto a Nasha en las grutas de Ellora, la playa Juhu Beach, un ashram (comunidad espiritual que se basa en la convivencia), celebrando las fiestas de Mah Shivarathi todo ello bajo un ambiente de inmensa espiritualidad.

La novela está narrada en primera persona por su protagonista que con un estilo envolvente, cuidado y sensual nos narra su peculiar viaje. Tiene un alto componente onírico y sentimental que se completa con el aspecto erótico de la novela. Pero este último ha sido cuidado al máximo rozando más la sensualidad a través de los deseos y sensaciones de su protagonista, muchas veces convertidas en metáforas, que materializado en simples escenas de alto voltaje. Quizás la novela peca de tener un ritmo un tanto lento y en ocasiones algunas escenas me han dejado la sensación de estar demasiado detalladas  y alargarse excesivamente.  Es un relato lineal estructura en veintitrés capítulos que agrupan distintas partes de su desarrollo.

Conclusión

En esta ocasión recomiendo Hembra para un tipo de lector muy concreto que disfrute con un libro de viajes, de narración lenta y detallista y que además se interese por el universo femenino. Un buen libro para descubrir la India si uno tiene claro lo que va a encontrar en él.