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lunes, 1 de julio de 2013

Querida Amanda - Marlena De Blasi



Título: Querida Amanda
Autora: Marlena De Blasi
Publicación: Ediciones Martínez Roca, 2013
Páginas: 409

«Cher Maman:

Tú no me conoces. Quiero decir que no nos conocemos. Bueno, en realidad sí que nos conocemos, pero yo era muy pequeña y creo que tú también. Se me ha ocurrido que tal vez me eches de menos y quieras tener noticias mías. No quiero que te preocupes y por eso he pensado en escribirte para decirte que estoy bien. Me siento bien. Me llamo Amanda y soy tu hija.»

Cracovia, 1931. La joven princesa Andzelica, de tan solo dieciséis años, se obsesiona con un joven apuesto y elegante con el que mantiene una breve aventura de la que quedará embarazada. Su madre, la condesa Valeska, temerosa de que el honor de su ilustre familia quede mancillado para siempre, decide, en secreto y sin decirle nada a Andzelica, deshacerse de la criatura. Para ello deja a la pequeña Amanda, que nacerá con una grave malformación en el corazón, al cuidado de unas monjas en el convento de San Hilario, en Francia. La vida de Amanda será dura y difícil: una madre perdida, una rectora particularmente severa con ella y el recelo constante de sus compañeras del colegio. La única esperanza de Amanda será encontrar a su madre y averiguar por qué la abandonó...

¿Hay algo más fuerte e indestructible que el amor entre una madre y su hija?

Mi experiencia con la novela

Es muy difícil que una portada con las características que esta presenta pase desapercibida ante mis ojos. Me pareció preciosa y sugerente desde el primer momento en que la vi. Ya conocéis mi afición a las novelas familiares y a la temática de la segunda guerra mundial y que una novela reúna estos dos temas supone una lectura segura.

Esta es la historia de un abandono, una culpa y una ignorancia.  

Andzelica es una joven aristócrata polaca que con dieciséis años se enamora de quien no debe y arrastrada por la pasión y sin miedo a vivir ese amor se queda embarazada. Pero Andzelica nunca llegará a conocer a su hija porque su madre, la condesa Valeska, para evitar la vergüenza , el escándalo y salvaguardar el honor decide abandonar a la niña y poner su cuidado en otras manos. La familia ya se había visto involucrada en otro escándalo de adulterio y muerte y la condesa se asegura de que todo rastro del nacimiento de la niña sea borrado de forma que nunca puedan llegar a relacionarla con su hija.

Pero esta, sobre todo, es la historia de Amanda una niña nacida con una malformación en el corazón que abandonada en el convento de San Hilario situado en la campiña francesa crece en un entorno complicado. Nunca llegará a conectar con las niñas internas que estudian allí y aunque recibe todo el calor de las monjas también se encuentra con del desdén de la madre superiora Paul, una mujer fría que considera a Amanda el mayor de los incordios porque en el fondo le recuerda la niña que un día fue y su dolorosa y trágica infancia. Obligada a permanecer en el convento y vestir unos hábitos sin devoción debido a las circunstancias nada consigue conmover su corazón de piedra. Por esto, no tiene ningún reparo en ser dura con ella y en darle un trato distante.

Aunque Amanda cuenta con el consuelo de  Solange, una ex novicia que la cuida y mima, sueña con reencontrarse con su verdadera madre y siente el dolor de no conocer los motivos por los que fue abandonada.

Me ha resultado interesante la construcción y  vuelta de tuerca que se da en algunos personajes. La autora nos presenta una imagen inicial de ellos asignándoles unos caracteres muy concretos pero a medida que la historia avanza los va modelando, explicando sus conflictos internos de forma que modifica nuestra percepción inicial de ellos. No son personajes absolutamente buenos ni absolutamente malos sino que se comportan según las circunstancias y según las experiencias que han vivido. Son capaces de cambiar de registro según el entorno en que se encuentren. Por poner algún ejemplo, Solange es caritativa y generosa con Amanda, la acoge como si fuera su propia hija pero también es capaz de ser implacable con su propia madre a quién no perdona o la hermana Paul en quien descubriremos una vida difícil y una incapacidad para empatizar con los demás pero nunca se separa de Jossette.

Quizás Amanda es un personaje demasiado precoz, sus reacciones, pensamientos y forma de razonar corresponden a una edad algo superior. A pesar de la sensatez y madurez que presenta es solo un niña que desea reencontrarse con su familia, que no entiende el desdén de sus compañeras o de la madre Paul, a quien incluso llega a considerar su madre verdadera, una niña que conoce las limitaciones que le impone su propio corazón y que le hacen diferente al resto de las niñas.

La prosa es evocadora, espesa e incluso me atrevería a decir que de algún modo emula a la novela clásica. Quizás peca de ser extraordinaria en detalles que por un lado crea una ambientación excepcional pero por otro lado ralentiza la poca acción que hay en la novela.  No es este vuestro libro si buscáis un argumento apasionante y un ritmo trepidante pero si os gustan los detalles, la recreación perfecta de imágenes, paladear tranquilamente las escenas es un libro que no os defraudará. La novela ensalza sobre todo los sentimientos de los protagonistas a través de un narrador en tercera persona pero intercala algunos pensamientos de los protagonistas en primera persona de forma que nos acerca a ellos.

La novela se estructura en ocho partes centrada cada una de ellas en un periodo de tiempo y en unos personajes concretos. En esta historia no nos habla solamente de Amanda, sino que llegaremos a conocer algunas circunstancias que sufre la condesa Valeska y Andzelica, abuela y madre respectivamente de la protagonista a través de los capítulos que la autora les dedica.

La historia nos traslada a los escenarios de Montpellier en Francia y Cracovia en Polonia desde 1931 hasta 1945, un periodo de tiempo en que ambos países se vieron afectados por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. La contienda supone un punto de inflexión en la novela, de forma que antes de declararse la vida transcurre en un convento casi aislado del mundo, con su particular forma de vida, con su mundo interior propio y sus exclusivas normas de convivencia. Un mundo ordenado y tranquilo.

En 1940 el ejército alemán invade ambos países, Polonia no resiste más de cinco días y poco después se produce la capitulación francesa. La ocupación nazi deja a su paso disparos, arrestos, muertes y persecuciones. Las calles pierden toda su tranquilidad, no hay lugar seguro. La población comienza a conocer el hambre, la escasez de alimentos y el miedo. En estas circunstancias Solange y Amanda deben cruzar un país que depende del enemigo, donde no pueden moverse con libertad e incluso donde no es fácil conseguir comida. Un viaje que en vez de durar un par de días se convierte en una oscura travesía que tardaran años en cruzar.

En este punto de inflexión la novela se torna más sombría y dura pero también la trama aumenta en interés y donde Amanda deberá tomas decisiones cruciales para su vida.

En la novela se nos habla del poco pudor de la clase aristocrática en ciertas cuestiones. En las que todo vale con tal de de salvaguardar su propia figura. Mucho más importante que una vida resulta la dignidad de la familia. Una vez declarada la guerra nos vuelve a demostrar el egoísmo de esta clase, mientras todo el país acucia las penurias ellos siguen recibiendo alimentos exquisitos y disfrutando plenamente de sus privilegios.

Su desenlace es uno de esos en los que es básico que el lector ponga de su parte. La autora no da nada hecho y quizás ha dejado la historia abierta a una continuación (esto no es más que una suposición mía).

Conclusión

Querida Amanda es una novela recomendada para lectores que disfruten con las historias bien contadas, con los pequeños detalles y con una buena ambientación. Una historia conmovedora sobre el amor de una madre y su hija.