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jueves, 7 de marzo de 2013

Madrid 1605 - Eloy M. Cebrian y Francisco Mendoza

Erasmo López de Mendoza es un bibliófilo y ex profesor entusiasta de la literatura de los Siglos de Oro. Desde que se jubiló su mayor placer reside en atesorar en su inmensa biblioteca ejemplares antiguos y valiosos.

Un día realiza un hallazgo sensacional en una librería a la que acude usualmente. Se trata de un manuscrito que cuenta una historia relacionada con el primer borrador de la obra más conocida e importante del escritor Miguel de Cervantes.

Erasmo es consciente de la importancia del documento ya que sospecha que este contiene las claves que determinan donde se encuentra el manuscrito original que cuenta la historia del famoso hidalgo de la Mancha. Para ayudarle en sus pesquisas convence a Pilar, una antigua alumna, a emprender una aventura “quijotesca”.

Lo que en principio sólo parece una idea extravagante se convierte en una camino peligroso que profesor y pupila han de recorrer poniendo en peligro sus vidas.

A la vez iremos conociendo los hechos que sucedieron poco antes de que la mejor novela de Cervantes viera la luz.

Mi experiencia con la novela

De la mano de la editorial Algaida nos llega está novela que reúne las plumas de dos autores, Eloy M. Cebrián y Francisco Mendoza. Según ellos mismos cuentan mientras Mendoza origino la idea su compañero elaboró la prosa. Una colaboración que ha dado un resultado magnífico.

A los que nos apasionan los libros conocemos el placer que proporciona no sólo su lectura, sino el manejarlos, olerlos, acariciarlos y mirarlos. Por eso muchos de nosotros podemos llegar a entender la obsesión del protagonista de esta historia, Erasmo López, un jubilado profesor de universidad y bibliófilo por atesorar y hacerse con joyas antiguas.

Lo primero que me gustaría decir sobre esta novela es que se lee de forma muy gustosa. Si en principio había pensado que la historia podría ser más formal me ha resultado un relato entretenido y con cierto tono socarrón que presenta una idea original y bien construida.

La historia gira en torno a la búsqueda del manuscrito original de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, uno de los libros más admirados de la literatura universal pero también uno de los que más se atraganta a ciertos lectores, sobre todo aquellos a los que la lectura se les impone en el instituto. Esta búsqueda se lleva a cabo en dos épocas distintas protagonizadas por varios personajes que aunque existe entre ellas una distancia de cuatro siglos tienen algunas similitudes en su desarrollo. Son dos historias en las cuales podríamos establecer cierto paralelismo.

En la actualidad conocemos a Erasmo López, un profesor de universidad ya jubilado, viudo, bibliófilo y apasionado del Siglo de Oro. Tal es su pasión por coleccionar piezas antiguas, únicas o rarezas que no duda en utilizar ciertas triquiñuelas para hacerse con estos valiosos ejemplares. Cuando adquiere de una forma un tanto peculiar unos legajos que a simple vista parecen muy interesantes inmediatamente busca la ayuda de una ex alumna, Pilar, para desvelar lo que se esconde entre sus líneas. Será con ella con quien inicie una fantástica aventura que pretende encontrar el manuscrito de la historia de El Quijote que no estará exenta de ciertos peligros.

Estos documentos fechados en el año 1604 y narrados por uno de sus protagonistas, Gonzalo de Córdoba, nos cuentan la increíble historia en que se vio envuelto cuando actuó como acompañante de Miguel de Cervantes en su desesperación por encontrar el manuscrito de la novela que previamente había sido robada.



La novela se construye a base de mezclar con cierta habilidad realidad y ficción de forma que los autores pasan de una a otra casi sin que nos demos cuenta y además teniendo que buscar algunos datos por nuestra cuenta para verificarlo (y esto me parece muy bueno porque significa que la historia interesa). Lógicamente toda obra que cuenta con estas características ha de tomarse ciertas licencias literarias. Por un lado nos presenta el mundo de los libros antiguos, los cazatesoros, las triquiñuelas para conseguirlo así como las rivalidades entre los que se dedican al oficio y los coleccionistas.  Y por otro lado construyen una historia extravagante el robo del manuscrito escrito por Cervantes justo antes de ver la luz.
Por la novela naturalmente figuran personajes tanto reales como ficticios. Entre los inventados que bien podrían ser personajes de carne y hueso, encontramos a Erasmo con un perfil que ha logrado conquistarme por su picardía y cierta maldad, Pilar o Gonzalo de Córdoba. En el otro extremo y como personajes reales se encuentran Cervantes o Lope de Vega, dos escritores que tienen mucha trascendencia y que mantenían una clara rivalidad en su época.

Y, a mí, que pertenezco a esa generación de alumnos que soportamos estoicamente y de forma digna la lectura del Quijote pero que nunca hemos querido por ello acercarnos más a la vida y obras de este autor, la lectura de Madrid 1605 me aporta una nueva dimensión del escritor, mucho más humana y más cercana e incluso no me resulta tan mala idea volver a leer El Quijote de una forma más madura y sobre todo en libertad y a mi ritmo.

Cervantes es un escritor cuya vida no ha podido descifrarse al completo y esta novela nos permite hacernos un poco a la idea de cómo y quién fue (eso sí, como ya he dicho hay mucha ficción en sus páginas), mirar un poco que sucedía en su casa y acercarnos al proceso de creación y mundo editorial del momento. La escritura a mano, la imprenta rudimentaria e incluso el mercado editorial en ese momento.

Como la novela se estructura en dos tramas diferentes y ambientadas en dos siglos diferentes los autores utilizan dos estilos narrativos bien distintos. La historia ambientada en la actualidad está narrada en tercera persona, con un lenguaje selecto y pulcro pero con cierto tono socarrón y chistoso que le aporta cierto encanto a la prosa.
La trama ambientada en el siglo XVII está narrada en primera persona por uno de sus protagonistas, Gonzalo de Córdoba que a modo de diario nos cuenta sus andanzas con el escritor Miguel de Cervantes. Esta es la parte que más me ha gustado. A parte del lenguaje adaptado a la época con todas sus fórmulas de cortesía, el lenguaje rimbombante y empalagoso que se utiliza en el libro, está muy bien ambientada aunque tampoco se encuentra exenta de cierta comicidad y extravagancia.

Los escenarios por los que mueven los personajes son diversos. En la parte actual la historia se desarrolla al completo en Madrid en sus calles o la Biblioteca Nacional pero en la parte ambientada en 1604, Gonzalo y Cervantes recorren también Valladolid donde se situaba la casa de Miguel de Cervantes e incluso tenemos acceso a su interior. Resaltar lo maravillosamente que está recreada esta parte en especial a través de las descripciones y el relato de Gonzalo de Córdoba.

Conclusión

Madrid 1605 es una novela que se lee con mucho agrado y que entretiene, se disfruta su historia y cuenta con cierto toque de misterio e intriga. Abordada con mucho ingenio y fantasía, magníficamente narrada y con un buen ritmo que hace al lector sentirse muy a gusto entre sus páginas.
Una novela muy recomendable para los amantes del Siglo de Oro y todos aquellos que se proclamen apasionados de los libros.

** Imagen: http://www.bne.es/es/Micrositios/Exposiciones/BNE300/Exposicion/Seccion3/sub1/Obra07.html?origen=galeria