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miércoles, 23 de enero de 2013

El parque de los inocentes - José Antonio Carbonell Pla


Don Dionisio Guardiola, uno de los hombres más ilustrados y respetados de la ciudad de Medoria acaba de fallecer después de una larga enfermedad. La prensa no sólo se ha hecho eco de la noticia sino que ha reabierto el debate sobre un espeluznante crimen que sucedió hace quince años en la mansión familiar y que nunca fue resuelto.  Alguien acabó de forma violenta con las vidas de la esposa del señor Guardiola junto a una de las criadas que allí trabajaban. Muchos fueron los dedos que apuntaron a diversos miembros de la familia como posibles autores.

Alberto Candau es un joven médico casado con Caty, la hija del difunto Guardiola. Cuando se produce la muerte de su suegro la pareja se traslada a la mansión cumpliendo sus últimas voluntades. De la noche a la mañana Alberto se convierte en el cabeza de familia. Intentará por todos los medios proteger a su esposa de las acusaciones de la prensa mientras pretende comprender y esclarecer que ocurrió quince años atrás en la mansión.

Además, en las inmediaciones de la gran casa se erige el Parque de los Inocentes, un misterioso y desolado lugar en el que extrañamente Alberto encuentra la paz a pesar que las gentes del lugar aseguran que esta maldito desde que un terrible accidente se diera lugar allí.

De esta forma Alberto se ve involucrado es una serie de acontecimientos que perturbarán su tranquilidad. Sin saberlo, se adentra en un mundo de luces y sombras, de secretos y sospechas mientras alguien le acecha en el parque.

Mi experiencia con la novela

Este libro llegó a mis manos la semana pasada cuando recibí un email por parte de su autor ofreciéndome su lectura.  Se trata de José Antonio Carbonell Pla que se ha lanzado a recorrer el difícil camino de la autoedición. Tras publicar su última novela en versión digital El parque de los inocentes en la web Amazón ha conseguido hacerse entre los primeros puestos de venta en tan solo un mes.

Sinceramente me he llevado una muy grata sorpresa con esta novela. No entiendo como las editoriales dejan de lado este tipo de obras que resultan muy interesantes para el lector e incluyen en su catálogo en muchas ocasiones, libros con contenidos muy pobres y de muy baja calidad.

El parque de los inocentes es un thriller que contiene muchos ingredientes para hacer de ella una lectura muy atractiva.  Un argumento sólido, unos personajes bien conformados y una intriga constante son los tres pilares básicos sobre los que construye esta novela. El autor no sólo sabe captar nuestra atención con una trama llena de misterio sino que además sabe encontrar la forma de narrar de manera que la novela resulta muy amena.

El argumento de la novela gira en torno a Alberto Candau, un médico que casado con la hija de un uno de los hombres más importantes de la  ciudad se muda a la mansión familiar cuando el suegro muere afectado de una enfermedad. En las inmediaciones de la mansión existe un parque temido por todos los ciudadanos. Muchos aseguran que el mal se esconde entre sus rincones.

En la mansión todo está sumido en un oscuro silencio desde que quince años atrás alguien acabara con la vida de Doña Violante, su difunta suegra, junto a una asistenta en un crimen sangriento y atroz. Nunca se pudo encontrar al culpable e incluso muchos dedos apuntaban a algunos miembros de la propia familia.  Pero a pesar de que el tema se ha reabierto y ha vuelto a estar de candente actualidad los miembros de la familia no sueltan prenda. Nadie quiere recordar ni remover el doloroso pasado.

Aunque toda la familia se acoge a cierto mutismo,  Alberto intentará por todos los medios esclarecer que sucedió allí mientras procura proteger a su esposa y sabe que este es el camino adecuado para conseguirlo.

En la novela hay dos tramas que focalizan nuestra atención. Por un lado tenemos el doble asesinato que se produjo en la mansión Guardiola y por otro que es lo que esconde en el Parque de los Inocentes. A priori no sabemos si ambos lugares están relacionados por algo más que su cercanía en el espacio. Pero lo cierto es que todo alrededor de ellos se presenta como un misterio. Dos lugares capaces de perturbar hasta las mentes más serenas.

Es evidente que el autor ha sabido imprimir al protagonista una entidad propia que va mas allá del personaje. A lo largo de la novela se disecciona con bastante precisión su carácter. De forma que sus acciones siempre están debidamente justificadas y el lector puede comprenderlas. Alberto es un personaje quizás no complejo pero si rico en matices que en todo momento sabemos cómo se siente, piensa y cómo evoluciona durante la novela. El resto de los personajes secundarios que tienen una participación notable en el libro también quedan correctamente conformados aunque a un nivel distinto (debido a la voz narradora). El autor juega constantemente con la ambigüedad de los mismos de forma que nuestras percepciones sobre ellos van cambiando según lo hace el relato y de manera que no podemos adivinar qué saben o qué ocultan. Cada uno de estos personajes aporta un punto muy interesante a la novela.

Caty, la esposa de Alberto, es una mujer con un personalidad cambiante. Por un lado pasional y amorosa y por otra una mujer atormentada y marcada por la muerte de su madre que no duda en mostrarse fría en ocasiones y hacer daño a Alberto cuando le ataca el malhumor o necesita protegerse.

Por otro lado están la tía Cándida, que vive aislada en su torreón y siempre estuvo enamorada de Dionisio. Jacinto, el antiguo mayordomo de la casa y a quien le tienen reservado un espacio en la misma. Corbacho, el poderoso y siempre displicente abogado de la familia o Carlos, hijo de la asistenta que pretende descubrir quién le arrancó la figura maternal cuando contaba con solo tres años.

La acción se sitúa en Medoria a mediados de la década de los noventa, una ciudad ficticia creada por el autor para transmitir un ambiente muy concreto y que, según las propias palabras del autor la necesidad de crear este lugar surge de la inexistencia de un paraje con las características precisas para ubicar la obra. Lo cierto es que el parque pasa poco a poco a ser un protagonista más de la novela. Actúa como un elemento perturbador sobre el cual se ciñen las sombras, un lugar sombrío y cargado de misterio que dispara nuestra tensión y en el que percibimos que algo flota en el aire.

La novela está perfectamente ambientada. El autor sabe crear el clima necesario que requiere un relato de estas características. Incluso la ambientación temporal es bastante  precisa. Parece que la década de los noventa está a aquí al lado pero lo cierto es que muchas cosas funcionaban de manera distinta a cómo se producen en la actualidad. Creo que el  lector podría reconocer y situar la acción en esta época sin que se nos indicara.

El estilo narrativo del autor es muy cuidado haciendo uso de un vocabulario pulcro y amplio del que se denota un gran conocimiento de la lengua, una estructura no complicada pero si con un estilo marcado y accesible al lector. El relato está salpicado de descripciones sencillas y precisas que recrean escenarios, situaciones y personajes a la perfección. La novela se estructura en dos partes cuya transición entre ellas marca un punto de inflexión en el relato determinado por el protagonista. Cada una de estas partes se divide en capítulos cortos que le imprimen cierta agilidad al relato.


La tensión del relato va creciendo a medida que avanzamos a través de sus páginas. Poco a poco sentimos la misma confusión, el mismo agobio que el protagonista, al igual que él vamos necesitando respuestas y realizando nuestras propias pesquisas sobre los sucesos ocultos. La voz narrativa corresponde a la primera persona interpretada por el Alberto, el protagonista  historia, que a modo de diario no sólo narra sino que da a pie a que nos sintamos parte de todas esas circunstancias oscuras que rodean al personaje. Me parece un gran acierto este planteamiento que da lugar a que la información nos llegue de forma restringida y vayamos descubriéndola a través de los razonamientos del protagonista. El lector no puede más que intuir al igual que el personaje.

Me ha gustado mucho la mezcla que el autor de elementos que podrían ser reales y de elementos ficticios. No solo consigue fundir e integrar estas dos características sino que resultan incomprensibles una sin la otra.

Además la novela tiene una fuerte carga ética. Se nos plantean cuestiones que podrían dar lugar a un interesante debate y que no pueden pasar por el lector sin que al menos se ponga durante un instante en su lugar. ¿Hasta dónde llegarías para proteger a alguien a quien amas? ¿Cuáles es el límite que puedes perdonar?

Conclusión

Después de todo lo que os he comentado no puedo dejar de recomendaros El parque de los inocentes. Un novela con ritmo, un argumento atractivo y un desarrollo más que interesante que además cuenta con unos personajes bien construidos  y una excelente ambientación.


** Gracias al autor por el ejemplar