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lunes, 21 de noviembre de 2011

Las ardillas de Central Park están tristes los lunes - Katherine Pancol



Antes de leer esta reseña os aviso que al ser una tercera parte es inevitable que contenga "spoilers" de las novelas anteriores, así que estais pensando en leerlas o en algún punto de ellas mejor que paseis directamente a la critica personal.

Argumento de la contraportada

La vida, a menudo, se divierte y, escondido en una palabra, una sonrisa, un billete de metro o el pliegue de una cortina, nos entrega un diamante capaz de colmar todas nuestras expectativas.

Para Joséphine el diamante podría ser la propuesta de su editor de que escriba una nueva novela, las llamadas de Philippe a las que no contesta o la incondicional amistad de su amiga Shirley. ¿Será Joséphine el diamante de Philippe? ¿Y cuál es el que persigue Shirley? Alrededor de estos tres personajes, todo un abanico de jóvenes -Hortense, Gary, Zoé, Alexandre- buscan también el diamante que ha de cambiar sus vidas para siempre, dejándose guiar por esas pequeñas piedras que van encontrando en el camino.

Porque si nos detenemos un instante, si observamos con atención y nos atrevemos a coger lo que nos ofrece una mano tendida, la vida, probablemente, no volverá a cubrirse de tristeza. Ni el sábado, ni el domingo, ni tampoco el lunes
Mi argumento
Después de pasar por el duro trance de perder a su hermana y su marido, Jo tiene que seguir hacia adelante con su vida, sus hijas, su trabajo y debe buscar además la inspiración para escribir una novela si no quiere que su situación económica empeore.
También debe hacer frente a unos sentimientos que la desgarran por dentro, la comprometen, la someten y le hacen sentirse una traidora, y es que a veces uno de enamora de quien no debe. Ante esta circunstancia Jo tendrá que elegir entre dejarse llevar por su corazón o hacer lo que le dicte su cabeza.
Personajes
Con respecto a las novelas anteriores hay algunos personajes que cobran más protagonismo y otros que tienden a desaparecer. Después de la reaparición del fantasma de Antoine finalmente descubrimos que había muerto y finalizamos la novela con la muerte de Iris a manos del asesino en serie que estaba actuando en la zona y que había atacado a Jo. Por tanto, ya no contamos con este personaje porque solo aparece a través de los recuerdos de Jo.
Según la contraportada se centra en los personajes de Jo, Phillipe y Shirley, aunque Phillipe sigue sin ser un personaje estrella y poco tiene que decir.
En cambio Hortense es uno de los personajes que mas juego y vida proporciona a la novela.
Siguen las tramas de los Grobz pero con muchas menos apariciones en la novela.
Como novedad nos adentramos mas en la historia de Shirley un personaje casi desconocido por nosotros hasta ahora.

A Josephine, nuestra protagonista,  la conocimos en la primera novela como una mujer insegura de sí misma que tenía miedo a enfrentarse a la vida tras ser abandonada por su marido y tener que hacer frente en solitario a la responsabilidad de una casa y el cuidado de unas hijas. Es temerosa y apocada pero también es bondadosa, caritativa y comprensiva.

Hasta ese momento su vida era como la de cualquier mujer que se dedicada a su esposo e hijos pero vimos que Jo tan lenta como las tortugas salía hacia adelante.

Escribió una novela de éxito que le hizo ganar mucho dinero, probó en el amor, mejoró su aspecto y consiguió abandonar su antiguo barrio a las afueras de Paris para vivir en un lujoso barrio en el centro donde sobrevivió no solo a los problemas normales y cotidianos que tenemos todos sino que en su mismo bloque vivía un asesino en serie.

Pero algo le pasa a Jo que sigue sin coger el toro por los cuernos y abalanzarse a la vorágine de la vida y lanzarse al amor.

Su vida no termina de encarrilarse. Ha perdido a su hermana Iris en manos de un asesino que la dominó y la utilizó, por fin se ha confirmado que su ex marido está muerto y la relación con sus hijas se complica por momentos debido a que están creciendo demasiado deprisa.  Además su editor la presiona para escribir una nueva novela porque se está agotando el crédito que le proporcionó su opera prima. Pero la inspiración no llega y quizá es porque Jo ya no tiene nada que contar.

Entre Phillipe y ella ha surgido algo pero Josephine no se atreve a hacerle frente, el recuerdo de Iris la persigue y siente que si está con él sería una traición hacia su hermana.


Hortense es la hija mayor de Jo. Si la conocimos como una adolescente interesada y egoísta ahora tiene veinte años y no ha cambiado nada. Sigue detestando la caridad, la bondad y la humildad, todo lo que supone su madre algo que las enfrenta constantemente. Ella está muy segura de sí misma, se ve brillante, vibrante, inteligente y guapa. Además no teme a nada porque no se lo permite a sí misma.

Sigue viviendo en Londres para realizar sus estudios encaminados a hacerse un hueco en el mundo de la moda y conseguir fama, notoriedad y sobre todo dinero y no duda en emplear todo aquello que esté a su alcance para conseguirlo, juega con las personas, utiliza su sexualidad para obtener todo lo que quiere de los hombres y no tiene ningún escrúpulo.

Pero también vamos a descubrir que Hortense tiene algo de humana y es que aunque ha decidido no enamorarse hasta encontrar su camino, Gary se ha hecho un huequito en su corazón y por primera vez en su vida siente algo con un beso o una caricia.

Ella que se había prometido a sí misma no sufrir por amor, no podrá cumplir su promesa porque aunque él la corresponde sus caminos no convergen. Y continuamente tendrá que elegir entre amor y trabajo. Así se embarcan en una relación llena de encuentros y desencuentros, de incomprensión y soledad. Su historia se convierte en un juego de amor-odio a partes iguales.


Zoé, la hija pequeña de Jo ya ha alcanzado plenamente la adolescencia. Ha pasado de ser una niña dócil y amable a ser una joven con problemas, con dudas y cuya vida se complica por momentos. Descubrirá el amor, las diferencias entre hombres y mujeres y lo raro que es vivir. Como a muchos adolescentes les ocurre al llegar a esta etapa se sienten incomprendidos por sus padres y esto será un problema más para Jo, porque ve como su hija pequeña se aleja de ella.

Está enamorada de Gaetán un chico que también tiene muchos problemas. Pertenece no solo a una familia desestructurada sino que su padre está en la cárcel acusado del asesinato de varias mujeres, entre ellas Iris.

Phillipe era el marido de Iris y con quien tenía un hijo Alexandre, un niño de quince años que lo está pasando muy mal con la muerte de su madre y que no encuentra las palabras para expresar su dolor por lo cual ha decidido no hablar por el momento.
Para Phillipe la muerte de Iris supone una gran desgracia sobre todo porque es la madre de su hijo y sufre por él. El matrimonio se había destruido hacía ya tiempo porque había descubierto que ella no estaba enamorada de él y que solo se había casado por dinero.
Pero había descubierto en Jo, una mujer sincera, sencilla y desinteresada y esa figura le había fascinado. Era todo lo contrario a su hermana y por ello la amaba, aunque Jo no tenía claros sus sentimientos y le daba miedo a enfrentarse a esta nueva relación. Así sus encuentros eran apasionados aunque esporádicos y entre ellos había un muro invisible que les impide estar juntos.
Phillipe ha abandonado el mundo empresarial y ha decidido dedicarse a la colección de obras de arte. Poco a poco descubrirá que su mundo era pequeño y que se puede hacer mucho bien a los demás.
Shirley, es una antigua vecina del barrio en que vivía Jo antes de mudarse al centro. Entre ellas había surgido una bonita amistad y se necesitaban y apoyaban mutuamente.
Shirley siempre fue una mujer misteriosa, hija no reconocida de la reina de Inglaterra se crió en el palacio de Buckingham sin el afecto de su madre y con un padre dedicado a servir a la reina.
Si en la primera novela estaba escondida en el barrio de Courberoie porque un hombre a quien amaba la había chantajeado al conocer quién era ahora vive en Londres para estar cerca de su hijo Gary que estudia allí. En esta novela cobra mucho más protagonismo y conocemos su historia al completo.
Hemos tenido que esperar para conocerla más a fondo pero en esta parte, entenderemos las inquietudes de Shirley, como ha sido su vida y su relación un tanto difícil con los hombres sobre todo hasta que conoce a Oliver un pianista de quien se enamora.
Tiene un hijo llamado Gary, fruto de una relación que tuvo cuando era muy joven y su padre la envió a Escocia a un internado muy estricto. El padre no quiso saber nada de ella tras enterarse de que estaba embarazada.

Gary tiene 21 años y como a todos los jóvenes de su edad le gusta ir a su aire y no tener ataduras. Quiere estudiar piano en nueva York y para ello pide ayuda a su superabuela, como él la llama.

Su madre  y el siempre han tenido una relación muy buena hasta que la sombra del padre se cernió sobre él y Gary quiso encontrar sus raíces.

 Henriette la madre de Jo, sigue sin aceptar que no solo su marido le ha dejado por otra sino que ya no tiene ni el status social ni el dinero que tan feliz le hacía. No solo debe conformarse con lo que Marcel le paga al mes en concepto de manutención sino que además tiene que ver como es completamente feliz con su amante.
Si ya en la novela anterior urdió un plan que no llegó a buen puerto para hundirlos en esta parte sigue sin conformarse con lo poco que le queda y volverá a la carga con una nueva triquiñuela con la que vengarse a gusto y por fin.
Con Jo sigue sin hablarse y tras la muerte de Iris ha decidido que no tiene más hijas.
Marcel Grobz sigue feliz junto a Josiane y el pequeño Junior, un niño prodigio que les da más de un quebradero de cabeza. Se está haciendo mayor y le cuesta hacer frente a todos los problemas que le dan las empresas.

Josiane por su parte ha conseguido el sueño de su vida, y es sentirse feliz en una gran familia después de pasar una infancia llena de malos tratos y abusos.

Aunque el pequeño Junior la pone de los nervios porque no es un niño normal que llora, moquea y juega con otros niños, sino un erudito que hace cosas milagrosas para su edad. En la novela anterior se nos presentó como una persona que se había reencarnado en el cuerpo de un bebé.

Mi crítica
No todas las novelas se leen de la misma manera, hay algunas que hay que leer prestando especial atención, otras  las devoramos página a página y algunas hay que saborearlas y digerirlas poco a poco.
Este es el caso de “Las ardillas… ”, es una novela que el argumento no te empuja a querer saber más  de la historia inmediatamente, a seguir la página siguiente y la siguiente pero que su lectura constituye una experiencia muy positiva.
Sin ser una novela excepcional que creo que vaya a pasar a la historia se deja leer y es entretenida. Tiene gran contenido sentimental de forma que al leerla la historia irradia calidez.
El argumento, como en las anteriores novelas sigue sin parecerme nada del otro mundo y si en “El vals…” podíamos encontrar más acción, en esta novela la autora se deshace de ella  y en cambio encontramos muchas reflexiones sobre la vida, el amor, la amistad, etc, desgranando poco a poco sensaciones, sentimientos y distintos puntos de vista de los personajes.
La novela es simplemente un entramado de hechos cotidianos, la mayoría de ellos ni siquiera tienen importancia. De hecho me ha costado plasmar el argumento del libro ya que no existe una línea general sino que se compone de muchos acontecimientos pequeños y vulgares. En ocasiones a veces esto se hace un poco pesado porque da mil vueltas a la misma situación de un personaje y no avanza. Por ejemplo la relación de Jo con Phillipe que es exactamente igual durante toda la novela y al final la soluciona de forma rápida y casi omisa.
 Como en la primera novela me da la sensación de llegar de llegar a un punto en que no avanza la trama, que ya no da más de sí, se estanca y solo hay relleno hasta alcanzar el final. Mi conclusión es que se podía haber hecho lo mismo en la mitad de páginas y sin que la historia se vea alterada.
Si ya había un personaje que para mí despuntaba y prometía era Hortense, desde la primera novela y en este caso sigue siendo el personaje junto con su historia que más me ha gustado. Me ha parecido de lo más entretenida su relación de amor-odio con Gary, esos momentos de tener que escoger, de dudar, de no saber por dónde seguir.
Pancol introduce muchos detalles y se toma mucho tiempo en analizar los sentimientos de personajes que no tienen ni si quiera la categoría de secundarios, personajes que apenas tienen importancia con apariciones mínimas y que no solo no aportan nada a la historia sino que se podría prescindir perfectamente de ellos y con ello aligerar la historia de tantas páginas.
Al final tenemos un batiburrillo de personajes pero eso sí, muy bien definidos porque si hay algo que resaltar en esta novela, es que los personajes quedan perfectamente definidos de forma que no solo lo sabemos todo de ellos sino que hasta podemos prever sus reacciones. La autora se mueve como pez en el agua entre ellos y no pierde ni un ápice de continuidad la historia en estos saltos.
Esta novela me recuerda más al estilo de “Los ojos…” que a la segunda. Si lo que más me gustaba de la segunda era que por fin pasaban muchas cosas, en este sentido he sufrido una pequeña decepción.
Una cosa que me ha gustado o por lo menos me ha dado la sensación de que la traducción esta mucho más lograda, sin errores gramaticales y no hay ese cambio repentino de tercera a primera persona.
Valoración de la trilogía
Desde que me encontré por primera vez con “Los ojos amarillos de los cocodrilos”  fue una novela que me generaba muchísima curiosidad y ganas de leer. Después de leer esta y sus dos secuelas me hubiese gustado más hacer caso a las críticas que al principio eran muy positivas pero que se fueron desinflando poco a poco. Lo decía por entonces y lo digo ahora, no entiendo el éxito que está teniendo. Y no es que me arrepienta de haberlo leído pero es que esperaba mas.
Después de leer más de dos mil páginas y gastarme más de sesenta euros creo que no ha merecido la pena. Es entretenida pero he perdido mucho tiempo en una historia que no lo merece.
Y quizás el problema sea que yo tenía demasiada curiosidad por leer estos libros y me había forjado tantas expectativas que a lo mejor hubiese sido imposible cumplirlas.
El estilo de las tres novelas es irregular, aunque todas están narradas de forma sencilla, amena y natural con muchos diálogos, en el contenido no son tan uniformes. Mientras “Los ojos…” y “Las ardillas..” (y espero no hacerme un lio con tanto animal) son novelas carentes de acción en “El vals…” tenemos una novela mucho más ágil, mas formada y con mas cuerpo. Definitivamente me quedo con “El vals…”, la lectura que más he disfrutado.
El problema no está en que las novelas no me hayan gustado sino que me parece una trilogía demasiado larga para el contenido. Todo se podría haber resuelto de igual forma en un par de novelas de trescientas páginas más o menos porque en la novela no pasa casi nada y la historia no da mucho mas de si.
Lo más atractivo sin duda siguen siendo los títulos de las novelas que entran por los ojos, que te incitan a curiosear y que se quedan en tu cabeza. A cada cual más llamativo para formar esta curiosa “trilogía animal”.