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domingo, 13 de febrero de 2011

Tres metros sobre el cielo - Federico Moccia

En la ciudad de Roma, el destino une a dos adolescentes que en principio parecen no tener nada en común. Babi es una joven que como muchas otras cuenta con las inquietudes propias de su edad y cuyas preocupaciones son vestir a la moda, salir con sus amigas, sacar buenas notas y echarse novio.

Para Step sin embargo la vida no resulta tan fácil, es un chico violento que prefiere intimidar a los demás, meterse constantemente en problemas y jugarse la vida en las carreras de motos.

Aparentemente son dos personas a las que nada une hasta que se ven arrastrados por una historia de amor que poco a poco y a medida que va calando hasta los huesos los irá cambiando irremediablemente; en ella aflorará su lado más rebelde y salvaje y él nos mostrará que a pesar de todo existe en cada uno de nosotros un lado más tierno y humano. Entre ellos se creará un vínculo muy especial, de forma que será inmensa la comprensión que Babi profesará por Step mientras él la protegerá con su vida.

A su alrededor, Pollo, Pallina, Daniela, el siciliano, Gloria, Dario, Lucone, Schello y otros jóvenes similares construirán un mundo a su alrededor.

Pero a veces las diferencias son insalvables y el amor no es tan ciego como lo pintan, porque no es suficiente amar para soportar que se vulneren los principios éticos de uno mismo. 

Mi experiencia con la novela

Federico Moccia se ha convertido en todo un fenómeno de masas gracias a esta novela, la cual tuvo que publicar él mismo porque todas las editoriales le cerraron las puertas. Pero Tres metros sobre el cielo logró colarse entre el público y su novela fue viajando de mano en mano hasta convertirse en un best seller.

A mi la novela no me ha gustado por muchas razones que iré detallando a continuación. El principal problema creo que han sido los personajes con los que no he sido capaz de conectar ni siquiera entender.

La protagonista de la novela es una buena chica, con una buena educación que saca buenas notas, y que lleva la misma vida que cualquier otra chica de su edad, maquillaje, ropa de marca, estudiar y encontrar el verdadero amor es todo su mundo. Procede de una buena familia que le ha proporcionado un buena cultura, sus padres la han educado de forma que se sea sensata.

Step tiene 19 años y todo un curriculum delictivo. Es un chico violento, insolente, descarado, egocéntrico, problemático y del tipo que siempre está metido en líos, palizas y carreras ilegales de motos, además su comportamiento es intimidatorio contra los demás. No estudia y ni siquiera tiene un trabajo. No tiene escrúpulos y no duda en chantajear, amenazar o amedrentar a cualquiera con tal de conseguir sus objetivos, incluso es capaz de maltratar a su propio hermano.


El argumento me parece que aun siendo muy común (chica buena conoce a chico malo y se enamoran) no está del todo mal si el autor hubiese configurado unos personajes más moderados y no tan violentos. Resulta difícil que te guste el protagonista masculino, algo imprescindible en toda historia de amor.

En este libro los protagonistas son adolescentes, algunos de ellos tienen un comportamiento violento pero llevado a un extremo, es cierto que existen adolescentes violentos, pero no son la mayoría. Los adolescentes se preocupan por vestir a la moda, por salir, por enamorarse y son los mínimos quienes se divierten dando palizas, destruyendo, huir de restaurantes sin pagar, y esto merma credibilidad a la historia.

No solo se trata del amor que viven dos personajes, la historia no queda ahí, sino que pretende ser un testimonio del estilo de vida de un colectivo como es la juventud, la amistad, el amor, los problemas típicos de esta edad, la preocupación por las marcas, están muy presentes en el libro. Y me parece un buen punto de partida si no fuese porque se queda en el tintero las buenas intenciones.

Algo que he echado de menos es intensidad en la relación, quizá han faltado esos momentos que caracterizan toda historia romántica y no resulta más especial que cualquier otra historia vivida por dos adolescentes.

Algo si me ha recordado a mi adolescencia, las motos, la ropa, el salir de clase tan lanzada como un misil, las camisetas Fruit of the loom que la gente llevaba y en algunas cosillas mas, pero con lo que no me he sentido nada identificada y no he sido capaz de empatizar es con los personajes, ella no me ha gustado simplemente pero él me ha parecido detestable y lo bueno que tienen las historias de amor es que los personajes tambien te enamoran a tí.

Los personajes al final le han quedado más o menos bien definidos, aunque el comportamiento no es muy consecuente. Step es un chico violento de esos que no tienen escrúpulos y dudo mucho que Babi, que es todo dulzura y candidez llegara a enamorarse de él en el mundo real, simplemente por el trato vejatorio que el al principio cuando se están conociendo le dispensa a ella, arruinándola una fiesta porque la metió en la ducha, persiguiéndola con la moto o incluso dando una paliza a alguien que no ha hecho nada delante de ella.

Ademas no me ha gustado que el autor intente justificar la violencia de Step por problemas en su vida (no los voy a desvelar) que por otra parte no son tan graves como para provocar toda ese alarde de rencor y venganza contra el mundo. Pues bien, la violencia nunca, nunca es justificable, por mucho que uno tenga una vida difícil y complicada.

Se dan en la novela multitud de situaciones grotescas, extrañas e imposibles, después de ver como Step pega a un amigo de sus padres, quienes huyen dejándola con el matón, Babi se monta en la moto con él, lo lógico hubiese sido que la llevaran a casa los amigos de sus padres. Esto por poner un ejemplo pero habría montones mas

Si hay algo que llama la atención de esta novela es lo mal escrita que está. Supongo que la traducción no está muy lograda porque no quiero ni pensar que el original este escrito de esta manera. Está repleta de frases mal redactadas de manera que resultan incomprensibles. Formas verbales mal usadas, expresiones inconexas hacen que la lectura sea algo tediosa y desesperante, a lo que se suma una prosa redundante y pesada.

En definitiva…

Considero este libro una obra menor, prescindible, un intento fallido de conquistar publico de cualquier edad que se ve agravada por la mala actuación de la traductora. Le doy un seis porque al final me ha entretenido y me he quedado con ganas de leer la segunda parte.