Comenzaré diciendo que este libro fue publicado inicialmente en el año 1917 y posteriormente, en 1920, su autor recibió el Premio Nobel de Literatura por la misma. Confieso que no había oído hablar de él e incluso me ha sorprendido saber que es considerado "el padre de la literatura moderna". Merece la pena asomarse un poco a su biografía por que hay muchos hechos trágicos en ella que subyacen del contexto socio-político del momento.
La historia que nos narra este libro es la del origen de una nueva colonia en una zona hasta el momento despoblada de Noruega. Todo comienza cuando Isak, un hombre de una fortaleza inmensa, encuentra un lugar apropiado en el bosque en el que establecerse. La tierra no parece tener dueño y poco a poco va creando un espacio de vida. Construye una pequeña cabaña que con el tiempo logrará mejorar, consigue criar animales y un poco mas tarde aparece una mujer con la que compartir el día a día, el duro trabajo de la granja y apaciguar la soledad.
Isak e Inger, con no poco esfuerzo, consiguen prosperar de la nada, solamente con su trabajo. Los hijos no tardan en llegar. Pronto su situación dará que hablar en la zona y atraerá a gente con diferentes objetivos hasta construir un núcleo habitacional.
La bendición de la tierra ha sido una novela de la que no sabía que esperar y al principio fue una enorme sorpresa. Es una de esas novelas en las que parece que no pasa nada mientras vas leyendo pero que poco a poco te vas dando cuenta de que es grande e importante lo que ha contado el autor. Hansum nos habla de cómo se construyeron esos primeros emplazamientos en Noruega, la forma en que poblaron zonas que hasta el momento estaban deshabitadas. Para ello resalta valores como el trabajo, la fuerza y la constancia con el hombre entregado a la naturaleza, utilizándola y sirviéndose de ella para sobrevivir. Pero al mismo tiempo realiza una crítica brutal a la modernidad y la evolución a la par que desdeña a aquellos que con no tan buenas intenciones intentan aprovecharse de los demás, de lo que han conseguido con su esfuerzo. Cuando uno está solo es difícil encontrar manos que te impulsen; sin embargo cuando el trabajo está hecho ya no es tan extraño que aparezcan otras que solo pretenden recoger.
Mientras leía la novela me ha inundado una increíble sensación de paz y de tranquilidad. Su lenguaje es muy rico, elegante en su forma y muy natural. Una novela narrada con sencillez y tranquilidad que poco a poco va calando en el lector e incluso resulta emotiva en algunos momentos. Hay situaciones bastante delicadas por las que el autor pasa de una forma muy tranquila. Quiero decir que a pesar de ser momentos duros para sus personajes no enfatiza el dramatismo ni lo agrava. Él solo narra, no juzga por lo que esa parte la debe hacer el lector si quiere. Es una novela con regusto a clásico, a un trabajo bien hecho.
Sin embargo también tengo que decir que hay un aspecto que me ha parecido un poco menos positivo. Mientras la primera parte de la novela se centra en las vidas de Isak e Inger y en sus hijos, una vez pasado el ecuador encontramos las de otros colonos que, en mi opinión, resultan como intrusos que de repente abren nuevas subtramas que cambian el tono de la novela y nos alejan de esos personajes a los que ya tenemos cariño. No quiero convertirlo en algo negativo pero si es cierto que a mí no me ha terminado de complacer.
Uno de los principales personajes es Isak, el origen de la historia. Un hombre rudo, fuerte, tosco, tenaz, que solo sabe trabajar. Un hombre que parece muy básico y, en cierto modo, lo es, que no muestra sus sentimientos pero percibimos que los tiene. Un hombre honesto y leal. A su lado un mujer a la que nadie querría por un defecto físico pero que se convierta en la compañera perfecta para Isak. Ambos lucharán contra todo tipo de adversidades. Primero contra las de la naturaleza, luego contra las suyas propias y con las del resto de seres humanos. Entre ellas veremos la envidia, el racismo, el intento de engaño, la crueldad o el desdeño de la enfermedad.
Son personajes que están muy bien definidos y a los que veremos evolucionar durante la novela. Seremos conscientes como se hacen responsables de sus errores, como los admiten y como se enfrentan a ellos.
En definitiva, creo que La bendición de la tierra es una novela muy recomendable para un lector al que le guste la literatura bien hecha y cocida a fuego lento. Una novela que en un remanso de paz, que ensalza los valores del trabajo, la lealtad y la constancia.