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jueves, 11 de febrero de 2021

La vida negociable - Luis Landero


Una de mis mejores lecturas del año pasado fue, sin ningún lugar a dudas, Lluvia fina del extremeño Luis Landero. En esa ocasión no solo descubrí un libro fantástico sino a un autor que me entusiasmó. Es por ello que me hice poco después con La vida negociable. Un libro completamente diferente al anterior pero que me ha reforzado la idea de que tengo que seguir conociendo a Landero. 

Esta es la historia de un hombre llamado Hugo Bayo. Es él mismo quien nos a contando su historia desde niño hasta el momento que vive en el presente que está ya rodando los cuarenta. Un joven que vivía en Madrid con sus padres y que podría haber sido un niño cualquiera. Si no fuese porque cuando tenía unos nueve años hace un descubrimiento terrible sobre su madre. La noticia hará que su relación cambie y el cariño se convierta en un arma arrojadiza sobre ella. Poco después otra funesta revelación sobre su padre hará que el joven crezca de una manera atípica y su vida se convierta en una constante búsqueda...

La vida negociable es una de esas novelas que una encuentra muy de vez en cuando. Una novela que desde el inicio te engancha y atrapa por una cuestión determinante: su protagonista. Es tan tan bueno, está tan bien trabajado y resulta tan contradictorio que es difícil no involucrase de alguna manera con él. 

De hecho es un personaje que me ha creado poderosas y extremas sensaciones contradictorias. Hugo puede ser mezquino, fabular con ínfulas supremas, estar lleno soberbia o mostrarse como un ser en el que se aprecia una maldad evidente para poco después pasar a ser un pobre diablo, un ignorante, mezquino y absurdo que no tiene nada en la vida.  De ambas maneras iremos viendo como Hugo, hijo de un administrador de fincas y una mujer menuda y bella, va descubriendo el amor, la amistad, los planes de futuro... De hecho Hugo me ha recordado en cierto sentido al protagonista de La conjura de los necios, Ignatius Reilly. Un ser extravagante y poco social.

Un personaje con el que es difícil empatizar pero que tiene una voz tremendamente poderosa que va haciendo el relato de su vida en primera persona, con una mezcla de drama y sentido del humor bastante histriónico.  

Al final La vida negociable yo creo que también es una feroz crítica a la sociedad del momento y Landero lo escenifica en multitud de aspectos de la vida. En la doble moral del "haz lo que yo digo pero no lo que hago" (robos, infidelidades, etc..), en la absurdez de las relaciones sentimentales que se mantienen por rutina y no por amor verdadero o peor aún los matrimonios que se consuman porque es lo que toca. La frustración de trabajos que se desarrollan sin vocación, la defensa de ideas a ultranza entre otras muchas miserias ser ser humano. Porque si algo sobra en esta novela es la miseria que acompaña a la mayoría de sus personas. 

Además Landero es un excelente narrador cuyo relato va como la seda. No solo la construcción de frases y el lenguaje son agradables para el lector sino que la novela tiene un ritmo perfecto. 

Sin duda seguiré descubriendo al autor.