Tres pequeñas mentiras es una de esas novelas que podemos encuadrar en el thriller psicológico casero en la que unos personajes nos tienen tras el descubrimiento de un secreto durante toda su extensión.
Todo comienza en el año 2017 cuando Ellen comienza a preocuparse por su mejor amiga Sasha que no ha regresado al piso que comparten en Londres. No es la primera vez que su compañera de piso ha desparecido pero Ellen tiene una poderosa razón para pensar que esta vez puede no ser algo voluntario y encontrarse en una situación peligrosa. Lo primero que se le ha ocurrido tiene que ver con el pasado de las dos jóvenes y es a las personas que los compartieron con ella a quien primero acude.
De esta forma viajamos diez años atrás en el tiempo que nos llevarán a una tragedia sucedida durante una noche en una fiesta que cambiaría la vida de muchas personaes.
El hilo argumental de la novela se centra en dos pilares básicos que deberían ser el punto fuerte de la novela ¿Donde esta Sasha? ¿Ha desaparecido por voluntad propia o le ha asado algo? y la otra pregunta gira entorno a lo sucedido durante una noche diez años atrás como he dicho.
Tres pequeñas mentiras es una novela de esas que intenta mantener el suspense y la tensión narrativa cambiando de narrador, punto de vista y contexto temporal. La autora ha intentado crear un puzzle con todo ello para que el lector intente probar suerte y adivinarlo. Sin embargo, creo que es una fórmula que no acaba de funcionar en esta ocasión. Y creo que la razón es porque introduce demasiados elementos que no solo no sujetan la trama principal sino que la lastran. Hay momentos en que esta lentidud en la narración más que crear más suspense o intriga hace que se diluya pesando demasiado.
Y quizás en el desenlace también me ha llegado a decepcionar un poco. Por un lado había algunas cosas que tenía bien claras y otras han sido inesperadas porque la autora iba haciendo que focalizásemos nuestra atención en otro punto aunque con ello haya tenido que trampear un poco al lector. Además me quedo con la sensación de todo resulta un poco artificial en conjunto.
Aunque a pesar de ello tengo que reconocer que es una novela muy entretenida que una quiere acabar para descubrir los secretos que guardan sus personajes. Como suele suceder en este tipo de novelas una vez se comienza a tirar del hilo acaba saliendo a la luz muchas más cosas de las esperadas.
A su favor tengo que decir que es una novela narrada de forma directa, sencilla y funcional que se apoya mucho en los personajes que la protagonizan. Os he nombrado solo dos pero hay muchos más a los que conoceremos en el pasado y en el presente. Algunos de ellos tienen voz propia en la novela y podemos ver como ha sido su evolución de acuerdo a lo que han vivido. Este aspecto creo que está muy bien trabajado en la novela.
Es una novela que nos habla de amistad de lealtad, de miedos, de violencia, de mentiras y silencios. De las consecuencias que tienen nuestras acciones y de las personas que tienen capacidad de influirnos. Plantea una pregunta interesante ¿Es posible recuperar el tiempo perdido con las personas? Y de las cárceles que nos construimos nosotros mismos. Un tema que me ha parecido interesante para reflexionar.
En definitiva, Tres pequeñas mentiras, como podéis ver, no me ha parecido una novela redonda. Es una lectura entretenida, que se lee con facilidad y que entretiene.