Parece ser
que Fidelidad, la última novela del escritor italiano Marco Missiroli (a quien
yo no conocía hasta ahora), va a ser llevada a la pequeña pantalla a través de
la plataforma de Netflix, que se ha fijado y que actualmente está trabajando en
ella. Mientras tanto yo os cuento de qué va la novela y mis impresiones.
Cuando la
novela arranca conocemos a una pareja como otra cualquiera. Carlos y Margherita
tienen treinta y poco, están casados y aparentan ser felices. Ella trabaja con
bastante éxito en el sector inmobiliario y él es profesor en la universidad
aunque no tiene muy claro si es el verdadero lugar que quiere ocupar.
Un rumor
sobre Carlo va a destrozar la tranquilidad de la pareja. Y es que parece que ha
sucedido algo de índole sexual en los baños de la universidad según algunos
afirman haber visto. Sin embargo la versión de los implicados es bien distinta
y defienden que todo ha sido un desafortunado malentendido. Sea como fuera la
semilla de la duda ha sido sembrada.
A partir
de ese momento y en esta situación tanto Margherita como Carlo comienzan a
dudar, a replantearse algunas cosas en su vida y a sentirse diferentes. Un nuevo
mundo que no pueden controlar se abre ante ellos.
Fidelidad
es una novela bastante cerrada, en personajes y temática, pero en la que
básicamente se nos habla de la evolución de una pareja a la que se puede considera
bien avenida hasta que sucede algo que incomoda a ambos. Y se trata de una
posible infidelidad. Posible para ella porque él tiene la certeza de lo
ocurrido, obviamente.
A partir
de ese momento seguirán respetándose física y mutuamente pero sus mentes
buscarán saciar nuevos deseos que se van despertando. Ella comienza a fantasear
con su fisioterapeuta y él con la alumna con la que se le relaciona. La novela
va explorando todo ese cruce de sentimientos que van viviendo los personajes,
que no saben si son fieles o infieles, que no saben si se atreverán a dar un
paso más allá, sus tentaciones y la forma en que intentan justificarse a sí
mismos.
Fidelidad
es una novela que ahonda muchísimo y de forma muy introspectiva en el complejo
tema de la fidelidad de la pareja. Una novela que quizás no me atrevería a
recomendar a todo el mundo pero que si uno sabe degustarla puede llegar a ser
un plato exquisito. Su autor la explora despojando se lo más obvio, de lo que
en principio todos tenemos en mente. Y es el adulterio físico y se centra en la
psicología y la moralidad. ¿Es el deseo vinculante? ¿Es prohibitivo? ¿Es más
dañino ser desleal un día, un momento o una vez o reiterarlo emocionalmente? ¿Qué
motivos llevan a las personas a ser infieles?
A parte
del juego que da el argumento de la novela para reflexionar tiene una
estructura asombrosa. Un mismo tema puede ser abordado de diversas formas y en
mi opinión la arquitectura de esta novela es muy acertada. Conocemos las
inquietudes de los personajes a través de una voz en tercera persona pero que
conoce íntimamente a sus personajes. La novela tiene un ritmo algo irregular.
Quizás un poco lento en ocasiones lo que creo que la hace más conveniente para
lectores pacientes (eso y que no hay división en capítulos sino en fragmentos).
En algún momento parece que no avanza, que no ocurren demasiadas cosas pero sin
darnos cuenta sí que lo hacemos.
En
definitiva, creo que Fidelidad no es un libro fácil, pero me ha resultado muy
interesante y enjundioso en general. En algunos momentos me ha dado la
sensación de que la novela navegaba un poco a la deriva, con un halo raruno y
quizás por ello creo que necesita encontrar su lector adecuado.