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Al blog llega hoy una novela que me llamó inmediatamente la atención y es que es oír la expresión “thriller psicológico” y no puedo evitarlo. Debe ser que tengo una mente muy retorcida y disfruto con los agobios, las turbaciones y las perversidades que experimentan los personajes que la protagonizan. Con La paciente silenciosa he dado en el clavo. A nuestro país llega precedida de un gran éxito en cada país en el que ha sido publicado. Y es la primera novela del autor.
Al blog llega hoy una novela que me llamó inmediatamente la atención y es que es oír la expresión “thriller psicológico” y no puedo evitarlo. Debe ser que tengo una mente muy retorcida y disfruto con los agobios, las turbaciones y las perversidades que experimentan los personajes que la protagonizan. Con La paciente silenciosa he dado en el clavo. A nuestro país llega precedida de un gran éxito en cada país en el que ha sido publicado. Y es la primera novela del autor.
La novela da
comienzo con la narración de la muerte de Gabriel Berenson, un conocido
fotógrafo de cuarenta y cuatro años de edad. Su cadáver fue encontrado en el
salón de su propia casa con cinco disparos en la cabeza. Y a su lado permanece
la persona de la que todo el mundo sospecha: se trata de su mujer. Alicia
Berenson. Treinta y tres años de edad. Pintora. Y con un pasado traumático.
En realidad, nadie
ha podido verificar qué ocurrió realmente aquella noche porque Alicia ha
permanecido desde entonces en el más absoluto mutismo. Seis años después el
joven Theo Faber, psicoterapeuta ambicioso que quiere coronarse, decide pedir
la plaza vacante en The Grove, el centro psiquiátrico en donde Alice permanece
ingresada, e intentará recuperarla del trance, hacerla hablar y desvelar, por
fin, que sucedió la fatídica noche.
Este es el comienzo
de la novela. Desde luego este autor sabe cómo lanzar un buen gancho que atrape
y despierte la curiosidad del lector. Un salvaje asesinato del que no sabemos el
culpable, el móvil o los detalles. Tan solo que pudo haber sucedido cualquier
cosa. Todo indica a que fue su mujer pero en realidad, nadie ha podido
corroborarlo. Ella no ha dicho ni una sola palabra, no explicó nada, no se
defendió. Pero pintó un inquietante cuadro pocos días después del suceso en el
que hace referencia al mito de Alcestis, una tragedia griega que nos habla de
un sacrificio.
Y desde entonces
Alicia permanece altamente medicada y aislada del mundo. Con la llegada de Theo
a The Grove la dosis de sedante se reducirá y quizás ella vuelva algo a la
vida. Esta es una de las dos líneas argumentales que construyen la novela. Y
una segunda línea, no menos interesante, que nos llena la cabeza de interrogaciones
y nos hace preguntarnos a qué viene todo eso es la historia. Él mismo es el
narrador y dice que nos va a contar la historia pero no hace más que hablar de
su vida. Ahh, amigos, no digo nada más, pero tiene mucha miga.
Indiscutiblemente,
hay dos personajes en esta historia, Alicia y Theo. Paciente y médico. Ella nos
intrigará desde el principio y él lo haga conforme la novela avance. Y es que La
paciente silenciosa gana a medida que la historia avance. No es que su comienzo
sea flojo – no lo es en absoluto- sino que es de esas novelas en las que todo
se complica cuanto más nos introducimos en la historia hasta llegar a un punto
que no sabremos qué es verdad y mentira y de qué personajes fiarnos. Obviamente
este juego psicológico está muy bien utilizado por el autor.
Os he dicho que la
novela la narra Theo Faber – relatándonos la historia de Alicia y la suya
propia- pero no es del todo cierto. Puntualmente
en la novela encontrarnos algunos capítulos en los que la propia Alicia en
forma de diario nos habla de sí misma. Y debido a este formato ya sabemos que descubriremos
mucho de ella pero ¿Loca o cuerda? ¿culpable o inocente?
Son dos preguntas
que hasta el final no podremos responder y tengo que decir que una parte del
final se va vislumbrando en el último tercio (consecuencia yo creo de la
coherencia narrativa) pero otra para mí ha sido totalmente inesperada.
La narración en
algunos momentos en angustiosa. Michaelides juega, como he dicho, con dos perspectivas
diferentes, con saltos en el tiempo y una ambientación que ya es efectiva en sí
misma. Creo que no explaya demasiado en descripciones sobre escenarios pero
sientes de alguna manera esa turbación de encontrarte en un psiquiátrico. Los
médicos, la vigilancia, la medicación, las medidas de seguridad, los pacientes,
etc…
En definitiva, La paciente silenciosa, me ha parecido
una novela muy recomendable. Un thriller psicólogo que explora los recovecos y
trampas de la mente humana. Una novela que te atrapa y no te suelta hasta el
final y que está narrada de una forma muy ingeniosa.