Este es el quinto libro que han creado a cuatro manos
Julio Santos y Patricia Pérez que forma parte de la colección de Las aventuras de Txano y Óscar. Un proyecto
que nació de forma espontánea, con mucha ilusión y muchas ganas de dar a la
literatura infantil algo bien hecho y que atraiga a los más jóvenes. Se nota
claramente el gran trabajo que hay detrás.
Los dos protagonistas son Txano y Óscar, dos gemelos que
tienen caracteres muy diferentes. Junto a su familia (sus padres, su hermana y
su perro) viven en Twin City un lugar donde de vez en cuando pasan algunas
cosas extrañas. Todo empezó con La piedra
verde en la que un extraño meteorito otorgó a los hermanos un poder
especial.
A partir de ahí hemos vivido otras aventuras en Operación Sabueso, El secreto de los Dogón y
El dragón de Jade. Cada entrega
narra diferentes historias, aunque todas tienen en común algo y es que la magia
y la fantasía son una parte esencial. Otra cualidad es que estos libros nos
llevan a sitios diferentes ya sea en un lago, en su propio barrio o en sitios
exóticos de China o África aunque el centro de operaciones de la pandilla es
una casa en un árbol a la que llaman Área. Se nota que los autores buscan
contar algo diferente al lector en cada ocasión.
En esta, gracias al tío Mike, tendrán la oportunidad de
acudir al Festival Internacional de Magia y Mentalismo, que se celebra cada
tres años y en ciudades distintas. Una vez allí comienzan a suceder cosas
inesperadas para la familia, que está encantada con los espectáculos. Y al
final tendrán que involucrarse con la hermandad de los herederos de Merlín para
salvar el mundo de unas manos malignas.
Poco puedo ya de decir de esta serie que no hay dicho en
ocasiones anteriores. Creo que la mezcla de magia, aventuras, intriga y sus
simpáticos personajes hacen que sea un libro muy entretenido a la par que
atractivo para los lectores.
Me resulta una historia muy limpia, con muy buenas
intenciones y muy bien narrada. Últimamente os he hablado de libros de
YouTubers que a los niños atraen mucho pero yo creo que libros como El conjuro Escarlata están narrados de
una forma desenfadada pero con un lenguaje más depurado y del que deben
aprender más. Ojo, no digo que los primeros sean malas lecturas pero creo que
deben complementarse con estas historias que nos enseñan valores familiares y
de amistad, fomentan la curiosidad y hacen vivir aventuras.
Las ilustraciones de Patricia Pérez son una muestra más
del cuidado, buen gusto y buen hacer de sus personajes. Resultan simpáticas y
nos hacen “ver” a sus personajes.