Título: El hilo invisible
Autora: Gemma Lienas
Publicación: Destino, septiembre d 2018
Páginas: 413
El hilo invisible no es la primera novela de la escritora Gemma
Lienas. De hecho me ha sorprendido leer en su biografía que tiene a sus
espaldas más de ochenta títulos. A pesar de todo yo no tenía referencias sobre
esta escritora pero como ya sabéis las novelas en las que aparecen las palabras
“secretos familiares” me resultan irresistibles.
Julia Coma está
pasando por una etapa en su vida un tanto confusa. Se dedica a escribir guiones
sobre documentales y aunque siempre ha realizado muy buenos trabajos ahora está
bloqueada y no se le ocurre nada para entregar a principios de septiembre (estando
casi al final de julio), la fecha que le han dado como ultimátum. En una conversación
su marido, doctor en biomedicina genética, este le pone en un camino que le
resulta interesante en principio. Se trata de escribir sobre la investigación de
una mujer en el descubriendo de la doble hélice de ADN. Además cuando su amiga
Cristina la lleva a una exposición pictórica comienzan a brotarle las ideas. O al
menos un punto de partida con un enfoque algo diferente al inicial.
Por si este
proyecto no fuera suficiente estresante para ella su marido Carlos está
empeñado en que el momento perfecto para ser padres. Julia no lo tiene tan
claro y su diferencia de opiniones comienza a sembrar una duda sobre su
matrimonio en ella.
Quizás por todo
ello cuando la protagonista recibe una invitación de cumpleaños de parte de una
pariente lejana en Francia decide aceptar. Se trata de su bisabuela Yvonne a
quien no conoce, al igual que toda la parte de su familia que reside en
Francia, ni ha visto nunca. Durante el mes de agosto se trasladará a la isla de
Batz en donde conocerá más a fondo a todos ellos.
Aunque parece que
me he extendido mucho en contaros el argumento solo el punto de partida de una historia
de una mujer que descubrirá el pasado de su familia del cual nunca le llegaron
a hablar. Son muchas cosas las que no llegó a conocer en vida de su madre y de
su abuela Odile quienes se mudaron a Barcelona y nunca volvieron a ver a su
familia.
El hilo invisible es una novela que se lee con agrado y la
historia de la familia de Julia me ha gustado y me ha tenido pendiente de su
lectura. Sin embargo también tengo que decir que la parte que ella dedica al
documental y que nos habla sobre el ADN me ha interesado un poco menos. Y creo
que esto ya entra en gustos muy personales. Aunque es notable que las referencias
a dos personajes reales como son Rosalind Franklin (una química cuyos
descubrimientos fueron esenciales) y Remedios Varo (una pintora de principios del
XIX a quien le apasionaba el tema del ADN) están muy bien logradas e imbricadas
en la novela.
Al final es el
dibujo de la vida de varias mujeres con diferentes caracteres pero unos
intereses comunes. Y me gusta como la autora realza ese papel femenino y pone
en relieve como las mujeres siempre a la sombra y menos conocidas han sido
imprescindibles en muchos campos. Y si parece que es un tema que hoy en día
hemos superado no llega de ser del todo así. Julia tendrá que lidiar con uno de
los grandes clichés de nuestra época: la maternidad. Se da por hecho que es
algo que toda mujer debe querer y experimentar cuando no es así. Todo lo vivido
en poco más de un mes la irá transformando notablemente.
El estilo de la
autora es en primera persona, cómodo y agradable y proporciona una lectura
plácida, que coger con tranquilidad y disfrutar. A pesar de todo tiene cierta
intriga a la que iremos llegando en el momento oportuno. La estructura
narrativa es lineal, pero mediante flashbacks volveremos al pasado para que
otros personajes cuenten su historia. No os quiero decir nada pero esta familia
francesa me ha encantado. Me ha parecido que tienen mucha personalidad y
fuerza. Quizás incluso me ha parecido que son más atractivos que Julia.
En conclusión, El hilo invisible es una novela no solo
de secretos e intrigas familiares que nos llevará hasta una isla bretona en la
que la protagonista encontrará sus orígenes, sino que también es una
reivindicación al papel que la mujer ha jugado siempre en aspectos tan
importantes como la ciencia a pesar de que hoy en día su nombre no es lo
suficientemente relevante.