Título: Cuando caí
del cielo
Autora: Juliane
Koepcke
Publicación:
Ediciones B, junio de 2018
Páginas:299
Juliane Koepcke tenía diecisiete años cuando el
24 de diciembre de 1971 embarcó en el vuelo 508 de LANSA para ir de Lima a
Pucallpa, donde pasaría las Navidades con su padre. Pero ocurrió lo
inimaginable: el avión voló directamente hacia una tormenta eléctrica. Un rayo
hizo explotar el aparato y Juliane, todavía atada a su asiento, se precipitó al
suelo desde tres mil metros de altura. Su supervivencia sigue siendo un
milagro. La madre de Juliane fue una de las noventa y una víctimas, y ella la
única persona que salió con vida del trágico accidente aéreo.
Durante once días, Koepcke se arrastró y caminó
sola a través de la selva amazónica peruana, luchando, presa del hambre y la
desesperación, por salir adelante. Los gusanos se cebaban en sus heridas, pero
ella consiguió sobrevivir una vez más y hoy es una científica intensamente
atraída por la tierra que amenazó con llevársela.
En Cuando
caí del cielo, gran éxito de ventas en varias lenguas, Juliane
Koepcke comparte no solo los momentos privados de su supervivencia y rescate,
sino también su inspiradora vida después de la tragedia. El resultado es,
además de un testimonio único, un inolvidable canto a la biodiversidad de la
selva amazónica.
Mis impresiones
Hay sinopsis que
impresionan como es el caso de la que nos relata la de este libro, Cuando caí del cielo (y es una frase
totalmente literal), en la que su propia protagonista narra una historia
estremecedora que ella misma tuvo la mala suerte de vivir en primera persona.
Quizá os suene el nombre de Juliane Kopecke. Solo hay que poner su nombre en el
buscador para encontrar miles de entradas que hacer referencia a ella. Está es
su historia real.
“A
mucha gente le asombra que yo sea capaz de subir a un avión. Soy de las pocas
personas que han sobrevivido a la caída de avión desde gran altura. Una
catástrofe que tuvo lugar a tres mil metros de altura en la selva peruana. Y
eso fue todo: después estuve once días errante por la jungla, sola. En aquel
momento, cuando caí del cielo, tenía, apenas, diecisiete años.”
Así comienza
Juliane a contarnos el más traumático acontecimiento de su vida. En la
actualidad tiene cincuenta y seis años pero nunca podrá olvidar lo vivido con
tan solo diecisiete ni curar las heridas que en aquel momento se abrieron. Mientras
vuelve de nuevo a Perú nos cuenta lo que vivió a partir del 24 de diciembre de
1971. En esta fecha su madre y ella embarcaron en un vuelo de LANSA, en el que
no iban a viajar en principio porque habían comprado los billetes en otra
compañía, para pasar las navidades en Pucallpa (Lima) con su padre.
Sin embargo ese
avión nunca llegó a su destino. En medio de una tormenta eléctrica, un rayo lo
destrozó e hizo que murieran los noventa y dos pasajeros que viajaban en él,
salvo Juliane que salía despedida del avión en su asiento y cayó en plena selva
desde tres mil metros de altura. No solo sobrevivió a la caída sino a los once
días que tuvo que sobrevivir sola en la selva hasta que llegó a una zona
habitada en donde fue rescata.
Este es sin duda un
libro duro que nos relata una experiencia sobrecogedora. Pero si, como yo hice,
pensáis que la autora solo se centra en como sobrevivido al accidente estáis
equivocados. Me ha sorprendido esta lectura porque en ella he encontrado un
relato humano desolador y por qué en ella hay más cosas de las que había
pensado inicialmente.
Juliane comienza
narrándonos como tuvo una infancia atípica pero feliz. Sus padres eran
investigadores alemanes que se mudaron a Perú para desarrollar plenamente su
trabajo en el campo de la zoología. Era una zona de gran biodiversidad en la
que descubrir muchas especies desconocidas hasta el momento. Allí en un lugar
llamado Panguana, en plena selva amazónica, aprendió a amar la naturaleza, a
distinguir miles de especies y a defenderse en ella. Lo que le permitiría en un
futuro proteger su vida.
Fue un milagro que
la gran caída no acabará con ella, pasó tres días inconsciente, pero fue
gracias a su pericia, a sus conocimientos y a su fuerza la forma en que se puso
en camino, cruzó bosques hasta encontrar un río y seguir su curso, teniendo que
hacer frente a animales e insectos peligrosos. Realmente es sobrecogedor lo que
en esta parte del libro cuenta. Pocas personas lo hubiesen logrado. También nos
cuenta cómo fue su rescate y quien fue la persona que la salvó cuando se
encontraba al límite de sus fuerzas. No os voy a dar muchos detalles de lo que
la autora cuenta en el libro ya que ella misma dice haberlo escrito para que
por fin se sepa su historia y desmentir algunas de las cosas que en su momento
los medios de comunicación tergiversaron o contaron de su propia manera algo alejada
de la realidad.
Es un libro que
merece la pena leer. Está narrado desde el corazón y el precisamente cuando nos
habla de su familia cuando se nota como afloran esos sentimientos. Porque en
ese mismo avión también viajaba su madre y quizás sea la parte más dura del
mismo. Para la familia nunca habrá certezas reales de la forma en que murió su
madre una vez encontraron e identificaron el cuerpo. Si suposiciones
aterradoras de lo que pudo haber ocurrido. Además recuperar lo que pudieron de
su cuerpo fue toda una odisea.
De este caso se
habló muchísimo, interesó e intrigó al mundo entero. Pero la prensa llenó los
huecos como mejor le vino aportando un inusitado dramatismo a la historia. Se
malinterpretaron sus reacciones y la joven Juliane tuvo que escuchar o leer
cosas que asegura que le dolieron tremendamente y que nunca podrá olvidar. Fue
perseguida y adosada en momentos en los que ni siquiera ella misma era
consciente de lo que ocurría a su alrededor.
Pero había
aprendido a amar la selva, el lugar que la salvó e incluso siguió los pasos de
sus progenitores en sus estudios. Ahora el lugar donde vivió muchos años con sus
padres es un área protegida con la que ella está muy implicada personalmente a
la que vuelve.
Como última
anotación decir que en el libro hay material fotográfico que pone imágenes a lo
que se está leyendo. Un detalle que me ha encantado.
Conclusión
El relato de
Juliane Koepcke es un ejemplo de supervivencia y tesón tanto a nivel de supervivencia
como a nivel psicológico y emocional. Cuando
caí del cielo es una novela dura y estremecedora que pretende contar la
vida de una mujer cuyo destino se truncó definidamente.