Título: Mi vida (no del todo) perfecta
Autora: Sophie Kinsella
Publicación: Lince, marzo de 2018
Páginas: 384
La vida no siempre
es tan perfecta como muestra nuestro muro de Instagram.
Katie Brenner, con
26 años, tiene una vida perfecta: un apartamento en Londres, un trabajo
glamoroso y un canal de Instagram súper genial. Pero la verdad no es tan
glamurosa, en realidad alquila una habitación que es diminuta sin espacio para
un armario, tiene un trayecto diario con trasporte público eterno hasta llegar
a su espantoso y humilde trabajo de administrativa en una empresa de
comunicación, y la vida que comparte en Instagram no es realmente la suya… y
espera que un día sus sueños se conviertan en realidad.
Y todo puede
empeorar. Su vida (no tan) perfecta se vendrá abajo cuando su jefa vaya a por
ella, la despida y Katie no tenga más remedio que regresar al campo de donde
procede y poner en marcha un nuevo negocio, un glamping, un camping glamuroso.
Pero no contaba con que una de sus primeras clientas será su exjefa ni con
todas las incógnitas que esa visita va a detonar.
Tal vez tienen más
en común de lo que parece. ¿Y qué pasa si al fin y al cabo ninguna de las
dos tiene una vida
perfecta?
Mis impresiones
Cuando elijo algo de autoras como Sophie Kinsella lo que
espero es una novela ligera, que me entretenga y me divierta. Me parecen
perfectas para esos momentos en los que no tienes la cabeza para complicaciones
y simplemente quieres evadirte con una lectura relajada y amena. Ya he leído
otros libros de la autora de Loca por las
compras, que es novela más conocida y siempre me han dejado buen sabor de
boca. Hoy os hablo de su último trabajo.
“Primero: podría ser peor. En cuanto al
desplazamiento hasta allí, podría ser mucho peor; debo tener esto siempre en
mente. Segundo: merece la pena. Quiero vivir en Londres; quiero hacer esto, y
tener que soportar un largo trayecto es parte del trato. Forma parte de la
experiencia londinense, como la Tate Modern”
Katie Brenner, o Cat como prefiere que la llamen ahora,
ha logrado el sueño de abandonar su Somerset natal y vivir en Londres. Allí comparte
un apartamento con otras personas y trabaja en una empresa de publicidad y
marketing. Casi tiene la vida perfecta con la que había soñado. Así sería sino
fuera porque vive en una habitación diminuta en un piso que está tan lejos de
su trabajo que tarda una hora y media en cada trayecto y aunque la empresa en
que trabaja es de las mejores ella tiene el trabajo más insustancial que podría
haber imaginado.
Sueña con ser algún día como Demeter, su jefa. Una mujer
de esas que resplandecen. Tiene un trabajo importante, una familia adorable,
una casa magnifica y un físico envidiable. A pesar de todo está medianamente
contenta hasta que es despedida. Sin dinero para mantenerse en Londres y sin
encontrar un nuevo empleo no le queda más remedio que volver a su casa en el
campo y ayudar a su padre y la pareja de este a iniciar un nuevo proyecto
dedicado al turismo rural de lujo, el glamping.
Claro que no se imagina quien será su primera clienta.
Mi vida (no del
todo perfecta) no es un libro al que se le deba exigir una gran profundidad
a la hora de trabajar sus personajes ni una trama apasionante o complicada.
Pero esto es lo mejor que tiene Kinsella. Que escribe una historia sencilla,
con personajes con los que enseguida empatizas, que tiene sus puntos graciosos
y que resulta en conjunto simpática.
Es una novela que toca temas muy actuales. Nos habla del endiablado
ritmo de vida de las grandes ciudades, los sacrificios a los que hay que sucumbir
para lograr el éxito o las dificultades de ascender en el trabajo. Pero sobre
todo es una novela que saca a la luz algo de lo que quizás muchas personas no
se percaten. Y es que la vida que podemos crear en las redes sociales, a
nuestro gusto, mostrando lo que queremos y que quizás no se ajuste del todo a
la realidad. Hay perfiles que muestran vidas divertidas, plenas y encantadoras,
pero ¿Qué hay detrás de la necesidad de mostrar todo eso? ¿Es todo tan
maravilloso como parece?
Además me parece muy divertida la forma en que muestra
como los “urbanitas” buscan un entorno rural para pasar sus vacaciones. Yo ni
siquiera conocía eso del glamping.
Pretenden cosas auténticas, actividades al aire libre, sentir la naturaleza
cerca pero a la vez no quieren prescindir de ciertos lujos a los que están
acostumbrados o desvincularse del todo del teléfono por ejemplo. ¿Cómo sino
iban a colgar sus nuevas experiencias en Instagram?
La protagonista de esta historia es Katie una joven de
veintiséis años que siempre ha soñado con vivir en Londres a pesar de que esa
decisión la ha alejado un poco de su padre, que no está de acuerdo con ella. Allí
las cosas no son tan fáciles ni tan fascinantes como ella había imaginado pero
está dispuesta a seguir hacia adelante. Así cuando se queda sin empleo tiene
que volver a casa aunque no quiere contar la verdad que sería como asumir un
fracaso. De todas formas ¿Quién va a averiguarlo en medio del campo? Es un
personaje que me cayó bien desde el principio. Es positiva, irónica, creativa y
con iniciativa.
Alrededor de ella encontraremos un grupo de secundarios
muy variados. El bonachón de su padre, la pareja de este, su despistada jefa o
Alex, un chico que aparece un día repentinamente. Las relaciones entre ellos
nos hablan de lazos afectivos, del valor de la familia o de relaciones que a
veces es mejor dejar pasar porque no nos convienen.
El estilo de Sophie Kinsella es muy directo y divertido.
La novela está narrada en primera persona haciendo uso del sarcasmo y la ironía
aunque también hay momentos en los que la autora descubre grandes verdades que
muchas veces obviamos. Su lectura es fluida, tiene ritmo y engancha.
Conclusión
Mi vida (no del todo)
perfecta es una de esas novelas que de vez en cuando se agradecen. Una
historia fresca, desenfadada, simpática y entretenida.