Título: La luz que perdimos
Autora: Jill Santopolo
Publicación: Suma, abril de 2018
Páginas: 390
Una novela conmovedora sobre el poder
imperecedero del primer amor con un final inolvidable.
Él fue el primer hombre que la conmovió, que la inspiró, que la comprendió de verdad. ¿Estaba destinado a ser el último?
Lucy y Gabe se conocieron durante su último año en la universidad un día que les cambiaría para siempre. En ese momento decidieron que necesitaban hallar un sentido para su vida, aprovecharla, dejar huella. Jóvenes y enamorados, parecían tener el mundo a sus pies. Lo que no esperaban es que fueran sus propios sueños quienes los separaran. Pero Gabe aceptó ir a trabajar como fotógrafo de prensa a Oriente Próximo y Lucy decidió continuar su carrera en Nueva York.
Así comienzan trece
años de anhelos, deseos, celos, traiciones y, sobre todo, amor. Separados por
continentes, pero nunca lejos del corazón. ¿Era realmente su destino acabar
juntos su viaje?
Mis impresiones
Inevitablemente hay días que se quedan grabados a fuego
en nuestra memoria. Suelen ser días en que algo importante ha ocurrido y nos
queda para siempre ese recuerdo de donde estábamos y qué hacíamos exactamente
en ese momento. Todo esto viene a colación de que los protagonistas de esta
historia se conocen el 11 de septiembre del 2001, el día en que cayeron las
Torres Gemelas y el mundo prácticamente se paralizó. Para muchos fue el fin y
para otros el comienzo de una nueva vida.
“Hace casi media vida que nos conocemos.
Te he visto sonreír, seguro de ti, dichoso.
Te he visto roto, herido, perdido.
Pero nunca te había visto de esta manera.
Me enseñaste a buscar la belleza. En medio
de la oscuridad, de la destrucción, tú siempre hallabas luz.
Yo no sé qué belleza voy a encontrar aquí,
qué luz. Pero lo voy a intentar. Por ti. Porque sé que tú harías lo mismo por
mí.
Había tanta belleza en nuestra vida cuando
estábamos juntos.
Quizá debería empezar por ahí.”
Como iba diciendo, la vida de Lucy y Gabe cambió el 11 de
septiembre. El mundo que conocían hasta el momento se derrumbada y en medio del
miedo, el estupor, el dolor y el desastre conocen
el amor. Ambos estudiaban el último año en la universidad y se unieron desde el
primer momento. Junto a Gabe, Lucy se sentía resplandecer, que flotaba, que no
podría vivir sin él. Y sin embargo pocos meses después se tuvo que acostumbrar
a su ausencia cuando él decide marcharse a trabajar como fotógrafo a Irak. Él tenía
muchos sueños que cumplir y no estaban al lado de ella.
La luz que perdimos
es una novela que nos habla del amor en varias facetas y de las emociones y
sentimientos que es capaz de generar. El vibrante comienzo, la compañía, el
sacrificio, el deseo, la pasión, el arrepentimiento, la costumbre y la pérdida.
Lucy va escribiendo la novela, pero en realidad son palabras para Gabe, su
primer amor y que ella considera verdadero. Aunque a lo largo de la novela este
término se irá relativizando. Recuerda cómo se conocieron ese trágico día, cómo
fueron sus primeras semanas y meses y cómo fue la despedida. Porque tuvieron
que renunciar el uno al otro por cumplir sus sueños. Ella se quedó en Nueva
York mientras él se iba a uno de los lugares más peligrosos que existían en ese
momento en el mundo.
Dicho así puede parecer una novela pastelosa o
excesivamente romántica pero sin embargo mi sensación ha sido muy diferente. Es
una novela que explora los sentimientos humanos con mucho realismo y de una
forma muy sensata. No hay grandes proezas amorosas y creo que la autora, que
dice haberse basado en una historia personal, tiene muy bien puestos los pies
en la tierra. De hecho, creo que muchos lectores podrán identificarse con
alguna de las emociones que surgen al abrir este libro, que no son pocas. Además
es una novela que nos muestra que hay formas diferentes de amar.
Porque la relación entre Lucy y Gabe es pura pasión y
amor. Juntos crean magia pero no son personajes que pierden la cabeza por amor
sino que aunque lo que estan viviendo es maravilloso son conscientes de que si
no cumplen sus sueños nunca llegarán a ser felices. Gabe se marcha y poco a poco
van perdiendo el contacto. Ella conoce a otro chico. Alguien que la quiere, que
la trata como una reina, con quien se siente bien y a quien aprende a querer. Sin
embargo no es él y nunca llegará a desaparecer del todo de su vida ni de su
corazón.
“Pues me dijo que ella se plantea cada
relación amorosa que ha tenido como si se tratase de una especie de fuego. Que
unas son como un incendio: arrolladoras, magnéticas, grandiosas y peligrosas y
con la capacidad de abrasarte antes incluso de que te des cuenta de que te
están consumiendo. Y que otras relaciones son como el fuego de un hogar:
sólidas, estables, agradables y nutritivas. Me dio más ejemplos, como la
relación hoguera, o la relación bengala, que vendría a ser como un rollo de una
noche, algo así. Pero el incendio y el fuego de hogar son los que mejor recuerdo”
(Página 173)
Lucy es la protagonista de la historia y es una mujer muy
normal y corriente. Nos adentramos en su interior y vemos y somos capaces de
sentir lo que ella siente. La autora la ha plagado de matices sin la necesidad
de crear una mente compleja o enturbiarla. Junto a ella dos hombres que le
darán cosas diferentes y en consecuencia su vida con ellos habría sido muy
diferente. Tendrá que tomar decisiones difíciles y optar por un camino.
Jill Santopolo ha construido una novela delicada, hermosa
y muy reflexiva. Una novela que te atrapa desde sus primeras páginas porque su historia,
en mi opinión, está relatada de forma cercana, atractiva y muy equilibrada. Narrada
en primera persona por su protagonista su estilo narrativo es sencillo, directo
y muy fluido de forma que se escapa entre las manos.
Como telón de fondo vamos viendo parte de los
acontecimientos que han ido marcando la historia de Estados Unidos. Empieza con
el atentado del 11S, hay referencias a la Guerra de Irak, la captura de Bin
Laden o la llegada de Obama a la presidencia que si bien no entra en detalles
ayudan a que el lector sea consciente de ese paso del tiempo y esos cambios que
se producen en la mentalidad de las personas.
Conclusión
La luz que perdimos
es una historia especial sobre el amor y todo lo que ello conlleva. Una lectura
que atrapa, que emociona, que te hace pensar y en incluso en la cual te puedes
ver identificada en algunos momentos. Porque ¿Quién no ha sufrido alguna vez
por amor? ¿Quién no ha tenido que elegir o sacrificar algo?