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martes, 17 de abril de 2018

La señora Fletcher - Tom Perrotta


Título: La señora Fletcher
Autor: Tom Perrotta
Publicación: Libros del Asteroide,
Páginas: 362

Eve Fletcher es una mujer divorciada de poco más de cuarenta años que vive en una tranquila ciudad de Nueva Jersey. Ahora que su hijo se acaba de ir de casa para empezar la universidad piensa que ha llegado el momento de dedicarse un poco más a sí misma, de aprovechar todo el tiempo que tiene a su disposición.

Eve se apuntará a un curso universitario sobre «género y sociedad», donde conocerá a gente de lo más variopinta, se obligará a cultivar nuevas amistades, descubrirá la pornografía en internet y las aplicaciones de citas, y hará cosas que meses atrás le hubieran parecido inconcebibles. Mientras, Brendan, su hijo, se dará cuenta de que su idea de lo que sería la peripecia universitaria estaba completamente obsoleta y de que la vida en el campus está muy lejos de los estereotipos que había imaginado.

En esta novela, Tom Perrotta -uno de los escritores norteamericanos con más talento para captar la plácida existencia suburbana- construye una divertidísima sátira sobre la vida actual, un certero e ingenioso fresco sobre el sexo, el amor y la identidad en el siglo XXI.

Mis impresiones

No estaba muy familiarizada con el trabajo de Tom Perrotta a pesar de que sus novelas son muy conocidas e incluso algunas de ellas llevadas al cine. No me había hecho una idea muy concreta de lo que iba a encontrar en este libro y en realidad me ha sorprendido porque esperaba una novela totalmente diferente. Pero ha sido un cambio para bien. 

“El trayecto en coche era largo y Eve se pasó la mayor parte del viaje de vuelta a casa llorando, porque el gran día no había ido como esperaba, aunque en realidad los grandes días nunca respondían a sus expectativas. Los cumpleaños, festividades señaladas, bodas, graduaciones y funerales siempre estaban demasiado cargados de anticipación y las personas importantes en su vida rara vez actuaban como se suponía que debían hacerlo. La mayoría de ellos ni siquiera parecían seguir el mismo guion que ella, aunque eso tal vez dijese más sobre las personas importantes en su vida que sobre los grandes días en general”

La novela comienza cuando Eve Fletcher deja a su hijo Brendan en la residencia universitaria en la que va a vivir durante los nuevos estudios que inicia. Para superar el “síndrome del nido vacio”, Eve que tiene cuarenta años y está divorciada, decide dedicarse más tiempo a sí misma. Comienza apuntándose a un curso universitario sobre Género y Sociedad en el que conocerá a gente muy diferente. Pero también con ello tendrá la oportunidad de conocerse más a sí misma. Eve siente una revolución sexual a la que nunca antes había dado una oportunidad.

Mientras en la universidad su hijo Brendan se intenta adaptar a los horarios, las fiestas, las salidas y un nuevo grupo de amigos. Y poco a poco se dará cuenta de que aquello no es como lo había imaginado o al menos él mismo no se siente tan a gusto en ese mundo como había pensado.

La señora Fletcher, con un título que de primeras suena tan serio y tan conservador, es una novela fresca y atrevida que habla sobre la diversidad, el sexo y el amor desde diferentes puntos de vista. Y lo hace con sentido del humor e ironía de forma que, aunque toque temas importantes como por ejemplo la transexualidad, del acoso sexual, el trastorno del espectro autista, el abandono familiar o los límites del consentimiento resulta ligera y muy entretenida. No lleva gran carga dramática como cabría esperar.  

Eve es una mujer aún joven aunque aburrida. Lleva ya varios años divorciada desde que su marido la abandonase para irse con otra mujer y a pesar de ello no puede desprenderse de su parte de culpa. Hacía tiempo que su matrimonio hacia aguas y ella no había hecho nada por evitar el desastre. Después de dedicarse de forma impecable a su trabajo (como directora en un centro para mayores) y al cuidado de su hijo se encuentra en ese momento que el polluelo tiene que volar y ella se da cuenta de que está sola. Pero Eve no será la típica madre que se deprima y se quede en casa porque abrirá nuevos horizontes en diversas facetas de su vida que le permitirán conocerse mejor y experimentar.

Brendan tiene dieciocho años y es un chico inteligente, guapo y popular. Un chico que espera con ilusión una nueva etapa de la vida. Ahora irá a la universidad y no tardará en convertirse en un adulto. Allí creerá encontrarse con todos los tópicos que ha escuchado sobre el ambiente universitario aunque el toparse con la realidad le hará reflexionar sobre qué camino escoger en la vida. Las experiencias de Eve y Brendan, dos personajes muy diferentes, tienen cierto paralelismo en la novela. Ambos asisten a nuevas clases, conocen a nueva gente y cada uno de ellos responderá de una manera diferente a esos nuevos estímulos. Aunque puede sorprender la forma en que lo hace uno y otro. Creo que es una novela que trata de romper ciertos clichés que todos tenemos en la cabeza.

La novela está narrada desde las dos perspectivas de estos personajes a través del relato de un narrador en tercera persona omnisciente. Es una novela en la que hay momentos divertidos, algunos en que los personajes despiertan ternura y otros en que resultan incluso patéticos. Quizás es más fácil empatizar con Eve, un personaje que está muy bien conseguido y muy bien matizado y también resulta mucho más amable de cara al lector.

La narración del autor es fluida, dinámica, inteligente y con un sentido más profundo del que en principio pudiese parecer. Es además una novela muy actual que nos habla de cómo las redes, la comunicación constante e instantánea nos cambia la vida. Las relaciones se facilitan. El sexo está por todos lados, la pornografía, los chats, las aplicaciones de citas, etc…Pero también nos advierte de que la realidad no tiene que ser igual o sustituible con respecto a lo que nos rodea.

Conclusión

La señora Fletcher me ha parecido una novela ingeniosa, fresca y sugerente. Una novela que nos habla de cómo cambia nuestra vida las identidades que asumimos y como nos enfrentamos a los cambios que suceden en nuestro entorno.