Título: Volverás a Alaska
Autora: Kristin Hannah
Publicación: Suma, febrero de 2018
Páginas: 554
Alaska, 1974. Indómita. Impredecible.
Y para una familia en crisis, la prueba
definitiva.
Ernt Allbright
vuelve de la guerra de Vietnam convertido en un hombre distinto. Incapaz de
mantener un trabajo, toma una decisión impulsiva: toda su familia comenzará una
nueva vida en la salvaje Alaska, la última frontera.
Con apenas 13 años,
su hija Leni ansía encontrar su lugar en el mundo, mientras que su mujer, Cora,
estaría dispuesta a cualquier cosa por el hombre al que ama, aunque eso
signifique seguirle en su aventura hacia lo desconocido.
En una inhóspita y
remota esquina del país, los Allbright encontrarán una pequeña comunidad de
hombres aguerridos y mujeres aún más fuertes en la que labrarse un nuevo
futuro. Allí, Leni tendrá que madurar muy deprisa, enfrentándose al desafío de
una naturaleza desmesurada y cruel, a lo que oculta su propia familia y a la
tormentosa relación de sus padres. Pero cuando el invierno llegue y el frío y
la oscuridad lo invadan todo, madre e hija descubrirán que, en un entorno
hostil, nadie puede salvarte más que tú mismo.
Mis impresiones
Este es el cuarto libro que leo de esta autora
californiana. El
jardín de invierno, El
ruiseñor y El
baile de las luciérnagas fueron para mí lecturas que me cautivaron y
emocionaron. Por eso me apetecía muchísimo leer este libro que además nos lleva
por un paisaje que me parecía muy atractivo.
“Aquella primavera la lluvia caía en ráfagas torrenciales que
se abatían con estruendo sobre los tejados. El agua se abría camino en el
interior de las grietas más pequeñas y socavaba los cimientos más robustos.
Terrenos que durante generaciones habían permanecido inalterables caían como
escombros sobre las carreteras, llevándose con ellos casas, coches y piscinas.
Se desplomaban árboles que se estrellaban
contra los cables de la luz. La electricidad se había cortado. Los ríos
inundaban sus orillas, invadían patios, destrozaban casas. Gentes que se
querían empezaban a gritarse y surgían peleas a medida que el nivel del agua
subía y la lluvia continuaba.”
La historia comienza en 1974, Leni es una joven que con tan solo trece años está acostumbrada a cierta desestabilidad en su vida, a la soledad y no a tener amigos. Desde que su padre regresó de la guerra de Vietnam, en la que fue prisionero de guerra, no ha sido el mismo. Tanto a la pequeña como a su madre, Cora, les cuesta reconocer al hombre que tiempo atrás les daba un cariño inmenso pero que además es incapaz de conservar cualquier trabajo y permanecer mucho tiempo en el mismo sitio. Los problemas que causa hacen que tengan que mudarse de un lado a otro con demasiada frecuencia.
Cuando su padre hereda una pequeña finca en Alaska la
familia cree que es una nueva oportunidad para empezar desde cero. Sin embargo
ni sus padres ni ella misma son conscientes de los peligros que entraña vivir
en un paraje tan hostil y complicado en el que no hay mucha gente y pocas
infraestructuras. Tampoco Leni cuenta que todo ello afectará aún más al
endiablado carácter de su padre.
Volverás a Alaska
nos relata una historia que a mí me ha encantado. He disfrutado muchísimo con
su lectura desde el principio hasta el fin. Kristin Hannah mezcla aventura,
peligro, violencia, amor y supervivencia en una historia que tiene momentos muy
duros dura que se alternan con otros que dan lugar a la ternura o la tristeza.
La novela se desarrolla casi por completo en Alaska y no
cuesta ver, gracias a las descripciones de la autora, los bellos paisajes
salvajes e indómitos en los que sus personajes se mueven. El duro invierno, la
nieve, los animales salvajes, la escasez de comida no serán el único reto al
cual tendrán que enfrentarse sus protagonistas. Es una novela de supervivencia
a la naturaleza pero también a la brutalidad del ser humano.
Nos encontramos a principios de los setenta con todo lo
que conlleva. Fue una época de muchos cambios a diferentes niveles. En Kaneq,
el lugar donde vivirán, aún no había electricidad ni muchas comodidades y la
autora se hace eco de cómo se intenta modernizar la sociedad.
Los Allbrigth eran una familia normal y corriente hasta
que su padre sufrió los horrores de la guerra. Cora, la madre, siente un amor
profundo por su marido que le ha llevado incluso a alejarse de sus propios
padres. Un personaje que en ciertos momentos me ha costado comprender. O quizás
no sea la palabra correcta porque su perfil corresponde bien al papel de mujer
en sus circunstancias pero me parecía muy injusto que permitiera que su hija vivera
así. Ernt se ha convertido en un hombre diferente al que ella conoció y con
quien se casó. Un hombre ahogado por sus traumas, que se ha vuelto violento,
impredecible y que intenta ahogarse en el alcohol. Leni vivirá la tóxica relación
entre sus padres en una cabaña minúscula en la que apenas hay privacidad.
Sufrirá por su madre mientras abandona definitivamente la infancia y la
inocencia. Es sin duda un personaje cuya evolución veremos muy clara.
La llegada a Alaska será difícil. No conocen los peligros
que habitan en aquellas tierras y no tienen nada. Sin embargo encontrarán una
comunidad dispuesta a ayudarlos y advertirles de la llegada del invierno y lo
que ello supone. Esta comunidad, pequeña y bien avenida, conforma el elenco de unos
interesantes secundarios, que a mí me han convencido. Pero el propio Ernt
pondrá en peligro a todos ellos con sus celos y su mal carácter. Para Leni se convertirán
en su propia familia e incluso tendrá la oportunidad de enamorarse por primera
vez. Pero junto a este amor romántico veremos el amor por la familia o por el
de al lado, generoso y desinteresado. En Kaneq tienen muy claro que la unión
hace la fuerza.
Esta historia me ha atrapado por completo. Me ha gustado
como la autora maneja escenas en la que existe mucha tensión con otras que dan
paso a momentos más emotivos. Es una historia para disfrutar y leer con
tranquilidad aunque está narrada con mucha agilidad y resulta un relato muy
ameno que además en ningún momento me ha parecido demasiado previsible.
En cuanto a esa narración me ha parecido cercana y
agradable aunque en algún momento me ha despistado el cambio de narrador de un párrafo
a otro. En general parece un narrador omnisciente capaz de meterse por completo
en el interior de la protagonista pero en otros momentos parecía la propia
protagonista la que estaba narrando. Me ha resultado un poco raro pero no me ha
condicionado a la hora de leer.
Conclusión
Volverás a Alaska
es una novela dura que nos habla de supervivencia en condiciones adversas. Y no
solo las que hacen referencia al clima o el paisaje sino también a la de una
familia con relaciones complejas y malsanas. Una historia que me ha provocado
diferentes emociones y que me ha atrapado en toda su extensión.