Título: Un debut en la vida
Autora: Anita Brookner
Publicación: Libros del Asteroide, 2018
Páginas: 211
«A sus cuarenta
años, la doctora Weiss comprendió que la literatura le había destrozado la
vida.» Ruth Weiss es una profesora universitaria inteligente y solitaria que se
ha especializado en los personajes femeninos de Balzac, en los que intenta ver
reflejos de su propia vida.
Criada en Londres
en el seno de una familia un tanto excéntrica –hija única de una actriz de
teatro un poco hipocondríaca y un bibliófilo y librero de viejo con muy poco
talento para el comercio–, su precoz afición a la literatura la llevó a pensar
que en las grandes novelas se podía encontrar la verdadera medida del mundo.
Pero ahora, cuando vuelve la mirada hacia el pasado, hacia su infancia en
Londres y sus años universitarios en París, piensa que, en realidad, quizá
estaba equivocada.
La primera novela
de Anita Brookner –una de las grandes escritoras británicas de finales del
siglo xx– es un relato lúcido, irónico y tierno sobre la contradicción entre
las aspiraciones de una joven embelesada por la literatura y una vida que
tiende a ser más prosaica de lo que imaginamos.
Mis impresiones
Un debut en la vida
es la primera novela publicada por Anita Brookner en 1981 y en esta traducción
de Libros del Asteroide vamos a encontrar un interesante prólogo de Julián
Barnes que nos acerca un poco más al carácter y la vida de la autora y que fue
publicada en un periódico pocos días después de muerte. Merece mucho la pena
leerlo. Una autora a la que el reconocimiento le llegó tarde pero con ganas.
“A sus cuarenta
años, la doctora Weiss comprendió que la literatura le había destrozado la
vida.
Según su costumbre
reflexiva y académica, lo atribuyó a que había recibido una educación moral
deficiente, pues las fuerzas antagónicas de su padre y de su madre se aliaron
en este caso para exigirle que considerase la trayectoria de Anna Karenina y
Emma Bovary pero emulara la de David Copperfield y la Pequeña Dorrit.
En realidad, todo
había empezado mucho antes, cuando, en algún momento ya olvidado de su primera
infancia, se quedó dormida, embelesada, mientras su niñera susurraba:
«Cenicienta podrá ir al baile»”
Con esa frase lapidaria comenzamos a conocer la vida de
Ruth Weiss, una mujer para quien la literatura ha sido siempre una forma de
vida. Una mujer de vestimenta, previamente planificada, un poco anticuada y un
sobrio moño que se dedica a dar clases en la universidad a parte de escribir y publicar
ensayos y trabajos especializados de los personajes femeninos en las novelas de
Balzac.
Tras un breve capítulo en que se nos muestra el personaje
en su forma adulta pasamos a ir conociendo su niñez y luego adolescencia dentro
de una familia muy peculiar. Sus padres, ella una actriz de teatro alocada e
infantil y él un librero despreocupado y sin vocación no se tomaron mucha
molestia en educarla ni quererla. Al principio tuvo como referencia a su
abuela, una mujer seria, triste y rígida que sembró su mundo de sombras y
oscuridad. Cuando esta muere la niña tiene que encontrar la manera de vivir en
un hogar, si es que puede llamarse así, completamente caótico y en el que ella
tendrá que aprender a cuidarse por sí misma.
Creo que este libro supone una lectura muy interesante
que recomiendo a todo el mundo. Una novela agridulce, sembrada de ironía, de
escenas esperpénticas que además tiene un gran fondo. Es una novela que nos
habla del abandono afectivo, de los intentos de huida y el fracaso, de
desengaños, de reinvención de uno mismo y el papel que la ficción puede tener
en nuestra conciencia pero sobre todo de que hay cosas que solo se pueden
comprender con el pasado del tiempo.
Ruth creció y se crio en un barrio de Londres. En su
familia nunca se le dio la atenciones que requiere un niño (siempre quisieron
que Ruth creciera demasiado pronto) y se refugió en la literatura. Era su forma
de adquirir moral o tener la oportunidad de desarrollarse como persona ya que
no había nadie que lo hiciera en lugar de los libros. Ahora con el paso de los
años, ya que la novela está narrada en retrospectiva, echando la vista hacia atrás
piensa que tal vez se equivocó y no tomó el mejor camino. Pero ¿Puede la literatura
destrozar la vida de una persona? No voy a responder esta pregunta porque para
entender a su protagonista hay que leer la novela y será al final cuando mayor
lucidez cobre esta idea.
Un debut en la vida
es una novela prácticamente coral. De personajes rotundos y bien perfilados
pero también caóticos y extravagantes. Una madre, Helen, hipocondriaca y más
preocupada por representar el papel de actriz, incluso en casa, que en el
cuidado de su hija. Poco a poco ve como su carrera se va diluyendo y cada vez
cuentan menos con ella. Y un padre, George, indeciso, débil y despreocupado
cuando no se encuentra perdido en sus asuntos. A estos dos se le suma la señora
Culter a quien contratan para que eche una mano en las tareas de casa pero lo
hace de un modo muy particular. Estos tres personajes, que te causan emociones
contradictorias, crean un entorno enrarecido en la casa que se me ha presentado
como opresivo y asfixiante. Una casa que en un momento dado tiene que dirigir
la propia Ruth a pesar de su juventud porque todo se va arruinando. Esos padres
que nunca la hicieron caso llegará un momento en que no sepan vivir sin ella.
Es una novela que está narrada maravillosamente. Con precisión,
pulcritud, con ironía y sentido del humor. Y aun así se percibe cierto amargor
en lo que cuenta. La autora no entra a valorar emociones e incluso parece tomar
cierta distancia de los hechos ese narrador en tercera persona que conduce la historia.
Sin embargo es una lectura que te atrapa de forma irremediable, que no necesita
intrigas para tener al lector pegado a sus páginas y que consigue involucrarlo
en la vida de su protagonista. A veces con rabia, a veces con impotencia,
tristeza o desolación. Es curioso que una novela en la que no se habla de
sentimientos los provoca constantemente en el lector.
Conclusión
Un debut en la vida
me ha resultado una lectura agridulce pero fantástica. He disfrutado muchísimo
de la calidad narrativa de la autora, de sus personajes y las situaciones que
se nos presentan en ella.