Título: La buena gente
Autora: Ursula Werner
Publicación: Ediciones b, noviembre de 2017
Páginas: 380
Alemania, 1944. Los niños viven su infancia pese a todo, y
los adultos intentan mantener los ojos y los oídos cerrados. Mientras tanto,
algunos se juegan la vida por ayudar a otros...
Cuando estalla la
Segunda Guerra Mundial, Edith y Oskar Eberhardt trasladan a su familia -su hija
Marina, su yerno Franz y las hijas de estos- desde Berlín hasta una pequeña
casa en la tranquila ciudad de Blumental, cerca de Suiza. Oskar, un miembro del
gabinete de Hitler, está ausente casi todo el tiempo, y Franz combate en la
guerra, de modo que las mujeres de la casa se quedan solas, llevando una
existencia tranquila en una pintoresca población.
Sin embargo, la
vida en Blumental no es tan idílica como parece. Un joven capitán nazi
aterroriza a los ciudadanos a quienes debería proteger. Los vecinos se espían
mutuamente, y algunos desaparecen de manera misteriosa.
Mientras tanto,
Marina colabora con un sacerdote protestante que ayuda a refugiados judíos a
cruzar la cercana frontera con Suiza. Todo se complicará cuando Oskar regrese a
casa con la noticia de que el Führer viajará a la zona y que piensa visitar a
los Eberhardt.
Mis impresiones
Los libros ambientados en la Segunda Guerra Mundial me
atraen muchísimo. A pesar de que pueda parecer un tema muy manido del que se ha
dicho todo aún siguen surgiendo nuevas historias que nos pueden aportar más
datos y nuevas vivencias de gente a la que le tocó vivir esta terrible época. De
hecho, Ursula Werner, la autora de La
buena gente, se ha inspirado en la historia de su bisabuelo para escribirla
por lo que la novela se basa en hechos reales. Una figura de la que poco o nada
sabía ella hasta que la descubrió por sí misma a través de unas cartas que
guardaba su familia.
“El día que el ejército alemán abrió fuego
contra sus propios ciudadanos de Blumental fue el mismo en que se obró el
milagro de Pimpanella. Era una mañana de verano fresca, la primera vez que el
sol prometía brillar tras cuatro días de fría llovizna”
La novela arranca en el pequeño pueblo alemán llamado
Blumental, cercano a Suiza, en julio de 1944. Es el lugar adonde Edith y Oskar
Eberhardt han trasladado a su familia huyendo del peligro que supone estar en
Berlín en plena contienda. Estuvieron muy cera de morir en un bombardeo. Les
acompañan su hija Marina y las hijas pequeñas de esta. Mientras Oskar sigue al
pie del cañón en el gobierno alemán, trabajando para Hitler, y Franz, el esposo
de Marina, lucha en Normandía, las mujeres viven con la autoritaria presencia
del ejército intentando que las niñas sigan creciendo felices. Pero el aparente
silencio y la tranquilidad del pueblo se rompe cuando una visita de Hitler pone
en alerta a uno de los miembros de la familia, que no ha podido soportar las consecuencias
de la guerra para algunas personas.
Parece inevitable que al hablar de novelas ambientadas en
la II Guerra Mundial nos vengan a la cabeza, palabras como judíos, guetos,
campos de concentración, el Zyklon B, etc… Pero sin embargo en esta historia se
nos habla de una parte que se ha retrato menos. La del pueblo alemán que poco o
nada sabían de lo que ocurría de lo que ocurría realmente. La información que
el gobierno de Hitler proporcionaba era bastante escasa y aunque muchos intuían
o deducían sobre lo poco que veían o escuchaban nunca llegaron a ser
conscientes de lo que ocurría realmente en los países del Tercer Reich y otros
enclaves.
En la novela veremos cómo se desarrollan tres días de
julio en la vida en un pequeño pueblo de Alemania en julio del 1944. La guerra
da sus últimos coletazos aunque ellos no pueden saberlo. A pesar de que pudiera
parecer que la vida allí era más fácil, por su lejanía con los puntos
conflictivos, también tenían que luchar contra sus propios peligros. La
presencia de un capitán nazi que debería tranquilizarlos en su lugar causa
cierto desconcierto.
La buena gente
es una novela que comienza relatándonos cómo se desarrolla la vida de esta
familia en el pueblo y de la del resto de sus vecinos. Si es verdad que al
principio no parece pasar gran cosa al final conoceremos la razón de ser de
todo lo que hemos leído y la parte más interesante de la historia además de
conmovedora. Dice la autora que en su familia no se hablaba de su bisabuelo y
creo que debió ser muy duro tras finalizar la guerra ser familiar de alguien
que trabajó para el gobierno nazi. Supongo que muchos serían conscientes de lo
que de verdad ocurría, pero otros muchos o no quisieron saberlo o no se
enteraron.
Los protagonistas son la familia Eberhardt. Oskar trabaja
en el ministerio para Hitler, siendo una figura muy cercana a él por lo que
intuimos que él esconde a su familia todo lo que sabe. Edith es su mujer, madre
de Marina y la abuela de Rosie, Lara y Sofía, tres niñas pequeñas que viven
ajenas a la realidad. Franz su padre fue a Stalingrado y aunque sobrevivió no
llegó a ser el mismo y ahora lucha en el frente de Normada. Es su mujer Marina
quizá uno de los personajes más activos de la novela que colaborando con un sacerdote
protestante intentará a aportar su granito de arena.
La buena gente
está narrada de una forma natural, sencilla y fluida a la par que se detiene en
recrear la historia y que conozcamos a sus personajes. Una historia que sucede
a un ritmo tranquilo y que en principio pueda parecer que no ocurre nada
especial pero conforme vamos avanzando nos vamos dando cuenta, por pequeños
detalles, de que a historia nos va a llevar a un final cargado de emociones y
unos acontecimientos que nos sorprenderán.
Conclusión
A pesar de que La
buena gente toca un tema tan usado ya como es la II Guerra Mundial nos da
una versión menos vista de lo que sucedió entonces. Una novela para leer con
tranquilidad y que va de menos a más.