Título: En este
cuento no hay ningún dragón
Autor: Lou Carter
Ilustradora:
Deborah Allwright
Publicación:
Picarona,
Páginas: 40
Pobre y viejo dragón.
Nadie quiere que forme parte de su cuento, ni Ricitos de oro ni Hansel y Gretel
ni nadie. ¡Pero Dragón no se da por vencido! Seguirá en su búsqueda de alguien
que sí le quiera en su historia. QUIENQUIERA QUE SEA. Sin duda, su inagotable
entusiasmo impedirá que se meta en cualquier problema.
Es probable…
Un cuento maravilloso acerca de dragones, héroes y helado. Un relato de la
nueva y extraordinaria escritora Lou Carter y de la galardonada ilustradora
Deborah Allwright.
Mis impresiones
Hoy en la sección infantil os traigo un álbum ilustrado que
contiene una historia dentro de otras muchas que hacen referencia a varios
cuentos infantiles clásicos de todos los tiempos y que todos conocemos. Y lo
hace a través de un personaje que también es todo un clásico aunque ya se ha
cansado de desempeñar siempre el mismo papel.
En este cuento no hay ningún
dragón iba a ser una historia sobre dragones malvados que capturan a pobres
princesas indefensas y que solo pueden ser salvadas por apuestos y valientes caballeros.
Aquí se pondría fin a la historia.
Pero no. No es este el argumento del libro. Porque el dragón
se marchó muy enfadado. Estaba cansado de ser el malo, de secuestrar princesas
cursis y luchar contra caballeros arrogantes. Por una vez el dragón quería ser
el héroe. Y así comienza a visitar diferentes lugares cargado de buenas
intenciones, encontrándose a un cerdito que está construyendo una casa de
madera pero este le dice que no hay sitio para él. Más tarde se encuentra a
Ricitos de Oro y no, tampoco ella no necesita. Tampoco en ese cuento se precisa
la colaboración de un dragón. Con Caperucita Roja o Jack, el de las judías
mágicas, ocurre lo mismo.
¡Pobre dragón! No acaba de encontrar su sitio…
Aquí nos encontramos una simpática historia de un dragón que
cansado de encarnar siempre el mismo cliché intenta cambiar su papel de dragón
malo en la historia y convertirse en una buena persona. Sin embargo, no
encuentra a nadie a quien ayudar. Busca y busca sin resultado. Hasta que ocurre
algo que hace valiosa la ayuda del dragón. No os digo qué ocurre y si queréis
saberlo tenéis que leerlo.
Con esta historia los más pequeños aprenderán a no
despreciar la ayuda de los demás porque puede que en algún momento nos resulte
necesaria. Y a la vez anima a que, aunque pensemos que no podemos hacer una
cosa lo intentemos, porque si no lo hacemos nunca seremos capaces de conocer
nuestros límites.
Es una historia narrada con sencillez, muy apropiada para
niños de a partir de tres o cuatro años a cuyo texto acompañan unas
ilustraciones que me han parecido muy alegres por sus colores y sus formas. Tienen
un punto desenfado y divertido además de ser original y dar una vuelta de
tuerca a las tradicionales historias de dragones, caballeros y princesas.
Y como os he comentado antes en ella se hace referencia a
varios cuentos infantiles que ya se han convertido en clásicos, pero en los que
no existen dragones (Caperucita Roja,
Jack y las judías mágicas, Los tres cerditos y Hansel y Gretel). O al menos
hasta que resultan necesarios…