Título: Diario de un incesto
Autora: Anónimo
Publicación: Malpaso, septiembre de 2017
Páginas: 127
Diario de un incesto es la historia real, contada en primera
persona, de una mujer que estuvo sometida a abusos sexuales y maltratos por
parte de su padre cuando aún era una niña. Es la anatomía de una mente rota, la
radiografía de un alma herida y, sobre todo, una visión privilegiada de cómo
alguien intenta sobrevivir y cómo se relaciona con el mundo.
La autora cuenta su
historia sin adjetivos ni metáforas de ningún tipo. El horror, primero tiene la
cara de su padre y después la de todos aquellos que acaban utilizándola. Pasado
el shock del incesto inicial, el lector descubrirá que la condena al infierno
no eran las agresiones de su padre, sino todo lo que llegará después.
Mis impresiones
No podía ser de otro color la portada de este libro.
Negra como tan oscuro es el tema que se toca entre sus páginas. Un tema
horrible, sobrecogedor y que te causa inquietud. Al menos está ha sido mi
sensación al leerlo. No es una novela amable. No es un relato que te haga
disfrutar. Para proteger su intimidad la autora ha preferido no revelar su
nombre así como cambiar algunos detalles de la historia que impidan
identificarla. El único dato que tenemos es que es estadounidense. Hay quien ha
dudado de que la historia sea cierta pero parece ser que que se ha investigado
y llegado a la conclusión de que fue real.
“Uno de los terapeutas a quienes mentí era
una mujer muy guapa cuyo padre había estudiado con Freud. Me caía bien hasta
que tocamos el tema del incesto. Iba a verla los jueves por la tarde cuando
estaba en la universidad. Nuestras conversaciones giraban en torno a mi familia
y yo mentía acerca de la relación con mi padre. Un día me dijo que estaba
preocupada porque corría el riesgo de autolesionarme”
Con estas palabras comienza Diario de un incesto, la historia de una joven sometida a los
abusos sexuales de su padre desde los tres a los veintiún años. Es una historia
real contada de forma descarnada en la que iremos descubriendo como todo ello
afecto a una mujer que ahora mismo no sabemos su edad, donde vive ni como es su
vida.
Es un libro de muy difícil lectura. Breve pero intenso.
De hecho he tenido que hacer varias paradas para aliviarme un poco de lo que
tenía delante. Sin embargo, corresponde a una realidad que desgraciadamente
mucha gente vive o ha vivido. No se puede hablar solo del sexo femenino porque
hay muchos niños que también sufren este tipo de abusos. Y no solo de manos de
sus padres sino también de otros familiares, amigos, profesores o gente
cercana.
Cuesta imaginar esa actitud de un padre hacia su hija,
hacia una niña de tres años que es indefensa, que no entiende lo que ocurre.
Una de las peores cosas que se puedan leer. Pero también es difícil asimilar el
silencio, el de quien callando consiente. El de quien dice que hay que dejar
las cosas como están porque lo ha visto, lo ha vivido de forma cercana o en
carne propia. Porque esta joven pidió auxilio y le fue denegado. Y tan poco
cuerdo está el que lo consiente como el que actúa.
Pero si todo ello sorprende también lo hace el tono en
que la narradora lo cuenta. De una forma bastante cruda, sin tabúes y sin suavizar
algunos episodios que son bastante tremendos y muy graves. Como también lo hace
el hecho de que no intente buscar la compasión del lector. De hecho el título
del libro nos puede llevar a engaño porque incesto parece ser una palabra que
implica consentimiento y en muchos momentos podemos pensar que la protagonista
disfruta, que lo busca, que lo desea. Atracción y temor a la vez. Dos emociones que pueden crear cierta
incoherencia de cara al lector y muchos no podrán entenderla.
Pero esta es la historia del sometimiento de un padre a
una hija, el chantaje emocional, un juego de perversiones. Quizás ha conseguido
interiorizado tanto en ella que lo vive de forma errónea. Al menos esa ha sido
mi sensación. De que es una joven perdida entre emociones y sentimientos
incontrolables. Es un relato que desprende una psicología muy compleja de su
protagonista.
Diario de un
incesto es también una historia de sacrificio, el de dar un paso atrás por
las consecuencias. El de evitar que una familia se vaya a la deriva. Ella habló,
su padre lo negó y la culpó, su hermano se desequilibró, su madre la odió, una
amiga la aconsejó que se callara. ¿Cómo se sigue adelante sin apoyo?
La obra, narrada en primera persona, de una forma
directa, es como una especie de recopilatorio de recuerdos. Es decir, no vamos
a encontrar la típica forma de diario como tal en que se nos cuenta el día a
día de la joven. Es un diario de recuerdos a veces desordenados como si la
autora hubiese dejado volar su mente y regresando el pasado escribiera lo que
en ese momento le llega. Y lo hace con un estilo bastante aséptico considerando
lo que cuenta. Ella cuenta lo que ocurrió sin entrar a describir sus emociones
aunque tampoco es difícil que en lector las comprenda leyendo entre líneas.
Mielo, excitación, culpabilidad,
Al tener esta estructura y aunque es inevitable pensar en
un final feliz no lo hay. No es ficción. Los hechos están ahí y a la historia
no se le puede poner un “Y fueron felices y comieron perdices”
Conclusión
Diario de un
incesto no es un libro para disfrutar. No te reporta entretenimiento. Es un
libro duro, que remueve y que incomoda. La historia de una niña sometida, la de
una adolescente confundida y la de un padre perturbado y una familia que
consiente todo ello.