Título: El
prodigio
Autora: Emma
Donoghue
Publicación: Ediciones
B, mayo de 2017
Páginas: 432
Una novela
apasionante, hipnótica y plena de misterio, por la autora de La habitación.
Irlanda, 1840. En
un pequeño pueblo se corre la voz de que una niña de once años, hija de una
humilde familia de granjeros, lleva cuatro meses sin comer. Anna O’Donnell es
inteligente, devota y muy discreta. En un ambiente extremadamente católico,
todos la creen una santa. El caso ha llegado a la prensa, y recibe a diario
visitas que dejan a la familia limosnas y regalos.
Elizabeth Lib
Wright, una joven enfermera inglesa, es contratada por un comité de ciudadanos
del pueblo para vigilar a la niña durante dos semanas, con el objeto de otorgar
credibilidad al “milagro”. Se turnará en esa vigilancia con una monja, la
hermana Michael. Lib no se fía de la eficacia de la religiosa, pero es casi
imposible controlarla a ella también, además de a la niña y los padres de esta.
William Byrne es un
periodista al que envían allí para cubrir el caso, y Liz acaba refiriéndole
algunas de sus observaciones. Está convencida de que se trata de un fraude,
pero resolver el misterio no resultará sencillo.
Una novela emotiva,
inteligente, apasionada, que conjuga el suspense psicológico con una historia
de amor que se enfrenta al Mal.
Mis impresiones
El prodigio es
la segunda novela de la escritora dublinesa Emma Donoghue, que puede que os suene
más por su opera prima: La habitación,
que incluso ha sido llevada al cine. En ella contaba la historia de una joven
que había sido secuestrada y encerrada en una habitación en la que además había
dado a luz a su hijo. No he tenido aún la ocasión de leerla aunque me gustaría
hacerlo a pesar de que he visto la película.
La novela comienza en Irlanda a finales del siglo XIX cuando
Lib Wrigt, una enfermera inglesa, llega a un pequeño pueblo para desarrollar la
labor para la que la han contratado. El empleo no es lo que ella en principio
había pensado. No tiene que asistir a nadie sino vigilar y asegurarse de que la
pequeña Anna O´Donell no ingiere ningún alimento. Su familia asegura que no
come nada desde hace cuatro meses, cuando cumplió los once años, y aun así se
mantiene con vida y con buena salud. La historia de la pequeña se ha convertido
en un milagro para muchos que ya la consideran una santa. Y así los regalos y
las limosnas han hecho acto de presencia. Mientras, otros dudan de la veracidad
de la historia por lo que han formado un comité que ha contratado a Lib y a una
monja que deben dar testimonio mediante su vigilancia a turnos de la realidad.
Así la protagonista se introduce en la humilde familia de
la niña. Unos granjeros que profesan y practican la religión católica que tan
ajena le resulta a Lib, una mujer atea y de ciencia. En principio intentará no
implicarse emocionarme y dedicarse a vigilar tal y como la han ordenado. ¿Qué es
lo que descubrirá la protagonista? ¿Será verdaderamente un milagro o estamos
ante una estafa?
La premisa de la que parte El prodigo me encantó. Desde la primera página nos sumerge en una
historia en la que el misterio se hace evidente. Una niña que lleva cuatro
meses sin comer y que asegura alimentarse del maná caído del cielo y de unas
cuantas cucharadas de agua al día. Y parece ser una elección de la pequeña. Pero
¿Qué puede llevar a una niña a negarse a comer?
Y a ese lugar llega una enfermera, una mujer de ciencia
para quien los milagros son muy poco posibles.
Y la autora aprovecha la coyuntura para enfrentar ciencia y religión es
un momento en que la segunda tenía más aceptación en las comunidades pequeñas y
cerradas. Veremos cómo dos personajes defienden unas ideas poco compatibles.
Y aunque parezca descabellado y El prodigio sea una historia completamente ficticia la autora se ha
inspirado en casi cincuenta casos documentados de niñas o adolescentes que
aseguraron ayunar durante largos periodos de tiempo en varios enclaves de Europa
y América entre los siglos XVI y XX. Algunas lo hicieron por impulsos
religiosos, como Anna en la novela, y otras sin embargo tuvieron otras
motivaciones. Pero no es este el único dato histórico que vemos en la novela. Viajamos
a una Irlanda donde la Gran Hambruna, originada principalmente por una
enfermedad que acabó con las cosechas de patata, se ceba con sus habitantes.
Lib conocerá un mundo en el que las costumbres y forma de vida serán
completamente diferentes a las que ella vive en Londres.
Otro apunte histórico hace referencia a un personaje
real. Florence Nightingale fue una enfermera y escritora que está considerada
como la precursora de la enfermería moderna y una mujer que en aquella época
hizo grandes logros en la materia gracias a sus conocimientos y su inteligencia
y cuyo trabajo inspiró al creador de la Cruz Roja. De hecho Lib adquirió sus
conocimientos trabajando junto a ella en la guerra de Crimea.
Y así Lib es un personaje que se enfrenta a un gran
dilema moral. Lo que ella ha aprendido es que nadie puede vivir sin comer y cree
que la niña no vivirá mucho tiempo sin hacerlo .Le cuesta alejarse de esa
preocupación por el bienestar del paciente. ¿Sería ético obligarla a comer?
Ella ha sido contratada exclusivamente para vigilar y dar fe de lo que
descubra. Así establecerá un sistema de vigilancia exhaustivo y comenzará a
controlar todo lo que ocurre alrededor de la pequeña. Aunque intentará no
implicarse emocionalmente las horas que pasa vigilando a la niña harán que
entre ellas surja cierta familiaridad e intimidad. Sus conversaciones irán
dando pie a que se descubran muchas cosas. Anna es un personaje que está muy bien
dibujado. Una niña de once años muy piadosa y con una voluntad férrea.
Hay otro personaje que tiene cierto peso en la novela. Se
traga de William Byrne, un periodista que se encuentra en la aldea para cubrir
la noticia e intentar obtener la mejor información de un caso que ha llegado a
los medios.
La novela está narrada con muchísima fluidez y una
ambientación gótica excelente y muy visual que te va envolviendo en la historia
y que a mí personalmente me ha hecho disfrutar mucho. Se respira un ambiente tenso
y asfixiante. Es una novela que tiene misterio, que te invita a reflexionar y además
te sumergirá en los secretos de una familia católica. Será Lib, en primera
persona, quien nos la relate. Y desde esa perspectiva solo podemos tener acceso
a lo que ella piensa y observa así como a las propias conclusiones que va
sacando.
Conclusión
El prodigio es
una novela que con una excelente ambientación y una trama interesante te
sumerge en una historia tensa y oscura en la que te atrapa irremediablemente. Me
ha gustado mucho leerla.