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viernes, 16 de junio de 2017

Arai no es nombre de perro - Fernando Sáchez-Ballesteros



Título: Arai no es nombre de perro
Autor: Fernando Sánchez-Ballesteros
Publicación: Autopublicado, 2017
Páginas: 285

¿Qué harías si toda tu vida cambiase en un instante?

Atrévete a averiguarlo y únete a Arai en la búsqueda de las palabras que el destino le tiene reservadas. Comparte sus experiencias, sus ilusiones, su amor (uno y sólo uno) y sus sueños de la mano de originales personajes: unos entrañables, otros esperpénticos y algunos exasperantes aunque divertidísimos. A su lado recorreréis el camino hacia un insólito y sorprendente final que os permitirá encontrar la palabra más especial de todas.

Una conmovedora y moderna historia de amor, una preciosa novela de pérdidas y ausencias llena de encanto y sensibilidad. Un libro singular que no dejará indiferente a nadie y que ha conseguido ser finalista del XXXVI Premio Literario Felipe Trigo por su tremenda originalidad, su exquisita delicadeza y su música... una música que lo envuelve todo.

Mis impresiones

Fernando Sánchez-Ballesteros es un documentalista de Soria que se ha estrenado en el mundo editorial con Arai no es nombre de perro, su primera novela que ha resultado finalista del Premio Felipe Trigo en 2016. Este título me transmitió muy vibraciones desde el comienzo y no me equivoqué al aceptar su lectura.

No voy a contaros mucho sobre el argumento de esta novela porque creo que merece la pena ir descubriéndola poco a poco. En ella vamos a conocer la historia de un hombre llamado Arai. Como nos ocurre a todos, en su vida le han ido sucediendo una serie de acontecimientos que han ido marcando su carácter y su espíritu. Y estos acontecimientos también han ido dejándole grabadas ciertas palabras que tiene muy presente. Otras sin embargo aún son un misterio que tiene que descubrir.

Y así vamos a ir conociendo al niño que un día fue y como siendo muy joven apareció por primera vez una palabra que condicionaría el resto de su vida y le haría cambiar de rumbo. Y siguiendo el rumbo natural, el niño creció, descubrió la fotografía e hizo de ello una profesión. También vamos a viajar con él por diversos lugares del mundo, estaremos presentes en el momento en que Noa llegó a su vida y como se enamoró por primera vez.

Pero el destino le tiene reservada otra gran adversidad y un Arai adulto tendrá que reinventarse y empezar de cero. Y lo hará en un pequeño pueblo de Cantabria llamado Negredo.

Arai no es nombre de perro es una novela cuya lectura me ha resultado muy agradable a la par que entretenida. Pero sin duda lo que más me ha gustado de ella es que es una historia muy emotiva con la que el autor te conquista de forma sincera y honesta. No necesita gran complejidad argumental para cautivar y hacer disfrutar al lector. A la vez hay algunas escenas que son más ligeras y distendidas rompiendo un poco esa parte más dramática que tiene la historia. Si bien, como os digo, es dura en muchos momentos la narración del autor la hace reconfortante porque al final es una novela que nos habla de superar el pasado, cerrar ciertos capítulos que nos impiden mirar hacia adelante y enfrentarse al presente.

Sus personajes están muy logrados y destacan por su cercanía, la humanidad con la que los describe y el contraste que representan algunos. En esta novela, tal y como sucede en la vida real y en todos los lugares, hay gente que sufre, gente que intenta salir hacia adelante y gente con la que es preferible no encontrarse. Y si la vida de Arai, que es un personaje que te devuelve la fe en la humanidad, no ha sido fácil tampoco lo ha sido por ejemplo la vida de Raquel y Manuel, dos hermanos que viven bajo el yugo de un padre que no merecería este título o la vida de Vicente, María e Irene, quienes sobreviven como pueden y luchan contra una enfermedad poco conocida.

La historia está narrada en tercera persona a través de un lenguaje puro, envolvente y elegante sin perder la sobriedad. Me gustaría resaltar los diálogos que me han parecido muy naturales. Si os decía antes que su trama no es demasiado compleja si lo es la estructura con la que está armada. El autor en la primera mitad sobre todo va saltando temporal y espacialmente para narrarnos como ha sido la vida de Arai hasta el 2012, el momento en que decide mudarse a un pequeño pueblo cántabro. A partir de ese momento conoceremos su presente.

Y Arai que ha vivido en Soria y en Guadalajara, que ha estudiado en Madrid, que ha viajado por muchos lugares de España, que se llevó lo mejor de Estocolmo termina en un lugar donde espera curar sus heridas y encontrar la paz que lleva años buscando. Y en un pequeño pueblo es inevitable interaccionar con los vecinos, que el recién llegado sea objeto de interés y que cada uno tenga su mote. Incluso Arai se hará con uno. En Negredo no solo encontrará cosas que necesita para él, para sanarse sino que también encontrará la manera de ayudar a los demás.

La novela está salpicada de palabras claves: soledad, Oz, Noa, miedo, muerte, etc. En el texto están remarcadas en negrita porque estas palabras son importantes en la vida del protagonista. Descubrir una de las últimas fue una gran sorpresa para mí. Me gustó ese giro argumental y me dejó un buen sabor de boca. Además es una novela en que la música te va acompañando. Hay fragmentos de canciones antes de comenzar cada capítulo e incluso algún título rememora alguna melodía.

Y además otro detalle que me ha gustado mucho es que el autor no utiliza la manida historia romántica para aderezar la trama y darle el típico final de “y fueron felices y comieron perdices”.

Conclusión

Arai no es nombre de perro es una historia bien escrita con la que no es difícil conectar. Una historia sencilla, honesta y sin artificios que nos indica que todos merecemos una segunda oportunidad.