Título: El rostro del tiempo
Autora: Inma Turbau
Publicación: Navona, marzo de 2017
Páginas: 202
Esta es una
historia que sucede, con rapidez, ahora mismo, pero en un lugar sin tiempo….
Porque cinco años
pueden no significar nada en una vida, y cinco segundos, en cambio, contener la
eternidad.
Cada lector va a
leer aquí algo diferente: un relato efímero, una reflexión sobre el tiempo, una
fábula…
Cuando te acerques
a Carla y Carlos, desaparecerás de donde estés y te costará despedirte de
ellos.
Y conocerás una
casa y recordará cómo era la vida cuando la tecnología y la urgencia no se
habían apoderado aún de nosotros. Vivirás una historia de las que queremos que
nos pasen, porque son raras las ocasiones en la que la vida te guiña un ojo y
estás mirando.
Mis impresiones
Muchacha en la
ventana es un cuadro que me fascinó en mi primera visita Museo Reina Sofía,
el lugar donde se expone, hace ya muchos años. Me encantó ver a esa muchacha,
que es la hermana del propio Dalí observando el mar a través de una ventana. Me
parece una obra que tiene muchas formas de mirarse e interpretarse y que abre
una ventana a la imaginación. Y esa fue la principal razón por la que tenía muchísimas
ganas de descubrir la historia que cuenta
El rostro del tiempo de la periodista y escritora Inma Turbau. Además su
sinopsis, que no es muy reveladora, me pareció muy sugerente.
“Son raras las ocasiones en que la vida te
guiña un ojo y estás mirando.
Recuperé la conciencia de repente, sin
transición, sin mareos. Fue como si me quitarán una venda en la oscuridad:
tenía los ojos abierto y me rodeaba la negrura más espantosa”
Carlos Velasco es un arquitecto con una carrera de éxito
pero una vida personal muy pobre. No ama, no sufre, no tiene alicientes y se
siente vacío. Esa es la razón por la cual un buen día decide tomarse unas
vacaciones de tres meses. Sin saber lo que busca decide emprender un viaje por
el mundo. Una de esas noches, en la que se ha vuelto a embriagar de alcohol,
cae por un acantilado en Tossa del Mar, una pequeña localidad de la Costa
Brava.
Gracias a su suerte, sale con vida del aparatoso
accidente pero con algunas heridas necesita ayuda. Caminando en medio de la
noche llega a La Gaviota, el lugar donde vive Carla. Una mujer que está tan
perdida como él y ha decidido eliminar de su vida todos los inventos modernos.
En su casa solo le acompañan los lienzos que pinta.
Este es el punto de partida de El rostro del tiempo. Una novela en la que no suceden grandes
acontecimientos ni tiene una trama con mucho movimiento. Más bien es una novela
intimista, de personajes en la que de lo que se trata es de que miremos el
interior de los mismos. De que escuchemos sus historias. La novela nos habla de
personas tristes, insatisfechas que han llegado a puntos de suspensión en su
vida. Sus personajes de la misma parecen haber vivido por inercia, por pereza o
por cualquier otro motivo hasta que llega un momento en que deciden romper con
todo y buscar algo más. Al final somos nosotros mismos los artífices de nuestra
propia felicidad. Somos quienes tenemos que buscarla aunque tengamos que
sacrificar algunas cosas por el camino o tomar elecciones difíciles.
Los dos protagonistas de la novela y casi los únicos son
Carlos y Carla, cuyas vidas tienen muchos puntos en común. No solo su nombre. Parecen
tenerlo todo y en realidad no tienen nada. Carlos es un hombre con una gran
carrera como arquitecto. La crisis inmobiliaria no le ha afectado demasiado pero
no encuentra la felicidad. Está tan perdido que ni siquiera se siente a gusto
en la que debería ser su casa, la que el mismo diseño para vivir. Es por ese
motivo por el que decide alejarse de su rutina durante unos meses para ver que
le depara el destino y si es capaz de encontrarse consigo mismo. Sin embargo el
viaje no es más que una excusa para beber alcohol y perder el tiempo. Carla
también ha perdido el rumbo de su vida. Vive en una pequeña casa cerca de la
costa sin teléfono, ordenador, conexión a internet, reloj o cualquier aparato
que le haga ser consciente del tiempo. Ahora se dedica a la pintura pero en
realidad se ha alejado de su profesión como dermatóloga de forma indefinida.
Hasta que halle un nuevo camino a seguir.
Estos dos personajes, unidos por las circunstancias,
encontrarán la manera de llorar y reír juntos, de hacerse confidencias y de
abrir esos corazones adormecidos que tienen. Pero también tendrán tiempo de
descubrir una historia del pasado cuando aparece un libro que se titula El rostro del tiempo. Una historia que
se completará cuando descubran lo que se esconde tras la puerta del desván.
Me ha gustado como la autora va creando poco a poco y de
manera paulatina la relación entre ambos. Aunque hay ciertos sentimientos que
surgen muy pronto en el interior de cada uno de ellos se contienen y no será
inmediata la forma en que son capaces de exteriorizarlos. De hecho al comienzo
no son más que dos extraños. Inma Turbau va dando los pasos previos hacia la
intimidad que tiene toda relación. Por esto me ha parecido una novela muy
realista y muy bien trabajada. Además creo que se hace patente la madurez de
sus personajes. Ya no son adolescentes, han vivido y no vamos a encontrar
escenas románticas ni cargadas de almíbar. Se trata de algo más profundo y equilibrado.
El rostro del
tiempo es una lectura narrada en tercera persona con un lenguaje cuidado y
muy agradable. La autora logra un relato íntimo y que envuelve al lector. Sus
conversaciones no tienen desperdicio y es a través de ellas como las
descubriremos. Como ya he dicho no es una novela que tenga demasiada acción
pero tampoco es algo que eche en falta.
Conclusión
El rostro del
tiempo es una lectura emotiva y agradable que nos muestra a dos personajes
que a veces es necesario cambiar el rumbo para encontrar la felicidad. Una
novela de personajes muy buen construidos que le lee con gusto y que te hace
pensar.