Título: Mi
vida: instrucciones de uso
Autora: Marian
Keyes
Publicación:
Plaza & Janés, marzo de 2017
Páginas: 478
¿Estáis dispuestos
a descubrir los secretos de una de las autoras más famosas y queridas del
mundo? ¿Sí? Estupendo, porque este libro los contiene casi todos: desde su
adicción a los cosméticos hasta los imprevistos de sus muchos viajes, pasando
por conflictos con el peluquero y su relación con Twitter.
Las reflexiones de
Marian Keyes, de la primera a la última, despiertan de forma inmediata una deliciosa
sensación de complicidad. Sabíamos que el mundo actual podía ser, por momentos,
divertido y absurdo, lo que no sabíamos era la opinión de Marian Keyes. He aquí
la respuesta, una auténtica lección de humanidad.
Mis impresiones
Hace ya unos seis años que conocí a Marian Keyes (autora
de la divertidísima saga de las hermanas Walsh) con La estrella más brillante. Un libro que cogí a ciegas sin tener
ninguna referencia sobre la autora ni el tipo de libros que escribía. Me gustó
mucho y poco a poco fui picando hasta prácticamente leer todos los demás. Desde
entonces la he seguido porque me encanta como mezcla la realidad más cruel con
el sentido del humor. Muchas de sus novelas tratan de temas muy duros como la
violencia, las adiciones o la depresión y a pesar de ello sabe darle ligereza a
sus obras. Lo cierto es que es una de las autoras más vendidas y también más
queridas por el público.
Su último trabajo no es una novela sino una colección de
artículos periodísticos y autobiográficos publicados bajo el nombre de Mi vida:
instrucciones de uso. Han sido escritos a lo largo de nueve años. Algunos han
ido viendo la luz en revistas en las que tiene o ha tenido una colaboración
periódica, otros han sido publicados en su página web y algunos otros son inéditos
de forma que no han visto la luz hasta que este libro ha llegado a las
librerías.
Estos artículos aparecen agrupados por categorías y la
propia Marian Keyes nos dice al comienzo que no tienen un orden cronológico por
lo que no hace falta seguir un orden de lectura sino que pueden ser leídos según
apetezca. Al ser artículos biográficos nos van a dar una visión bastante exacta
de cómo ve ella la vida. Me ha gustado acercame más a esta autora que tan
buenos ratos me ha hecho pasar. He reconocido su pluma, sus ideas locas y es
forma tan particular de contar la realidad con mucho sentido del humor.
“Mi pasión por los cosméticos comenzó hace
varias décadas y culpo de ello a Mamá Keyes. Como todas las madres, la pobre
mujer se ha llevado, a lo largo de los años, la culpa (de manera totalmente
injusta) de muchos de los infortunios de sus hijas, por tanto, ¿por qué no
culparla también de mi profunda e inagotable pasión por los cosméticos?”
Así nos vamos a encontrar muchos artículos que nos hablan
de su obsesión por los cosméticos, que según ella misma nos dice adoptó de su propia
madre. Una obsesión que le ha llevado a gastar pequeñas fortunas en ellos (tiene
una gran colección de lacas de uñas de Chanel), a hacer peligrar sus pestañas (con
implantes que tenía más tiempo del recomendado), a probar diferentes
tratamientos paras las uñas, el pelo, la piel y cualquier otra parte del cuerpo
susceptible de cambiar. Incluso nos habla del pequeño vicio en que se convirtió
recibir cosméticos de regalo cuando trabajaba para una revista en la que escribía
artículos sobre los mismos.
Pero no todo en este libro son lacas de uñas, perfumes,
bronceados, zapatos (con su número 35 que tanto problemas le causa a la hora de
comprar), depilación, etc… también nos vamos a encontrar muchas anécdotas de
sus viajes con su familia y amigos. De los cuales, por cierto, nos vamos a
encontrar un listado al inicio del libro en el que nos indica quien es cada
cual con algunos de los rasgos más significativos de sus personalidades.
Así nos cuenta algunas de las cosas que le ocurrieron durante
sus escapadas a Noruega (un país que le encantó pero en el que terminó volviéndose
loca por las compras), Francia, Chipre, Portugal (en donde la comida le resultó
muy insípida), Finlandia, Nueva York, Chile, a Ulster (en viaje que realizó
para ver un concierto y en donde todo el mundo les decía “NO”). De su aversión
a las Navidades en parte por la impotencia que le causa el tener que cocinar
para muchas personas, algo que no se le da nada bien. O de las personas famosas
que ha conocido. O de
Para mí Marian Keyes es una escritora de las pocas
capaces de provocar al lector en el mismo libro sensaciones tan dispares como
sonrisas y lágrimas. A parte de estas historias o anécdotas divertidas la
autora nos habla en alguna que otra ocasión del problema que tiene con la depresión
(a la que llama “el tiburón”) y que hay épocas en las que la mantiene alejada
de todo, del insomnio, de sus obsesiones, de las terapias, de aquellos actos
que le avergüenzan o aquellas cosas que la hacen sentirse orgullosa.
Los últimos capítulos son la narración de su vida en el
año 2006. La autora publicaba un boletín de noticias mensual hasta que “el
tiburón” se lo impidió. A partir de entonces conoció Twitter y es allí ahora en
donde publica sus cosas.
A mi este tipo de libros me gusta leerlos poco a poco, a
ratitos, y me lo he pasado muy bien conociendo un poco más de la vida de Marian
Keyes (y su parecido con Bono, si, el de U2) y disfrutando con sus alocadas
ideas. En realidad gran parte lo divertido que resulta leerla no es tanto por
el acontecimiento en sí como por la forma que tiene ella de relacionarlo con
otros asuntos, sus expresiones ocurrentes o sus ideas ingeniosas. Esta autora
nunca ha tenido pelos en la lengua y en este libro lo demuestra una vez más.
Conclusión
Mi vida: instrucciones
de uso es una colección de anécdotas muy amena y divertida. Un libro para
ir cogiendo a ratitos sueltos y dejarse llevar por las alocadas ideas de Marian
Keyes, una autora que tiene un gran sentido del humor.