Título: La
isla del coco
Autora: Bianca
Aparicio Vinsonneau
Publicación: Círculo Rojo, diciembre de 2016
Páginas: 438
Amparado por las
sombras de la noche, el mayor tesoro de la Corona española abandona las costas
del Perú escondido en las entrañas de un navío mercante bajo la amenaza de la
pérdida del virreinato. Es, sin duda, una carga demasiado tentadora para el
capitán William Thompson. Con las manos manchadas de sangre, huye hasta la isla
del Coco para ocultar el gran Tesoro de Lima. Lo que debía haberle traído
riqueza y fortuna, acaba resultando ser una maldición que le aleja de su hogar
y le lleva a perder a sus seres queridos. Tras su muerte, tan solo su hija sabe
de la extraña historia de una lejana isla deshabitada, en cuyas profundidades
se oculta un inmenso tesoro. Acompañados de un diminuto plano dibujado por la
temblorosa mano de su padre, Clara y su esposo August deciden iniciar un viaje
cargado de esperanzas. No imaginan que, tras el brillo del oro español, no hay
más que oscuridad.
Una magnífica novela histórica que transcurre durante el siglo XIX, recorriendo lugares tan fascinantes como Lima (Perú), Kona (Hawái) y la isla del Coco (Costa Rica), para desvelarnos la magnitud de los anhelos y temores de los hombres.
Una magnífica novela histórica que transcurre durante el siglo XIX, recorriendo lugares tan fascinantes como Lima (Perú), Kona (Hawái) y la isla del Coco (Costa Rica), para desvelarnos la magnitud de los anhelos y temores de los hombres.
Mis impresiones
Hace un par de años conocí a Bianca Aparicio Vinsonneau
con Las
sombras de África. Una novela que me gustó mucho y que es bastante
diferente a La isla del coco, la
novela de la hoy os voy hablar. Lo que sí tienen en común es que ambas no
llevan a conocer parajes lejanos, atractivos y exóticos.
La novela comienza con un prólogo fechado en 1888 en Kona
(Islas Sandwich, Hawái) en el que observamos una escena en la que se produce
una revelación importante de manos de una persona que está a punto de exhalar
su último aliento: es la existencia de un tesoro escondido es una isla
desierta. Luego volvemos atrás en el tiempo y nos situamos en 1820 en Lima para
conocer el origen de ese tesoro. William Thompson es un hombre honrado y el
capitán de Mary Dear, un mercante con
el que se gana la vida transportando mercancía. Es un trabajo duro que le
mantiene alejado de su hija Clara demasiado tiempo y sueña con poder abandonar
el mar algún día. La madre de Clara murió y desde entonces la deja al cuidado
de otra mujer durante sus ausencias.
Sin embargo su vida cambia cuando un desconocido le hace
un encargo que se debe llevar a cabo con la máxima discreción. Debe transportar
un inmenso tesoro de la Corona Española ante la amenaza que supone la posible
guerra para conseguir la liberación de la colonia del mandato español. Así en
plena noche el barco se carga y se hace a la mar. Pero el tesoro es demasiado
tentador y William no puede evitar hacerse con él, eso sí, haciendo uso de la
violencia. Se ha convertido en un corsario y poco después el oro es depositado
en la isla del Coco. Pero el tesoro más que proporcionarle la fortuna prometida
parece traer una maldición a su vida….
Este es el punto de partida de La isla del Coco. Una novela que tras haberla leído parece
imposible, como nos cuenta su autora en una nota al final de la misma, que esté
basada es una historia real. Podríamos considerar que es una novela de
aventuras aunque tampoco la encuadraría del todo en este género. Si bien gran
parte de ella gira entorno a un tesoro que es robado, escondido y después
buscado el grueso de la novela se desarrolla en torno a la vida que llevaron
quienes conocieron su existencia. Hay secretos, traiciones, alianzas, historias
de amor, de perdida y de segundas oportunidades. Al final la novela nos lleva a
una reflexión inevitable sobre la ambición y la codicia. En este caso es oro
pero también lo podemos tomar como la persecución de quimeras imposibles que
hacen que dejemos de apreciar y disfrutar lo que realmente tenemos o nos
resulta accesible.
Creo que es una propuesta arriesgada por parte de la
autora. Es complicado hablar de la novela sin contarla entera porque no sigue
la típica estructura de introducción, nudo y desenlace sino que es una novela
con un argumento un tanto errático que abarca muchos años en la vida de
diferentes personajes. Eso sí resulta una lectura muy curiosa y muy
entretenida.
En cuanto a sus personajes la novela comienza con William
Thompson como protagonista. De él se nos dice que es un buen hombre y honrado.
Un hombre que desea pasar más tiempo con su hija y alejarse del duro trabajo en
el mar. Sin embargo en cuanto tiene una oportunidad no duda en mancharse las
manos de sangre para conseguir el oro que ha de asegurarle una buena vida. Y
esto ya es un hándicap para el lector. Al menos en mi caso me ha impedido
hacerme del todo con él porque su mal acto me ha condicionado. William pagará
con creces su pecado y su vida se convertirá en un infierno. A su lado hay dos
personajes secundarios que me han parecido fantásticos como son Orlando y
Guadalupe, que provocan mucha simpatía en el lector.
Más o menos a la mitad de la novela se produce un cambio
de protagonistas y serán Clara y August quienes retomen la historia. Serán dos
personajes obsesionados por encontrar el oro hasta el punto de que se convierte
en el eje alrededor del cual giran sus vidas y su principal motivación. No tienen
más motivo de existencia y por ellos son capaces de sacrificarlo todo. Me
parece que con esta premisa pierden algo de humanidad o yo no me he sentido muy
cercana a ellos. Al menos no he sentido esa misma conexión que tuve con los
protagonistas de Las sombras de África.
La ambientación de La
isla del Coco resulta muy atractiva. La autora nos sitúa en lugares como
Kona, en Hawái, en donde se desarrolla gran pate de la vida de William y donde
hay una pequeña comunidad. Y otra parte en la isla del Coco en Costa Rica. Un
enclave virgen, paradisiaco y salvaje, coronado por un anillo de niebla que en
el siglo XIX fue utilizado por los corsarios para esconderse o esconder sus
tesoros. Luego hubo una penitenciaria en ella aunque finalmente la isla fue
deshabitada. En la novela veremos un intento infructuoso de formar una colonia
alemana en ella.
La autora vuelve hacer gala de un buen hacer en cuanto a
la calidad de la narración. Con una prosa depurada y naturalmente elegante
vamos avanzando en su historia. No es una novela en la que hay mucha acción
pero transcurre con gran fluidez. Al ser tantos años los que abarca, la autora
selecciona los acontecimientos o épocas importantes en la vida de los personajes
para detenerse más ellos obviando o tocando más de pasada los menos relevantes.
Conclusión
La isla del Coco
nos va a contar una curiosa historia real en forma de novela que resulta muy
entretenida. Ya solo por eso merece la pena acercarse a ella. Como puntos
fuertes destaco la forma envolvente en que está narrada y lo atractivos que
resultan sus escenarios.