Título: Toda pasión apagada
Autora: Vita Sackville-West
Publicación: Alfaguara, octubre de 2016
Páginas: 225
Lord Slane, baluarte
del Imperio y gran estadista, ha muerto. Le sobreviven su viuda y seis hijos
dispuestos a ocuparse de ella. Pero Lady Slane tiene otros planes: la sumisa
esposa y complaciente madre quiere al fin vivir su propia vida. En una pequeña
casa, en Hampstead, rememorará sus
sueños de juventud y pasará dulcemente el tiempo que el destino le conceda
junto a aquellos que ha escogido: su doncella francesa, su casero, el maestro
de obras y hasta un excéntrico millonario, enamorado de ella en La India
cincuenta años atrás.
Toda pasión apagada es
para muchos la mejor novela de Vita Sackville-West y suscitó el entusiasmo de
Virginia Woolf, cuyo libro Una habitación propia sin duda había influido en el
de su amiga.
Mis impresiones
Me llamó la atención esta novela en primer lugar por la
ilustración de la portada en la que inmediatamente reconocí a Sara Morante.
Pero además está el hecho de que me gusta mucho la literatura inglesa de
principios del siglo XX. Vita Sackville-West, hija ilegítima de un barón y una
bailaora española cuya vida retrató en otro de sus libros, es una escritora muy
reconocida y premiada que tocó varios géneros y que además cultivó una amistad muy
íntima con Virginia Woolf.
“Henry Lyulph Holland, primer conde de
Slane, llevaba existiendo tanto tiempo que el público había empezado a
considerarle inmortal. Al público, en conjunto, le resultaba reconfortante la
longevidad y, tas la necesaria pausa de reacción, está dispuesto a reconocer en
la vejez extrema un signo de distinción. El longevo ha triunfado por lo menos
sobre una de las desventajas iniciales del hombre: la brevedad de la vida.”
Toda pasión apagada
comienza con la muerte de Lord Slane a los noventa y cuatro años de edad. Un
hombre muy querido y respetado por todos que había desempeñado en su vida los
cargos de virrey en La India y Primer Ministro en Inglaterra. Con su desaparición
sus seis hijos se plantean el futuro de su madre, Lady Slane, una fiel esposa y
abnegada compañera que le ha seguido durante todos los años que ha durado su
matrimonio y que ahora por fin, y para sorpresa de sus hijos, se siente libre
para decidir por sí misma de forma que no va a aceptar lo que los demás ha elegido
para ella.
Con una situación económica modesta decide alquilar una
casa en Hampstead en la que se sentará plácidamente a reflexionar sobre cómo ha
sido su vida. Pero también se encontrará con la inesperada amistad de tres
hombres.
Toda pasión apagada
ha sido una lectura deliciosa y muy placentera. En ella nos vamos a encontrar una
historia con tono intimista, llena de matices, con una ironía muy sutil y una crítica
a la sociedad en que vivió su autora. Una novela que te hace reflexionar a la
vez que te entretiene.
Y lo hace a través de uno de sus personajes. Sobre todo
de la octogenaria protagonista que, aunque siendo el centro y causa de la
trama, no veremos aparecer hasta casi el ecuador de la novela. Será a través de
los ojos de sus hijos como nos formemos una primera imagen de Lady Slane. Una
mujer que ha vivido a la sombra de un hombre querido y respetado por todos. Una
mujer frágil y moldeable que ha sacrificado sus sueños, uno de ellos el de ser
pintora, para acompañar a su marido por acontecimientos sociales y reuniones
importantes. Luego la conoceremos a través de sus propias reflexiones.
Conoceremos a una mujer de ochenta y ocho años que una vez libre de su marido
puede disponer por fin de su propio tiempo. Una libertad que quizás llevaba
años esperando. Y no es que su marido le estorbara ya que le había amado de
verdad y él la había correspondido. Siempre
se había portado bien con ella, preocupado y estado atento de su bienestar,
pero simplemente nunca pudo ser ella misma.
El resto de los personajes que se mueven alrededor de
ella son su cocinera francesa Genoux, sus seis hijos, sus yernos y nueras junto
a tres hombres que conocerá cuando se mude a Hampstead los iremos conociendo
por sus formas de actuar. Todos están trazados con pocas pinceladas pero
contundentes siendo sus actos los que hablan por sí mismos definiéndolos.
Os decía antes que la novela realiza una crítica muy
sutil sobre la sociedad londinense de principios del siglo XX. Por un lado toca
el papel de la mujer dentro de la familia. La poca libertad que tenía una joven
con respecto a su homólogo en el sexo masculino. La libertad para salir, para
relacionarse con otras personas, para elegir una pareja o para cualquier
decisión importante. Aunque también nos muestra ese cambio generacional en el
pensamiento que se va produciendo a través de la figura de su nieta. Por otro
lado yo creo que también nos muestra la “carga” que puede suponer en algunas
familias un padre o una madre para los hijos. A través de los de esta novela
vemos como se la disputan pero no como un acto desinteresado sino más bien por
lo que vayan a pensar los demás o por la recompense económica que puedan
obtener a cambio o como se intentan desprender de ella. Un tema que a día de
hoy sigue muy vigente.
La novela está estructurada en tres partes narradas en
una tercera persona omnisciente. En la primera de ellas nos presenta a la
familia para que la conozcamos en la intimidad. En la segunda parte vemos como
la anciana ha comenzado su nueva vida, las reflexiones que realiza sobre su
pasado y como aparecen tres nuevas personas en sus vidas. La tercera parte es
la más emotiva y la que toma muchísima fuerza dejándonos un desenlace difícil
de olvidar.
Y también me ha parecido que la novela está muy bien
narrada. Con un texto plagado de sutil ironía, de sentido del humor va dejando
mensajes muy profundos y tajantes de cara al lector. La autora va creando
escenas cargadas de simbolismo y sensibilidad que hablan por sí mismas. No es necesario
que luego nos las explique ni nos aporte información adicional. Como es por
ejemplo el momento en que Henry y una versión jovencísima de la protagonista se
prometen en matrimonio, el momento en que los hijos se encuentran decidiendo el
futuro de su madre o cuando se produce la entrega de las joyas.
Conclusión
Toda pasión apagada
es una lectura intimista, reflexiva y profunda narrada con ligereza y sentido
del humor que contiene personajes muy buenos y que está estupendamente narrada.
Una novela que recomiendo para aquellos que nos le importe demasiado una trama
y que busquen algo más en la literatura.
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