Título: Patricia Brent,
solterona
Autor: Herbert George
Jenkins
Publicación: dÉpoca, noviembre
de 2016
Páginas: 290
Nos encontramos
en Londres durante la Primera Guerra Mundial. La joven Patricia Brent trabaja como secretaria de un
político y se aloja en Galvin House, una casa de huéspedes en la que
reside junto a una diversidad de singulares inquilinos con los que comparte
cena cada noche. Un buen día la joven
escucha una conversación entre dos chismosas de la pensión, en la que
«lamentan» que no tenga pretendientes. Sintiéndose humillada, en un
momento de ira la joven anuncia que ha
recibido una invitación de su prometido para cenar al día siguiente en
un restaurante. Nada extraño, si no fuera porque no existe tal prometido, ni espera tenerlo en un futuro cercano.
Pensando en la
puesta en escena de su mentira, Patricia acude sola a la falsa cita en el
restaurante. Sin embargo, se da cuenta de que se ha metido en un buen lío al
comprobar que varios de los huéspedes la han seguido con el claro objetivo de espiarla.
Así da comienzo Patricia Brent, solterona (1918), una hilarante comedia de
enredo que narra las complicaciones derivadas del irreflexivo acto de Patricia.
Mis impresiones
La última joya literaria
que nos ha permitido disfrutar el sello dÉpoca es Patricia Brent, solterona dentro de su colección Tesoros de Época. La novela ha sido
traducida por Rosa Sahuquillo y Susanna González, que como siempre han hecho un
trabajo perfecto con notas a pie de página incorporadas, e ilustrada a todo
color por Iván Cuervo Berango que como podéis ver en las imágenes que os he
dejado son impresionantes. Además y por si ya no es suficiente incluye un marca
páginas y una lámina réplica de la ilustración de la cubierta.
“Nadie viene a
recogerla nunca para salir y jamás va a ninguna parte y, sin embargo, no tendrá
más de veintisiete años, y realmente no es fea.
-
No es el aspecto lo que atrae a los hombres – había un
matiz definitivo en aquella voz-. Es otra cosa.
La oradora arrojó
estas palabras en un tono que manifestaba extrema desaprobación.”
Nos encontramos en Londres,
en algún momento durante la I Guerra Mundial. Patricia Brent es una joven de
veinticuatro años que trabaja como secretaria para un político con una
prometedora carrera. Vive en la pensión Galvin junto a otras peculiaridades
individuos con los que se sienta a cenar cada noche.
Una de esas noches, unos
minutos antes de la cena, escucha una desagradable conversación entre la
señorita Wangle y la señorita Mosscrop-Smythe en la que ambas afirman sentir
lástima de ella, ya que no tiene pretendientes y su vida parece muy solitaria y
aburrida. Patricia se siente humillada y durante la cena aprovecha para hacer
saber a todos los comensales que la siguiente noche no cenará con ellos ya que
su prometido, que es comandante del ejército, la esperará en el Quadrant, un lujoso
restaurante de la ciudad.
Sin embargo solo es una
mentira de la que va a tener complicado salir airosa. Al día siguiente, y para
disimular, sale puntual hacia el restaurante Quadrant para hacer creíble su
historia pero sin contar con que dos de los inquilinos de la pensió van tras ella y se presentan en el mismo lugar
a la hora de la cita imaginaria. La primera opción que le viene a la cabeza es
abordar a un hombre que está cenando solo en el restaurante…
Patricia Brent, solterona es una deliciosa
comedia de enredos que resulta divertidísima y tan entretenida que te engancha por
completo. Si os he contado el punto de partida de la historia poco a poco vemos
como Patricia se ve envuelta en una serie de situaciones y malentendidos que se
van escapando de su control. Ella sabe que no puede dar marcha atrás y contar
la verdad sin quedar como una tonta. Se ha visto envuelta en una complicada red
de mentiras que incluso el Peter Bowen, el hombre que ha conocido en el
restaurante y quien accede a seguirle el juego, se ha terminado por creer. Y a
mí como lectora me ha encantado ver cómo todo se iba complicando por momentos
además movida por la curiosidad de que rumbo iban a tomar los acontecimientos.
Patricia Brent es la protagonista
indiscutible de la historia. Es una joven huérfana que a sus veinticuatro años
trabaja como secretaria. Y aunque los demás se han empeñado en colgarle la
etiqueta de solterona (ya que en la época en que vive su edad ya era
considerada como peligrosa) ella no se siente como tal. Y ha sido un personaje
que me ha resultado simpático, al que se le ve con carácter y poder de decisión
a pesar que un momento dado la rabia le llevará a vivir esta curiosa historia.
Muy divertidos también me
han parecido el resto de los personajes por muy insufribles que puedan parecer
al principio. En realidad a todos ellos les encanta cuchichear, fisgonear,
opinar y entrometerse en la vida de los demás y ahora le ha tocado a Patricia
sin que ella pueda hacer mucho por evitarlo. Los comentarios maliciosos de las señorita
Wangle y su autoridad en materia social, el sarcasmo del señor Bolton, la
resolución de la tía Adelaide para dirigir a su sobrina por el camino adecuado,
la señora Tanagra y sus tretas, y por supuesto el señor Bowen que en me ha dado
hasta lástima en ciertos momentos. El caso es que Jenkins consigue que el lector
se encariñe con todos estos personajes aunque de entrada nos puedan parecer fastidiosos
o irritantes.
La historia fue publicada
originalmente en el año 1918 en Londres. En un momento en que en toda Europa se
veía inmersa en la I Guerra Mundial el autor la escribió para entretener y
distraer al público de la realidad. Quizás por ello en la novela veremos este
conflicto muy de pasada. El autor se centra más en mostrarnos las diferencias
de clases, la hipocresía social de la clase aristocrática inglesa y como un
título o el dinero abrían las puertas sin esfuerzos. Una cosa era tratar a una
chica soltera y otra cosa la prometida de un lord. Todo ello nos deja entrever
una crítica a la sociedad del momento.
Patricia Brent, solterona tiene además una
narración muy viva, ágil y fluida en la que no paran de suceder cosas. El
estilo narrativo está muy cuidado e incluso a mí me ha parecido elegante por lo
que ha sido todo un placer leerla. No soy demasiado dada a comedias de humor
pero sin embargo esta me ha resultado muy divertida porque no he encontrado los
tópicos habituales de las comedias. No vamos a encontrar una mujer desesperada
por cazar marido. Tampoco hay exageraciones ni situaciones absurdas o
rocambolescas. El humor es mucho más refinado y elegante. En esta novela se da
todo lo contrario haciendo uso su autor de la ironía y la agudeza además de
mucha frescura que también se refleja en los diálogos para complacer al lector.
Conclusión
Patricia Brent, solterona es una novela
que no hay que perderse. Ligera, fresca, divertida y tan entretenida que sus
páginas se van volando. Además el hecho de que haya sido rescatada del olvido
por dÉpoca ya es un signo de la calidad que vamos a encontrarnos en su interior.