Título: Rey de picas
Autora: Joyce Carol Oates
Publicación: Alfaguara,
octubre de 2016
Páginas: 232
«Los problemas
empezaron de la manera más inocente cinco meses, dos semanas y seis días antes.»
Andrew J. Rush ha
conseguido el aplauso del público y la crítica, un éxito con el que sueña la
mayoría de los autores. Sus veintiocho novelas policiacas han vendido millones
de ejemplares en decenas de países y tiene un poderoso agente y un editor
brillante en Nueva York. También tiene una amante esposa y tres hijos ya
adultos, y es una gloria local en el pueblo de Nueva Jersey donde reside.
Pero Rush esconde
un oscuro secreto. Utilizando el seudónimo Rey de Picas escribe otro tipo de
novelas, violentas y espeluznantes: el tipo de libros que el refinado Andrew nunca
leería y mucho menos escribiría. Su vida perfecta se viene abajo cuando su hija
encuentra una novela de Rey de Picas y comienza a hacer preguntas. Al mismo
tiempo, Rush recibe una citación judicial tras ser demandado por una mujer del
pueblo que lo acusa de plagio. Mientras la reputación, la familia y la carrera
de Rush peligran, los pensamientos de Rey de Picas se vuelven cada vez más
malvados.
Mis impresiones
Tenía desde tiempo hace muchas ganas de leer algo de Joyce Carol Oates,
una autora neoyorkina tan polifacética (ha escrito novela, cuento, teatro,
poesía y ensayo) como prolífica (incluso ha publicado con un par de seudónimos)
o tan premiada que su nombre sonaba para el Nobel aunque finalmente no ha sido
así. De esta autora he tenido magnificas referencias y una persona muy cercana
a mí no se cansa de recomendarme cada uno de sus libros. Por fin ha sido Rey de picas, la novela con la que me he
estrenado con ella.
“En el aire había aparecido el hacha. Por alguna
razón se alzaba y caía en un vaivén desenfrenado, en dirección a mi cabeza,
mientras yo intentaba alzarme de mi posición en cuclillas y perdía el
equilibrio, por la desesperación de querer escapar, al tiempo que me fallaban
las piernas y se oía una voz ronca que suplicaba «¡No! ¡Por favor, no!»”
Andrew J. Rush es un reputado escritor de novelas de suspense que tiene
una exitosa carrera a sus espaldas. El estilo elegante, refinado y el cuidado
que pone en sus obras han hecho que la crítica y el público adulen sus obras.
Rush vive en Harbourton, una comunidad residencial de una zona rural de Nueva
Jersey con su esposa Irina con quien ha tenido tres hijos. Todo parece normal
en su vida e incluso desde fuera se podría decir que es un hombre feliz.
Sin embargo este personaje tiene un oscuro secreto. Y es que él mismo
encarna a Rey de Picas, un escritor de novelas macabras, violentas y de mal
gusto que Rush jamás escribiría. Nadie conoce esa segunda personalidad de él,
ni siquiera su familia o sus editores. No tiene ninguna dificultad para separar
sus dos vidas hasta que suceden dos hechos que desestabilizan al escritor. A
mismo tiempo que su hija descubre al escritor Rey de Picas, sin saber cuál es
la identidad real del mismo, y comienza a hacer preguntar, Rush recibe una
citación para un juicio acusado de plagio.
Rey de picas es una
novela que yo calificaría dentro de la literatura de suspense psicológico en la
que según avanzados aumenta la intriga y la tensión narrativa. Me ha parecido
una novela original y diferente escrita con mucho oficio y con un gran dominio
de la historia. Me ha atrapado su lectura y también me han gustado las connotaciones
literarias que Oates ha incluido dentro de la misma sobre este mudo, los
escritores, la fama, las rivalidades entre ellos y la construcción de una
novela. Pero sobre todo me han encandilado las referencias a El gato negro y El corazón delator de Edgar Allan Poe, que para mí siempre será un
autor especial que me trae muchos recuerdos. También se cita en varias ocasiones
a Stephen King a quien el protagonista admira (tanto por su carrera literaria
como por su fama y sus millones) pero con quien también comparan.
En mi opinión uno de los aspectos más trabajados y mejores que podemos
encontrar en Rey de Picas es la
construcción del personaje principal. Por un lado nos vamos a encontrar con
Andrew J. Rush, un buen marido, un padre perfecto y un escritor correcto que ha
alcanzado la fama. Pero él mismo también es Rey de Picas, un escritor maldito
que usa la violencia y el morbo en sus novelas. Esta dualidad del personaje es
el eje alrededor del cual gira toda la historia y lo más interesante de la
misma. Rush necesita ser Rey de picas pero también necesita que se mantenga a
la sombra, tenerlo controlado y que nadie conozca su existencia. Oates hace un fantástico
trabajo psicológico conjugando en el personaje el bien contra el mal, el deseo
contra la ética.
La novela se va tornando más oscura e inquietante según avanzamos y vamos
descubriendo que Rey de picas tiene una voz potente y su propia concepción del mundo.
Y es el propio protagonista quien nos va a contar la historia por lo que prácticamente
solo vamos a conocer lo que ocurre en su cabeza y como se va desequilibrando
este personaje. Esto hace que el lector dude o más bien que no tenga una
versión real de la historia. La información limitada a la que accedemos nos
viene impuesta por los propios conocimientos de la misma que tiene el
personaje.
Rey
de picas tiene un ritmo a mi entender muy
equilibrado. No es una lectura de ritmo vertiginoso y a la vez se hace
tremendamente ágil y fluida. El estilo directo pero a la vez cuidado y elegante
junto a la estructura en capítulos cortos hacen que la novela se pueda leer prácticamente
del tirón. Y todo esto nos lleva a un final que no decepciona.
Conclusión