Título: La niña y su doble
Autor: Alejandro Parisi
Publicación: Lumen, mayo de 2016
Páginas: 269
Érase
una vez una niña judía inteligente y hermosa que vivía en la ciudad de Lwow con
sus padres. Se llamaba Nusia y sus días transcurrían felices... Así podría
empezar esta historia si fuera una fábula, pero la peripecia de Nusia Stier de
Gotlib es real: en 1939 el ejército ruso invade la ciudad donde ella vive. Pero
tras los rusos no hay tregua, tras ellos llegan los alemanes y luego el
infierno del gueto.
Para
salvarse y salvar a los suyos, Nusia se ve obligada a adoptar una falsa
identidad: esconderse, mentir, olvidarse de quién era y comportarse como una
piadosa jovencita católica le permitió sobrevivir y así sus recuerdos han
llegado hasta nosotros.
La niña y su doble es una historia de lucha
por la vida cuando la muerte acecha en cada esquina, una obra honda y conmovedora que escoge la
ficción para hablarnos de la realidad. La fuerza arrolladora de su
protagonista, su entereza y el amor que siente por su familia son retratados
por Alejandro Parisi con talento y emoción.
Mis
impresiones
En cuanto vi esta novela entre las
novedades de Lumen quise leerla inmediatamente. Una de las razones es porque la
II Guerra Mundial, como ya sabéis, me apasiona. La otra razón y más importante
es que La niña y su doble se inspira
en una historia real. La vida de Niusa Stier de Gotlib, que solo era una niña
cuando comenzó la guerra y tuvo que aprender a sobrevivir al nazismo.
La historia comienza en la ciudad polaca
de Lwow. Allí vive la pequeña Niusa junto a su familia. Rudolph, Helena y
Fridzia son una familia normal judía y su situación es bastante próspera
gracias a un taller de costura que tienen montado en su propia casa. Cuando los
rusos entran en el país su padre siente simpatía por el comunismo y se afilia
al partido a pesar de que tienen que cambiar su forma vida aunque gozan de
cierta protección. Sin embargo cuando en
1939 el ejército alemán invade Polonia ellos se convierten en gente indeseable
que trasladan al gueto donde los judíos viven hacinados.
En un intento por salvar a su hija y
dado que por su aspecto físico puede pasar desapercibida los padres de Niusa
deciden que adopte una identidad falsa y la envían a un orfanato para niños
ucranianos. Allí se convertirá en una joven huérfana ucraniana y católica llama
Slawka Jendrus y termina siendo adoptada por el comandante Bezruchko, enfermo y
retirado del ejército nazi, y su esposa Claudia, que le ofrecerán un nuevo
hogar y una nueva vida.
Lo que más me ha gustado de esta novela
es ver como Niusa tiene que adoptar una falsa identidad y sufrir la guerra
desde el otro lado. Un lado que no le pertenece. Junto a su nueva familia está
protegida. Tiene una buena casa, alimentos, una familia que la trata bien y de
forma afectuosa y nadie va a poner en peligro la vida de la hija adoptiva de un
héroe de guerra. Pero ella tiene que ver día a día como rechazan a los suyos.
Su familia está en peligro, los guetos atestados, muertes diarias de judíos, el
desprecio por los que son como ella.
Niusa me ha parecido un personaje muy
interesante porque en ella vamos a ver como se contraponen dos sentimientos muy
duros. Por un lado el instinto de supervivencia, la posibilidad de mantenerse a
salvo como le prometió a su padre antes de separarse de él y por otro lado la
culpabilidad de haber renunciado y renegar a ojos de los demás de su identidad,
sus creencias, su vida. La vergüenza de vivir cómodamente entre aquellos que están
masacrando a su familia. Tendrá que
aprender a callar, a mentir, a hablar otro idioma, a rezar oraciones en las que
no cree, a disimular el odio, la rabia y la indignación en sus ojos. Niusa es un
personaje valiente, despierto y con mucha entereza. Ver como una niña con tan
solo once años es capaz de pasar por todo lo que ocurre en la novela es
descorazonador.
Aun así también resulta interesante ver
como se adapta a la familia del comandante. Él ha perseguido y odia a los
judíos pero con Niusa, tanto su esposa como él, se muestran afectivos,
protectores y le dan una buena vida. Claro que ellos no sospechan su condición.
Niusa también tendrá que enfrentarse a sus propios sentimientos contradictorios.
Su verdadera familia sigue en su corazón, por ella sufre y hace todo lo posible
por contactar con ellos pero también el cariño que siente por estas nuevas
personas que han entrado en su vida. Y me ha gustado que la perspectiva no sea
una familia víctima y la otra el verdugo al menos con Niusa. Y tampoco hay que
olvidar la etapa de su vida en que se produce todo esto. Ella es casi una niña
cuando se separa de su familia y vivirá toda su adolescencia dentro de otra
forma de vida con otra identidad que incluso puede confundirla.
Aunque no vamos a vivir el conflicto bélico
de primeras ni el autor entra en detalles sobre aquello que sufrieron los judíos,
ya que queda muy de fondo en la novela al centrarse en la vida de Niusa, es una
novela dura y emotiva que te lleva a reflexionar sobre la supervivencia y sobre
la identidad. ¿A que está dispuesto uno para sobrevivir? Para mí el hecho de
que esta sea una historia real le da más valor a la novela y además el autor
consigue que nos pongamos en la piel del personaje. El autor ha contado con la
ayuda de la propia Niusa Stier, que ahora vive en Argentina, para confeccionar
la novela por tanto todo resulta muy real.
La
niña y su doble es una novela que prácticamente se
puede leer del tirón gracias a su estilo atractivo, sencillo, sin florituras
pero efectivo con un ritmo bastante alto en el que no paran de suceder cosas.
Además el lector siente cierta tensión a lo largo de la historia. Niusa comete
fallos, se le escapan ciertas cosillas que nos hacen preguntarnos si
descubrirán quien es.
Conclusión
La
niña y su doble es una novela emotiva y cercana que
nos narra una historia dura y real de una niña que gracias a su valor y
entereza pudo sobrevivir a unos de los peores horrores que ha concebido la
humanidad.