Título: La culpa
Autora: Kate Chopin
Autora: Kate Chopin
Publicación: Defausta, abril de 2016
Páginas: 188
Thérèse Lafirme se ve obligada al enviudar a
ocuparse sola de su plantación en Louisiana. Sus fuertes convicciones morales y
religiosas le impiden aceptar la proposición matrimonial de David Hosmer, un
hombre de negocios divorciado, pese al profundo amor que siente por él. Un
magnifico retrato de una sociedad sureña económicamente devastada y desgarrada
por las tensiones raciales y el eterno conflicto entre las necesidades sociales
y personales.
Mis impresiones
Me llamó
mucho la sinopsis de este libro y sobre todo la preciosa, sobria y sugerente
portada con la que la editorial Defausta publica La culpa, una novela inédita hasta ahora en castellano de una autora
del siglo XIX que a día de hoy se considera un clásico moderno. La culpa fue la primera novela que
escribió Kate Chopin (cuyo nombre verdadero es Katherine
O’Flaherty Faris) y aunque
su trabajo es mundialmente conocido esta obra ha quedado, por alguna razón,
relegada al olvido.
“Cuando murió Jerome Lafirme, sus vecinos aguardaron los resultados de
su súbita partida con indolente vigilancia. Era un asunto de inusual interés
para ellos el que una plantación de cuatrocientos acres quedara libre de cargas
a disposición de una hermosa viuda criolla de treinta años, inconsolable y sin
hijos”
A sus treinta años Thérèse Lafirme acaba de
quedarse viuda y en posesión de una plantación de cuatrocientos acres en Luisiana.
Sin hijos y una vez que supera el dolor por la muerte de su esposo consigue dominar
la plantación con éxito para asombro de todos los vecinos.
Cuando David
Hosmer, el propietario de un aserradero, enamorado de ella, le propone
matrimonio, Thérèse decide no aceptar la proposición a pesar de que sus
sentimientos son correspondidos. La razón es que ha descubierto que él estuvo anteriormente
casado y se divorció hace algunos años y sus convicciones morales le dictan que
no puede unirse a un hombre que ha abandonado a su esposa… Así decide
intervenir en este hecho.
Desde las
primeras páginas esta historia me ha impregnado no solo de buenas sensaciones
sino también de la seguridad de encontrarme ante una de esas joyas que se
descubren y que tardan en olvidarse. La
culpa es una historia que ahonda en las relaciones humanas, en los errores
que podemos cometer al mirar las cosas desde nuestra perspectiva subjetiva y
como a veces una idea cargada de buenas intenciones puede traer consigo un mal
mayor.
La culpa es
un sentimiento feo con el que ninguno queremos cargar. Y así nuestra
protagonista Thérèse Lafirme, cuando se entera de que su pretendiente está
divorciado, se siente en la necesidad de obrar con respecto a su situación.
Imagina una mujer desolada, abandonada por su marido, una mujer que ha caído en
el alcoholismo y necesita ser rescatada. Así insta a David Hosmer a que vaya a
buscar a su exesposa a San Luis y que regrese a Place-Du-Bois con ella. Pero
una vez la pareja regresa Thérèse se da cuenta del grave error que ha cometido.
Esta es una
novela de pocos personajes pero muy bien dibujados, con realismo, con intensidad.
Personajes que nos enseñan que errar es de humanos, que la miseria humana a
veces anda escondida en los recovecos más insospechados de las personas y que
es difícil encontrarla. Que lo que no vemos a simple vista puede que otros ya
lo hayan experimentado. No se puede juzgar sin saber ni conocer.
Thérèse es
una mujer inteligente, de firme moral y pensamiento propio, capaz de renunciar
a sus sentimientos por hacer lo que cree correcto. Un personaje que se dará
cuenta de su error y de que su forma de actuar es movida por la hipocresía de
la sociedad en que vive. David Hosmer es un hombre de negocios que tendrá que
aceptar la carga que le han impuesto o en realidad, él mismo se ha autoimpuesto
por amor. Aceptar a una persona a la que dejó de querer y lo hace con paciencia
y buena disposición. Otros personajes que transitan la historia son Grégoire,
el sobrino de Thérèse, un muchacho díscolo que se dedica a holgazanear, y
Melicent, una joven con una personalidad singular y por supuesto Fanny, la
esposa, entre algunos otros.
Esta novela
tiene una ambientación sencillamente maravillosa que nos revela un mundo muy
real entorno a sus personajes. La novela se desarrolla en Luisiana a finales
del siglo XIX. Recrea de forma excepcional el mundo de las plantaciones en un
momento en que la esclavitud se ha abolido y aun así los campos son trabajados
por antiguos esclavos viendo el lector las relaciones entre una y otra raza.
Aunque nos vamos a encontrar principalmente una novela de amor también hay
otros temas que aparecen de fondo y que son imprescindibles para que comprendamos
a los personajes. Las convicciones morales, el sacrificio supeditado a ellas
frente a los intereses propios y el pensamiento arcaico de la sociedad sureña
frente a una forma distinta de pensamiento que viene del norte, mucho menos
tradicional y más práctica.
La culpa está excepcionalmente narrada. Con un estilo firme
y rotundo en el que abundan las descripciones y las reflexiones. Cuenta su
editora en una carta introductoria que la traducción ha sido todo un desafío
que ha requerido incluso de una investigación. Pero a pesar de esta complejidad
(porque es un estilo algo denso y porque en ella la autora le otorga a los a
los trabajadores una forma de hablar en una jerga particular) Susana Prieto, la
traductor, ha realizado un excelente trabajo.
Se trata de una novela corta que invita, y es
como más se disfruta, a una lectura pausada. Es una novela agridulce en la que
el lector experimenta muchas emociones. A veces es descarnada, cruda, otras
veces tierna y emotiva que nos deja una historia difícil de olvidar.
Conclusión
A estas
alturas ya se puede apreciar que he disfrutado mucho de la lectura de La culpa, una novela de trama sencilla pero
que atrapa al lector, con personajes inolvidables y una ambientación
maravillosa. Muy buena novela.
