Título: Alma y la isla
Autora: Mónica Rodríguez
Ilustraciones: Ester García
Publicación: Anaya, abril de 2016
Páginas: 117
Edad: + 10 años
Alma
ha llegado del mar. Otto no entiende su idioma y, desde que está en su casa y
le ha tenido que dejar su habitación, se siente desplazado. La atención de sus
padres, su abuela y hermanos ahora se dirige a Alma. Y a Otto, el pequeño de la
familia, esto no le hace mucha gracia.
A
pesar de todo, la comunicación entre ambos irá más allá de las palabras y la
amistad trascenderá la distancia que aparece en un primer momento. Gracias a la
presencia de un amuleto Otto entenderá mejor el origen del Almaz Sebhat, el
verdadero nombre de la niña que vino del mar.
Mis
impresiones
Hay temas que son complicados o
delicados pero de los que es necesario hablar porque con ello se normalizan
ciertas situaciones y es mejor que los niños reciban cierta información en casa
que en otros lugares donde se puede malinterpretar o donde se les puede dar una
idea no muy acertada.
“Llegó de la mano de mi
padre. Era muy negra. Solo se le veían los ojos blancos y asustados y los bucles
cayéndoles por las mejillas.
Para llegar aquí había
hecho un viaje muy lardo. Yo lo sabía. Pero a mí solo me parecía una demonio”
Así comienza a relatarnos Otto la
historia de Alma, una niña que ha llegado a nuestro país en una patera a punto
de morir ahogada. Alma no habla nuestro idioma y es diferente. Su piel es tan
negra que apenas se le ve poco más que los ojos. Esto ha provocado el rechazo
de Otto que además ha tenido que cederle su habitación y él dormir con su
abuela. También está el hecho de que sus padres y hermanos están todo el día
pendiente de la niña haciendo que él se sienta desplazado. Otto solo quiere que
se marche de su casa…
Alma
y la isla ha sido ganadora del XIII Premio Anaya de Literatura Infantil
y Juvenil. La historia nos habla de un tema que es una actualidad aterradora,
la de las miles de personas que mueren cada día intentando llegar a otros países
buscando una vida mejor. Y para ello se juegan su propia vida porque viajan en
unas barcas que no les ofrecen ninguna seguridad. Muchos de ellos nunca llegan
a su destino y otros que lo consiguen son inmediatamente devueltos a su país.
Mónica Rodríguez lo relata con una gran
delicadeza y sensibilidad a pesar de lo duro que es creando una historia en la
que se habla de rechazo, de racismo pero también de amistad y de abrir la
mente. Otto aprenderá las injusticias de la vida. Pero también a ser solitario
con Alma, una niña que ha tenido que abandonar su hogar, a punto de morir
ahogada intentando conseguir una vida mejor. Otto va cambiando de actitud poco
a poco de forma que vemos una clara evolución en el personaje. Será a través de
un amuleto la forma en que descubra la historia de Alma y a través del cual le
da un punto mágico a la historia.
Además yo creo que nos sirve para
reflexionar sobre la idea de que los adultos debemos explicarles las cosas a
los niños para que las entiendan y puedan asimilarlas. Las imposiciones o el
“porque sí” no tienen lugar con ellos. Quizás Otto hubiese reaccionado de otra
forma si alguien se hubiese tomado el tiempo necesario en hacerle comprender.
Alma
y la isla cuentan con ilustraciones de obra de
Ester García que también pone mucha sensibilidad en ellas. No solo son bonitas
y elegantes sino que captan la magia y la esencia de la historia.
En definitiva, considero que Alma y la
isla es una historia necesaria con la que los niños se acercan a una historia
dramática pero que nos deja también momentos dulces y muy tiernos.