Título: Madre e hija
Autora: Jenn Díaz
Publicación: Destino, febrero de 2016
Páginas: 189
La muerte de Ángel –el padre de familia, el marido, el hermano- cambia
para siempre la existencia de las mujeres de su vida. Su hermana Dolores, su
esposa Gloria y sus hijas, Ángela y Natalia, verán cómo la forma que habían
tenido sus días no volverá a ser la misma. Juntas tendrán que afrontar la pena
por su pérdida, y aprender a seguir adelante en una casa habitada sólo por
mujeres.
A través de ellas nos sumergiremos en las múltiples versiones de lo
femenino, y en la manera que cada una de ellas tiene de entender la vida, el
amor y sus manifestaciones. Esta es una historia sobre las cosas que son la
vida: los vínculos familiares, las habitaciones propias y las casas con jardín.
Sobre las madres y las hijas. Porque no hay un solo modelo de mujer, y
porque no existe un único modo de vivir la vida.
Mis impresiones
Este es el tipo
de novela que irremediablemente me atrae y con el que más disfruto. No conocía
a Jenn Díaz ni he leído ninguna de sus otras cinco novelas anteriores pero esta
sinopsis con la que se nos presenta me llamó poderosamente la atención. Y tras
leer Madre e hija lo que tengo claro
es que buscaré el resto de sus novelas. Y está será un reseña complicada porque
es difícil transmitir o explicar todo lo que esta historiy me ha sugerido.
“Todo
sería más fácil si mamá no fuera mamá. Ahora tía Dolores y Natalia no vivirían
solas, no sentirían tantos y tantos remordimientos-esa sensación elástica y
perversa de la culpabilidad. Gloria también sería más feliz si no fuera como
es, tan arisca, huyendo siempre de la generosidad de los demás, un poco neurótica;
pero hace tiempo que Natalia ya no está preocupada por no querer a su madre
como debería hacerlo una hija, y hace más tiempo todavía que no se enfada con
sus impertinencias, una madre es una madre”
Así comienza esta
historia, la de cuatro mujeres unidas por un hombre: Ángel, el marido de
Gloria, el hermano de Dolores, y el
padre de Ángela y Natalia. Todas ellas han compartido el mismo hogar durante
años siendo Ángel quien las unía y mediaba en los conflictos. Han pasado por
situaciones alegres y otras tristes y han sobrevivido a los problemas que la
convivencia originaba. Sin embargo con la muerte del padre, el esposo, el
hermano y un hombre hecho y derecho algo se rompe en la vida todas estas
mujeres.
Mientras se
sumergen en el duelo por la pérdida de este ser querido y aprenden a
sobrellevar su pena Dolores, Gloria, Natalia y Ángela tendrán que redefinir sus
relaciones y buscar el nuevo lugar que a cada una le corresponde.
Madre e hija es una novela intimista y delicada que me ha
gustado muchísimo por la profundidad con la que Jenn Díaz trata los temas que
toca. Los vínculos familiares, el amor, el compañerismo, la lealtad, los
silencios o la complicidad entre sus personajes son la base de esta novela. Y
la forma en que se tratan sencillamente me ha encantado. De un mismo hecho nos
da diferentes puntos de vista, tantos como personajes hay en la novela. Y la
autora no los juzga ni nos intenta orientar cual sobre quien es el personaje
que lleva la razón y quien es el que se equivoca, de hecho esto ni siquiera se
puede plantear. En cambio ella expone y debe ser el lector quien decida en qué
lugar se coloca. Porque los temas que toca en la novela aunque son universales
no todos los concebimos de la misma manera. Hay muchos tipos de personas, hay
muchas formas de entender el mundo y muchas posibilidades de vivir la vida. Cada
uno demostramos el cariño y afecto a nuestra manera, cada uno dirigimos
nuestras lealtades a quien creemos que la merece.
El título de la
novela nos da una idea del contenido de la misma. Uno de los temas principales
que se tocan en ella es la maternidad y las diferentes formas de vivirla.
Parece que todas las mujeres necesitarán casarse y tener hijos para realizarse
y nada más lejos de la realidad la maternidad no es un tema de necesidad fisiológica
sino que a lo largo de la historia se ha convertido en una imposición social
para la mujer que parece que si no es madre no es nada.
“-
la familia crea lazos que después la convivencia no sabe cómo seguir tensando,
se deshacen tristemente. Cuando el padre murió, se llevó la medida de las
cosas, incluso de las más insignificante, las más cotidianas, aquellas que no
se ven, pero que están ahí: Sin él Ya no sabías qué estaba bien y cuando
actuaban sin nobleza;”
(Página 14)
Sus personajes
están maravillosamente dibujados y parecen traspasar el papel. Aunque me
resultó inevitable posicionarme y empatizar más con unos que con otros he
comprendido a todos ellos. Las cuatro mujeres han estado siempre unidas por Ángel,
la figura masculina que mediaba entre todas ellas y cuya desaparición marca un
antes y un después en sus relaciones. Gloria es una mujer intransigente que
siempre ha esperado que sus hijas sigan un camino concreto. A Dolores, su
cuñada, siempre ha considerado una carga en su matrimonio y en la relación de
sus hijas compitiendo con ella por ocupar el lugar que le correspondía.
Mientras Dolores, siempre ha vivido una vida ajena, cuidando las hijas de
otros, y mintiéndose en un discreto y sumiso segundo plano. Ángela es la hija
que ha seguido el camino que se suponía que debía seguir, se casó y tuvo hijos.
Sin embargo Natalia decidió hacer otra cosa con su vida. Mujeres insatisfechas
con lo que les ha tocado vivir, algunas pendientes de juzgar a las demás otras
temerosas de ser juzgadas se esconden, todas con la necesidad de ser amadas
aunque no a través del mismo patrón. A
parte de ellas hay otros personajes pero no voy a nombrarlos para no
extenderme más
La novela está
narrada con muchísima sensibilidad y de forma intimista y cercana. A lo largo
de todo el relato se alternan diferentes voces pero siempre manteniendo la
tercera persona omnisciente. Un narrador que me ha llamado la atención porque a
veces parecía estar dentro del relato y otras veces fuera. Y no comento esto
como una crítica sino como una forma original de narrar con la que consigue ofrecer
al lector con facilidad esos cambios de punto de vista que antes os
comentaba.
Madre e hija es una novela para leer despacito, para
saborear cada una de sus páginas, detenerte, reflexionar e intentar comprender
a cada uno de sus personajes y ponerte en su piel. La novela tiene cierta
sutilidad de forma que la autora quizás no te cuenta todo de forma que deja un
espacio abierto para que el lector saque sus propias conclusiones.
Conclusión
Madre e hija es una maravillosa novela llena de emociones
y sentimientos que explora con profundidad y delicadeza los vínculos familiares
y afectivos. De madres postizas, de mujeres que aman y necesitan ser amadas, de
vidas diferentes, de convencionalismo, traiciones y necesidad. Todo un mosaico
de sentimientos creado a través del mundo femenino.