Título: Los ojos mal
colocados
Autor: Roberto Piumini
Ilustradora:
Valentina Grassini
Publicación: Picarona, enero
de 2016
Páginas: 36
Tamaño: 21 x 21 cm
¿Quién ha dicho que los ojos siempre han estado
ahí, encima de la nariz?
Pues no, hubo un tiempo en que las cosas no eran
así…
Mis impresiones
Este mes el
sello Picarona ha incorporado a su catálogo varias novedades muy atractivas. En
casa conocemos bien el trabajo de esta editorial y sabemos que las historias
que nos traen son divertidas, originales y sorprendentes de las que se
desprende que cuidan muchísimo cada nueva publicación.
En esta
ocasión os voy a hablar de Los ojos mal
colocados. En ella se nos cuenta como cuando el Padre de Todas las Cosas, después
de crear al hombre y ponerle los brazos, piernas, cara, espalda y barriga,
decidió que también tenía que ponerle unos ojos. Pero ¿Cuál era el lugar
correcto para colocarlos?
Primero lo
intentó en las piernas, a la altura de las rodillas, pero no fue muy buena idea
porque cuando el hombre estaba quieto lo veía todo muy bien pero si caminaba
con tanto movimiento en los ojos terminaba por marearse. También lo intentó en
la barriga pero el hombre nunca podía saber que sucedía a su espalda y tenía
que andar al revés para saberlo. Luego lo intentó en diferentes partes del
cuerpo pero ninguna dio buen resultado... Hasta que por fin encontró la
solución.
Tanto a mi
hija como a mí nos ha parecido una historia fresca y divertidísima en la que Roberto
Piumini, un prestigioso y reconocido escritor, encuentra una explicación a
porque los ojos se encuentran en el lugar donde los tenemos. Para ello imagina
que ocurriría si los tuviésemos en otros lugares del cuerpo como las piernas o
la barriga y lo que ocurriría en tales casos. Creo que este tipo de libros
vienen muy bien para que los niños recapaciten y conozcan su propio cuerpo.
Incluso me ha venido bien a mí que nunca me había parado a pensarlo.
Además me
gusta la sutileza que muestra el autor al emplear el termino el “Padre de Todas
las Cosas” que aunque inmediatamente lo personificamos según nuestras creencias
resulta adaptable a cualquier otra.
Las
ilustraciones son desenfadadas y muy divertidas. Además de estar llenas de
color e imaginación. Cielos rosados o amarillos, en campos muy verdes contrastan
con el llamativo pelo anaranjado del protagonista. No hay una sola parte de
este libro que no tenga un color intenso. Valentina Grassini es la mano que les
ha dado vida con sentido del humor y desparpajo. Los personajes resultan
simpáticos y muy expresivos y cada situación está muy bien escenificada de
forma que se entiende perfectamente.
En definitiva,
Los ojos mal colocados ha sido un
título cuya lectura nos ha divertido mucho provocando incluso las risas de mi
hija al ver los ojos colocados en el lugar que no les corresponde.