Título: Madre perfecta
Autora: Casey B. Dolan
Publicación: Suma de letras, octubre de 2015
Páginas: 424
Amber no ha tenido
una vida fácil, y cuando en la universidad conoce al ambicioso y optimista Wade
parece que ante ella se abre un nuevo tiempo de felicidad. Pronto se casan y
tienen su primer hijo, Tyler. Pero ¿es posible interpretar indefinidamente el
papel de esposa devota y madre satisfecha? Amber empieza a sentir que ya no ama
a su marido y no es capaz de establecer una relación estrecha con su hijo. La
convivencia es cada vez más difícil y solo la presencia del mejor amigo de
Tyler, Joshua, un joven rechazado por su familia, consigue hacerle soportable el
asfixiante ambiente que la rodea
Tras descubrir que
está enferma, Amber comienza a escribir su historia en un intento de dar
sentido a su vida, de explicar por qué tomó todas sus decisiones. Hasta que
alguien la silencia para siempre. Entonces, todos los ojos se vuelven hacia los
tres hombres que ha dejado atrás: Wade, el marido rechazado, Tyler, el hijo
hostil, y Joshua, el joven al que se había acercado mucho en los últimos meses.
Todos tenían motivos para matarla. Por amor o por odio. Y a menudo la línea que
los separa puede ser muy fina...
Mis impresiones
Sobre la maternidad hay infinidad de tópicos y clichés
que idealizan este concepto, que nos muestran relaciones idílicas donde todo es
maravilloso y perfecto. Madres e hijos afectuosos, que se comprenden a la
perfección y que comparten momentos y recuerdos muy especiales. Luego está la
otra cara de la moneda, las familias que poco a poco se van desintegrando, en
las que se instalan los silencios y en las que ciertos acontecimientos van alejando,
no físicamente pero si emocionalmente a sus miembros. Sobre esta premisa
construye Casey B. Dolan una de las novedades de octubre del sello editorial
Suma de Letras que más me ha llamado la atención.
“Soy demasiado joven para morir. Sin
embargo, eso es lo que me va a pasar. Y pronto.
Nunca fui consciente de que envejecer es un privilegio.
Antes creía en algo. En el amor. En enamorarse… No estoy segura de cuando
desapareció mi fe en esas cosas, cuando me fue robada la última brizna de
esperanza o cuando renuncié a ella. Solo sé que ya no me queda nada. Y que,
aunque no lo soy, de repente me siento vieja. Demasiado vieja para creer en los
finales felices.”
Con este párrafo tan rotundo comienza esta historia en la
que Amber realiza una especie de confesión a modo de memorias de lo que ha sido
su vida desde que en la universidad se enamorara del que posteriormente sería
su marido. La boda y el primer hijo no se harían esperar demasiado a pesar de
la juventud de la pareja. Y aunque al principio todo parecía que iba a salir
rodado pronto comienza a sentirse insatisfecha con su vida.
Años más tarde, en un intento de encontrar sentido a lo
vivido y con la certeza de que pronto morirá comienza a relatar todas sus
vivencias hasta que alguien se ocupa de que ella no pueda hablar más… Las
sospechas recaen en los tres hombres que han compartido su vida: Wade, su
marido, Tyler, su hijo, y Joshua, el joven a quien Tyler siente como un
hermano. ¿Habrá sido alguno de ellos? ¿Qué motivos tenían?
Madre perfecta
en una novela inquietante en la que poco a poco se van a ir desvelando las
respuestas a estas cuestiones. Quizás no llegué al término contundente de
thriller psicológico pero que tiene un ambiente o un aire enrarecido que
perturba al lector. Tenemos por un lado la historia de una familia y sus
complejas relaciones y por otro la intriga que produce el hecho de que alguien
ha causado la muerte de su protagonista. Respecto al primer aspecto nos vamos a
encontrar un relato perfecto y muy trabajado de las interacciones entre los miembros
de una familia en las que veremos cómo y porqué se van distanciando entre sí. Nos
habla de las perdidas, de los silencios, de las traiciones, de las cuestiones
que nunca se terminan de zanjar, de la búsqueda de la felicidad y de la
incomunicación.
Así mismo la maternidad y la posición con respecto a ella
que ocupa la mujer juegan un papel esencial en la historia. Porque la sociedad
aún no está completamente preparada para el hecho de que ser madre sea
compatible con desarrollar una gran carrera profesional. A menudo las mujeres
tenemos que elegir y sacrificar otros aspectos de nuestra vida. Pero también nos
habla del desgaste diario que supone la crianza de un hijo, las preocupaciones
y obsesiones, el mundo que se cierra para una mujer dedicada en cuerpo y alma a
ellos.
La autora ha hecho un magnífico trabajo psicológico con Amber,
la protagonista de la historia, cuya mente se abre por completo para el lector.
Con solo veintidós años se convirtió en madre y esposa. Algo que de primeras le
vino demasiado grande porque tuvo que sacrificar gran parte de sus objetivos en
la vida. Abandonó la carrera como periodista que había soñado y se dedicó por
completo a su esposo e hijo. Pero el encierro, la responsabilidad junto a otros
problemas que no fue capaz de resolver la fueron marcando hasta sumirla en un
estado de abandono y apatía hacia sí misma. Y el problema no es que Wade fuera
un hombre complicado porque se nos presenta como una persona atenta, que anima constantemente
a su mujer a que haga cosas aunque lo cierto es que también decida demasiado
tiempo a proyectar su carrera personal. Me gusta que la autora no convierta al
marido es un déspota que termine ahogando a su esposa. Quizás lo más complicado
para la protagonista sea la relación con su hijo Tyler cuando sucede algo que
crea entre los dos una barrera. Una distancia que crece cuando aparece Joshua,
el tercero en discordia.
Todo comienza con las memorias de Amber en las que ha ido
plasmando cómo ha sido su vida prácticamente desde que se casó. Al ser un relato en primera persona conocemos
de primea mano y con certeza lo que el personaje piensa y siente. Intercalando
con estos capítulos nos vamos a encontrar las sesiones que su marido, su hijo y
el mejor amigo de este realizan con una psicóloga de la policía, la cual
intenta aclarar sus perfiles y llegar a saber si alguno de ellos tenía motivos
para silenciar a Amber. Esta estructura me ha parecido muy original y da mucho
juego a la autora además de que nos intrigará y nos hará que nos replanteemos
las cosas. Todos los personajes van aportando sus experiencias personales y su
punto de vista y no siempre llegan a ser sinceros, conocer realmente todo lo
ocurrido o saber porque sucedieron ciertos acontecimientos. Así la novela se va
construyendo como un inmenso y complejo puzle en el que hasta prácticamente el
final no encajan todas las piezas.
Conclusión
Madre perfecta
me ha resultado una lectura intensa, compleja y muy interesante que me ha
tenido en vilo y expectante durante toda su lectura. Una misma historia narrada
a través de cuatro voces diferentes y en las que se desdibuja la línea que
existe entre el amor y el odio. Muy recomendable.