Título: Ni naranja ni lila
Autora: Teresa Sabaté
Ilustradora: Carme Solà
Colección: Los derechos
del niño (10)
Publicación: Salvatella, 2002
Páginas: 36
Edad: +7 años
Ficha en Boolino
Mis impresiones
Creo que muchas veces damos por hecho que ciertas barreras
raciales, religiosas o culturales están superadas pero en la realidad solo hay
que mirar un poco a nuestro alrededor para darnos cuenta que aún queda mucho
por conseguir. Y la mejor manera de concienciar a la sociedad comienza desde
sus cimientos, las generaciones venideras que aún tienen las ideas moldeables en
plena formación.
Para ello el sello editorial Salvatella ha publicado la
colección “Los derechos de los niños” que, dirigida a los pequeños de infantil
y primaria, comprenden temas relacionados con los principios de la Declaración
de los Derechos de los niños aprobada por la ONU en 1959. Hay un total de diez
libros en los que se abordan temas como la igualdad racial, sexual, política o
religiosa, las deficiencias, las condiciones sanitarias, de educación y económicas,
ser cuidado y protegido para asegurar una vida digna a cualquier niño
independientemente de su condición.
Ni naranja ni lila
es el último tomo de esta colección. En él se nos narra la historia de José, un
niño que vive en un pequeño pueblo entre dos colinas. Se siente solo porque no
tiene amigos ya que es el único niño que vive en el pueblo. Algunos días José
subía a los pueblos situados en las dos colinas que flanqueaban el suyo. Pero
allí tampoco conseguía jugar con nadie. En la colina de la izquierda estaba el
pueblo naranja y allí le rechazaban por ser diferente. Y a la derecha, en el
pueblo de los lilas le ocurría algo parecido.
Un día mientras jugaba solo en un estanque vio como una
anciana subía pesarosamente la cuesta cargada con las compras. El niño se ofreció
a ayudarla y la anciana le premió con la posibilidad de pedir un deseo. José
solo quería tener amigos y así se lo transmitió a la anciana. Ella le entregó
una capa que le hacía invisible a ojos de los demás. Lo que ocurrió a partir de
entonces no le gustó nada a José….
Este es un bonito cuento que nos enseña que somos diferentes
pero que esto no es un hándicap a la hora de relacionarnos unos con otros. A
veces nos fijamos demasiado en las apariencias, juzgamos y rechazamos lo
diferente cuando solo hay que acercarse un poco para ver que no hay nada que
temer, que lo distinto no tiene por qué resultar una amenaza. En esta historia
se utilizan como metáforas los colores para que los niños comprendan la
diferencia y esencia de la historia pero es algo extrapolable a cualquier otro
aspecto de la condición humana. Solo hay que ahondar en la superficie para encontrar
un punto de encuentro y comprender que seres humanos diferentes somos iguales
por dentro.
Creo que las ilustraciones son muy realistas y
significativas de forma que reflejan muy bien lo que el texto quiere contar.
Nos muestra con claridad y sencillez lo que los niños de esta historia sienten.
La rabia y el enfado de los que están enfrentados y con ganas de pelear, la
tristeza de José al verse sin amigos o la alegría que supone resolver un
conflicto.
En conclusión, Ni naranja
ni lila me parece una bonita forma de transmitir a los niños un principio
básico para la convivencia en la sociedad. Nos habla de la igualdad, del respeto
a los demás, de que los enfrentamientos no sirven para nada de forma que
incluso les servirá este aprendizaje para aplicar en otros ámbitos de su vida.