Título: El murmullo de las abejas
Autora:
Sofía Segovia
Publicación:
Lumen, septiembre de 2015
Páginas: 528
Una
mañana cualquiera un hombre de avanzada edad toma un taxi en la ciudad de
Monterrey rumbo a Linares, su ciudad natal. El viaje solo llevará unas horas,
pero el viejo habla y no para, como si delante de él se desplegara todo su
pasado. Así, el taxista y los lectores vamos a conocer la historia de una
familia mexicana de terratenientes, los Morales Cortés, desde el principio del
siglo XX hasta hoy.
De
repente, en el fluir de las palabras, asoma el rostro amigo de un niño sabio
que no puede hablar, pero oye lo que otros no saben o no quieren oír, y anda
rodeado de abejas. Ellas son sus aliadas y las que sabrán guardar los secretos
del caserón de Linares, un lugar donde viven mujeres hermosas y tercas y las
naranjas tienen un sabor especial. Incluso la muerte es distinta en Linares, y
el hombre lo sabe. Por eso viaja, habla, recuerda...
El
murmullo de las abejas nos lleva a un mundo donde casi todo es posible si aceptamos que el
cuerpo tiene más de cinco sentidos. Sofía Segovia nos invita a aguzar la vista,
a estar atentos, para oler el aire, ver más allá de lo aparente y llegar a
comprender lo que de verdad importa.
Emocionante, conmovedora e impredecible. Una vuelta de tuerca al
realismo mágico, que nos adentra en el fascinante mundo de lo improbable pero
no imposible.
Mis impresiones
El
pasado 10 de septiembre salió a la venta El
murmullo de las abejas de la escritora mexicana Sofía Segovia. Lumen, fiel
a su estilo, nos la hace llegar con una portada sencilla y muy elegante. La
novela me llamó la atención de forma inmediata al verla entre las novedades del
sello y no me equivoqué en absoluto con ella. Directamente se ha colocado entre
mis mejores lecturas del año y espero en
un futuro tener la ocasión de leer algo más de la autora.
La
historia da comienzo en el año 1910 cerca de un pequeño de México cuando la
nana Reja encuentra un recién nacido desnudo y con el cordón umbilical aún sin
cortar abandonado bajo un puente. Nadie sabe nada de la madre y tampoco se
explican cómo ha podido sobrevivir en estas circunstancias. La noticia se
recibe con miedo y estupor entre los habitantes del pueblo. El bebé ha
aparecido cubierto de un manto vivo de abejas y con una deformidad en la boca
que hace creer a los supersticiosos que es obra del demonio.
Sin
embargo, la familia Morales Cortés lo adopta y el niño crece seguro en la
hacienda La Amistad bajo su cobijo. Allí la presencia de Simonopio, el nombre
que se da al pequeño, es una bendición para la familia. Mientras, él crece
libre y despreocupado protegido por las abejas, nunca podrá hablar pero ellas
son sus confidentes y le susurran al oído secretos que esconde la naturaleza y
el ser humano.
El
murmullo de las abejas es una novela absolutamente
deliciosa, con una narración mágica, envolvente y sugerente que te transporta
al lugar y momento que viven sus personajes. Entre sus páginas no cuesta
percibir los aromas de la tierra, de los azahares y la miel de las abejas. en
ella nos solo se nos cuenta la historia de Simonopio, el niño abandonado, sino
también la de la familia Morales Cortés con una trama de corte familiar en la
que vamos conociendo las vidas de muchos de sus personajes con sus alegrías,
pesares y problemas, los cotidianos que surgen en cualquier existencia y
aquellos que suceden de forma excepcional. Una historia compuesta de otras
muchas pequeñas y grandes historias en su interior.
“¿Crecerá fuerte este
naranjo nutrido con mi sangre y mis lágrimas? ¿Se notará nuestra sangre en la
fruta? No me tocará verlo, concluyó.”
(Página 424)
En la novela dos pilares fundamentales
son la tierra y la familia como dos elementos que dan sentido a la vida. La
tierra es nuestro hogar, a ella que nos aferramos, en ella echamos raíces y es
testigo mudo de diferentes generaciones. Estas generaciones las forman la
familia, alrededor de la cual todo gira y no necesariamente compuesta por
vínculos de sangre porque también hay personas que llegan cualquier día y de
cualquier forma para quedarse y compartir nuestros peores y mejores momentos.
Con respecto a los personajes estos
tienen muchísima vida infundida y el lector los va queriendo poco a poco,
algunos resultan muy entrañables. Sus caracteres son consistentes y están muy bien perfilados. Me atrevería a
decir que es una novela coral en la que cada uno de ellos ocupa un lugar
esencial en la historia. Simonopio, un niño deformado que se gana el afecto de
toda la familia y que los protegerá a su manera con la ayuda de las abejas,
fieles amigas que le dirigen. Y aunque este personaje tiene mucha importancia
en la historia la autora guarda cierto misterio entorno a él. No le da voz sino
a través de otros personajes. Los Morales Cortes son terratenientes afincados
en Linares. Viven de la tierra, del ganado y la agricultura y dan trabajo a
muchos paisanos de la zona. Beatriz es la madre, la que cuida, la que
proporciona bienestar a la familia y la que se preocupa por ellos. Francisco se
ocupa de la hacienda, del dinero y el futuro de la familia. Alrededor de ellos la
nana Reja, la mujer más longeva de la comarca, o Anselmo Espiricueta un
trabajador arisco y resentido que llegó al mismo tiempo que Simonopio a sus
vidas.
La historia se ambienta en una hacienda
situada cerca de un pequeño pueblo de México desde principios del siglo XX
hasta prácticamente nuestros días. Comienza justo en 1910 con la Revolución
Mexicana como telón de fondo. Y este marco histórico aunque retratado de forma
tangencial tiene mucha importancia porque afecta directamente a la familia. Con
la Reforma Agraria tendrán que encontrar la manera de evitar las expropiaciones
de sus propias tierras. Así mismo vemos como les afectan otros condicionantes
como la influencia española, una enfermedad que asoló muchas vidas, por ejemplo.
A parte de su historia una razón más
para leer El murmullo de las abejas
es la excelente narración de Sofía Segovia con la que me ha conquistado por
completo. El estilo narrativo preciosista, tremendamente evocador, sugestivo y
con mucha musicalidad crea una atmosfera muy especial alrededor de sus personajes.
Es una novela que toca tenuemente el realismo mágico con pinceladas que
enriquecen la historia. Es una historia para leer con calma, para saborear
palabra a palabra y releer sus frases. De hecho he sacado muchísimas de ellas
para mis notas personales. Y en la segunda mitad de la misma no solo se acentúa
el ritmo sino que comienza a intrigarnos con un acontecimiento sucedido.
El
murmullo de las abejas cuenta dos narradores que
más o menos conforman dos líneas argumentales, pasado y presente, no muy
delimitadas entre sí pero si distinguibles. Uno de ellos es una tercera persona
que prácticamente es la que conduce toda la historia. Y una voz en primera persona
para enlazar pasado y presente que nos da un punto de vista más subjetivo. Su final,
con muchas emociones, me ha dejado un maravilloso sabor de boca
Conclusión
El
murmullo de las abejas es una novela repleta de emociones
y sentimientos que sumerge al lector en un mundo de sensaciones y olores
mientras nos cuenta la historia de una familia de terratenientes mexicanos. El
amor, la amistad, la lealtad se contrapone a los deseos de venganza, la ambición
y el odio. ¿Qué triunfará?